La división, las luchas internas y los desastres electorales están desgarrando a Alemania

Los años 2018 y 2019 fueron desastrosos para el principal partido político de Alemania, la Unión Demócrata Cristiana (cdu) de la canciller Angela Merkel, y su partido hermano, la Unión Social Cristiana (csu). También fue desastroso para los socialdemócratas. Los terribles resultados electorales hicieron caer a los líderes del partido. Surgieron nuevos líderes, pero decepcionaron rápidamente. A las dimisiones siguieron más dimisiones. En 2020, la crisis del coronavirus dio un respiro temporal al gobierno mientras el mundo se distraía de la actual crisis de los refugiados y de otros problemas que los partidos gobernantes han fracasado repetidamente en resolver. Pero 2021 ha traído un ajuste de cuentas aún peor. El gobierno gestionó mal la crisis del coronavirus, exacerbando el ya gran descontento del votante alemán.

El domingo se celebraron elecciones en dos estados del suroeste de Alemania, a las que seguirán otras cuatro elecciones estatales antes de las federales del 26 de septiembre. Este año de súper-elección ofrece a los votantes una de las mayores oportunidades que tendrán de dar a conocer su voluntad, y el resultado amenaza con ser devastador para los partidos mayoritarios.

El Tagesschau de Alemania declaró que la “señal fatal” para la cdu de las elecciones del domingo en Baden-Württemberg y Renania-Palatinado es que “la cdu-csu probablemente tendrá que decir adiós a la idea de tener una suscripción automática a la cancillería” (traducción de la Trompeta en todo).

En Renania-Palatinado, la cdu sólo obtuvo el 27,7%, un 4% menos que en 2016. En Baden-Württemberg, sólo obtuvo el 24,1%, el peor resultado de su historia y lo suficientemente pobre como para quedar excluido de la coalición de gobierno.

Antes de la crisis del coronavirus, el partido moderado y conservador cdu ya había perdido millones de seguidores en favor de la ultraderechista Alternativa para Alemania. Ahora ha perdido votantes en favor de los Verdes. Aparte de las quejas por la inacción medioambiental de la cdu, las mayores críticas de los votantes se han dirigido a la mala gestión de la crisis del coronavirus por parte del partido.

“Propuestas de uso de cubre bocas descarados, dudosos contactos en el extranjero, horrendos ingresos extra de miembros del parlamento: En un año súper-electoral, la cdu y la csu están produciendo su mayor escándalo en 20 años”, decía un artículo reciente de la portada de Der Spiegel. “Y [el líder del partido] Armin Laschet está atrapado en medio de todo ello”.

El debate sobre los encierres, las idas y venidas entre los primeros ministros de los estados y la canciller, las luchas internas, el reparto de culpas, los escándalos, la desesperación económica y los fallos en la distribución de vacunas son sólo algunos de los muchos puntos de disgusto.

Además, no está claro quién debe asumir la responsabilidad del último fracaso electoral. La canciller Merkel no volverá a presentarse como candidata para reelección este otoño, Laschet acaba de asumir la dirección del partido en enero y el candidato a canciller de la cdu-csu está aún por determinarse.

Alemania está entrando en una crisis, si es que alguna vez la hubo, y está entrando en ella sin capitán. Alemania está sin líder, lo que significa que la Unión Europea, dominada por Alemania, está sin líder.

El aspecto que Alemania tendrá a finales de año depende en gran medida de qué líder se imponga en la lucha por el poder. La Biblia revela que de la confusión de Europa surgirá un hombre como dictador. Después de que Merkel cediera el liderazgo del partido el 7 de diciembre de 2018, el jefe editor de la Trompeta, Gerald Flurry, señaló:

Las condiciones actuales en Europa, incluyendo la crisis de los refugiados y la agitación en la política alemana, ofrecen probablemente una de las mayores oportunidades como nunca antes, para que un nuevo líder llegue al poder “con halagos”. La Canciller Merkel está a punto de salir y ahora es un pato cojo. Es de esperar que las crisis políticas y sociales en Alemania y Europa, así como el resentimiento y la ira de la opinión pública, se agraven aún más.

Qué proféticas fueron estas palabras. Y mientras aún esperamos el profético ascenso de un hombre fuerte alemán para liderar Europa, estamos viendo cada día cómo se prepara el escenario para su ascenso. Daniel 11:21 dice: “Y le sucederá en su lugar un hombre despreciable, al cual no darán la honra del reino; pero vendrá sin aviso y tomará el reino con halagos”. Esto indica que el ascenso al poder de este hombre fuerte será antidemocrático, seguramente el resultado de una crisis sin precedentes.

Europa se hunde más en la desesperación cada día que pasa, y el clamor por un liderazgo fuerte es cada vez más fuerte. Pronto los europeos aceptarán un líder por el que nadie votó. Conozca cómo se responderá exactamente a este clamor pidiendo su copia gratuita de Un líder alemán fuerte es inminente. El ascenso de este profetizado hombre fuerte cambiará no sólo el curso de Alemania y Europa, sino también el del mundo entero. ▪

UN LÍDER ALEMÁN FUERTE ES INMINENTE

Líderes fuertes se están levantando en la escena mundial de hoy en varias naciones, incluyendo Rusia, China e Irán. ¿Pero qué acerca de Europa? ¿Qué acerca de Alemania?