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La “diplomacia de la mascarilla” de China
China vio la pandemia del coronavirus como “una oportunidad para impulsar su influencia” sobre las naciones del sureste asiático, escribió el South China Morning Post el 18 de mayo. Al enviar suministros médicos, vacunas y personal a Camboya, Vietnam, Tailandia, Laos, Myanmar y las Filipinas, China logró incrementar su poder blando sobre estos países.
China dirigió su atención a Camboya en marzo de 2020, donando trajes de protección nbq, mascarillas y otros artículos necesarios. También enviaron un equipo de expertos médicos para impartir capacitación en el manejo de la crisis. Unos meses después, China proporcionó a Camboya aún más material médico. La agencia de noticias estatal china Xinhua citó al Ministro de Salud de Camboya, Mam Bunheng, diciendo: “Esta ayuda es un nuevo testimonio de la inquebrantable amistad, solidaridad y cooperación entre Camboya y China”.
Esa “amistad, solidaridad y cooperación” ha continuado.
El 7 de febrero de 2021, Camboya recibió 600.000 dosis de vacunas para la covid-19 fabricadas en China. Según Global Times, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, dijo en abril que China estaba construyendo laboratorios de pruebas, repartiendo kits de pruebas y proporcionando vacunas a Camboya. “De acuerdo con las necesidades de Camboya, China continuará proporcionándoles asistencia en la lucha contra el brote en la medida de lo posible”, dijo Zhao.
China ha repetido esta política exterior en tantas naciones que ha sido apodada la “diplomacia covid-19” o “diplomacia de la mascarilla”.
En abril de 2020, Laos recibió de China más de 2.000 kits de pruebas para covid-19, además de un pequeño grupo de personal médico para ayudar a los laosianos a aprender a luchar contra el virus. La agencia de noticias Xinhua citó a un trabajador de un hospital, diciendo: “Estoy agradecido de tener personal médico experimentado de China ayudando en nuestro país. Podemos aprender directamente de ellos para controlar la propagación del virus. La ayuda me hace sentir esperanzado”.
Laos recibió su cuarto envío de vacunas y más personal médico de China en abril pasado y el viceprimer ministro laosiano, Kikeo Khaykhamphithoune, dijo que la ayuda de China “refleja la profunda amistad” entre ambos países.
Un patrón similar se ha desarrollado tanto en Myanmar como en Tailandia, donde China ha proporcionado un flujo continuo de ayuda contra el coronavirus desde la primavera pasada hasta ahora. En marzo pasado, el primer ministro tailandés, Prayuth Chan-ocha, dijo que las relaciones entre China y Tailandia “surgirán aún más fuertes en esta campaña conjunta contra el virus”.
En julio de 2020, el presidente filipino Rodrigo Duterte le pidió al presidente chino Xi Jinping que le diera preferencia a las Filipinas cuando se desarrollara una vacuna. El presidente Xi accedió, y las vacunas chinas llegaron por primera vez a las Filipinas el 28 de febrero. Dos meses después, les enviaron otro medio millón de dosis.
El South China Morning Post afirmó que China “ha conseguido transformar la pandemia en una oportunidad estratégica para afirmar su papel de liderazgo y ampliar su influencia geopolítica”.
Es un extraño giro de los acontecimientos teniendo en cuenta que el virus se originó en China, y que el Partido Comunista Chino dirigió todos sus esfuerzos a desviar la culpabilidad en lugar de prevenir una pandemia mundial. Sin embargo, en lugar de culpar a China, estos países del sureste asiático confían en la ayuda y buscan el liderazgo chino. Esto pone de manifiesto una tendencia que la Trompeta lleva años observando: el ascenso de los “reyes del oriente” (Apocalipsis 16:12).
La Biblia profetiza que en un futuro no muy lejano un grupo de naciones asiáticas unirán sus fuerzas armadas y formarán un ejército de 200 millones de soldados (Apocalipsis 9:16). Ezequiel 38 revela que este bloque de reyes asiáticos estará encabezado por Rusia, con China como segundo al mando. De manera muy discreta la diplomacia de la mascarilla le ha permitido a China amasar un mayor poder sobre las naciones asiáticas menos poderosas, haciendo que esta profecía bíblica se acerque a su cumplimiento. Para entender completamente lo que está a punto de ocurrir en esta región, por favor solicite un ejemplar gratuito de nuestro folleto Rusia y China en profecía . ▪
RUSIA Y CHINA EN PROFECÍA
La posición de Estados Unidos como la única superpotencia mundial se está desvaneciendo rápidamente. Otras naciones y grupos de naciones están en la disputa por llenar ese vacío. Desde el oriente, está surgiendo un bloque de poder con un potencial enorme, tanto en número de hombres como en influencia económica y poderío militar. Su creciente presencia está intensificando la competencia global por los recursos y la influencia geopolítica. ¿A dónde conducirá esta tendencia? ¡Usted puede saberlo! ¡La profecía bíblica provee una extraordinaria y aguda visión por anticipado del futuro de Asia!