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La cooperación franco alemana alcanza nuevas alturas

SASCHA SCHUERMANN/GETTY IMAGES

La cooperación franco alemana alcanza nuevas alturas

En el corazón de Europa, Macron anima a los alemanes a dejar atrás su pasado.

Invitado por el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, el presidente francés Emmanuel Macron realizó una visita de Estado a Alemania del 26 al 28 de mayo. Esta forma superior de visita diplomática es extremadamente rara; la última visita de este tipo de un presidente francés tuvo lugar hace 24 años. El mensaje de Macron a Alemania fue aún más digno de mención.

“Me siento especialmente honrado de hablarles hoy aquí en Dresde como primer presidente francés desde la reunificación”, dijo Macron ante la multitud que lo aclamaba con entusiasmo. Cambiando entre el francés y el alemán, abogó por una Europa más fuerte y advirtió que Europa podría morir si no se toman medidas drásticas. Indicó que Europa se encuentra en un “momento sin precedentes en su historia”.

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Este discurso y su visita en su conjunto mostraron lo unidos que están Francia y Alemania a pesar de algunos desacuerdos importantes y conflictos mundiales.

La importancia de Dresde

Dresde, que Macron llamó “ciudad de la esperanza”, fue elegida deliberadamente para su apasionado discurso. Macron explicó:

Estamos aquí en Dresde, la ciudad gemela de la capital europea, Estrasburgo, la metáfora de este proyecto. La guerra devastó esta ciudad. La Frauenkirche fue bombardeada en 1945 y reconstruida en 2005, y esta iglesia se eleva como un mensaje de esperanza hacia el cielo. Como ciudad, Dresde es una especie de ave fénix que renace de sus cenizas, una lección de esperanza, una ciudad histórica que ha sabido dirigirse hacia el futuro. Dresde siempre se ha adelantado a los tiempos en lo que a cambios se refiere, desde los movimientos disidentes de la República Democrática Alemana hasta el llamado a la unidad de Helmut Kohl en 1989 frente a esta misma Frauenkirche.

La destrucción de Dresde en la Segunda Guerra Mundial es uno de los temas más emotivos de la historia alemana; muchos aún albergan un profundo resentimiento contra Estados Unidos y Gran Bretaña por ello. Pero Macron no mencionó por qué se destruyó Dresde: la fascinación de Alemania por Adolfo Hitler y otros detalles desagradables.

En su lugar, Macron tenía un mensaje esperanzador para Alemania. Dresde resurgió como el ave fénix de sus cenizas. Es un símbolo del renacimiento alemán, de la reunificación y de la cooperación europea.

Macron cree que la ciudad apunta hacia el futuro de Europa. Justo antes de las elecciones europeas del 9 de junio, trató de inspirar a Alemania y Francia para que opten por una Europa unida.

Hablando en contra del auge de la extrema derecha, dijo: “Debemos redescubrir la fuerza y el compromiso de defender Europa en todas partes. (…) Alemania cuenta con Francia. Francia cuenta con Alemania. Europa puede contar con nosotros. Contamos con Europa”.

Demostrando unidad

El 22 de enero de 1963, el Tratado del Elíseo sentó las bases de la reconciliación y la cooperación de Francia y Alemania. La asociación se reforzó en 2019 con la firma del Tratado de Aquisgrán por la entonces canciller alemana Angela Merkel y el presidente Macron.

El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán escribió: “No hay otro país con el que Alemania mantenga lazos más estrechos que con Francia. Somos los socios y aliados más importantes el uno del otro”. Alemania honra enormemente a Macron. Steinmeier incluso entregó a Macron el Premio Internacional de la Paz de Westfalia, un galardón privado que se concede cada dos años a alguien que haya contribuido a la unidad europea.

A pesar de las diferencias entre el canciller alemán Olaf Scholz y Macron, ambos han buscado continuamente una cooperación más estrecha. Scholz dijo: “Siempre llegaremos a un acuerdo”. Sin embargo, Macron sabe que Scholz no tiene ninguna posibilidad de ser reelegido y ya se ha reunido con su principal rival, Friedrich Merz.

Dado el conflicto histórico entre estos dos países, esta cooperación aparece como un rayo de esperanza. Pero tiene un lado oscuro. Ignorarlo no aportará una paz duradera.

Cooperación militar

Durante la visita de Macron, los dos países firmaron importantes acuerdos militares, entre los más destacados se encuentra el desarrollo conjunto de misiles de largo alcance. También declararon “progresos significativos” en el desarrollo conjunto de un sistema de combate terrestre, que dispondrá de un nuevo tanque de combate principal que sustituirá al Leclerc y al Leopard 2, así como del sistema de combate aéreo de última generación, que contará con un nuevo avión de combate.

Hay que recordar el objetivo de estos proyectos. En 2018, Macron abogó por un “verdadero ejército europeo” con el objetivo de “protegernos frente a China, Rusia e incluso Estados Unidos de Norteamérica”.

Considere esta afirmación en relación con el bombardeo de Dresde en 1945. ¿Acaso no fue EE UU quien salvó a Europa de un régimen tiránico? ¿Habría estado mejor Alemania si hubiera podido “defenderse” de EE UU en aquel momento? Un número creciente de políticos alemanes piensa que sí.

Macron le está dando poder a Alemania y habla específicamente de ser independiente de EE UU. Esto puede sonar maravilloso para algunos, pero si Alemania obtiene otro dictador, será casi imposible detenerlo.

Anclados a Alemania

En la actualidad, Europa depende profundamente de Alemania. Alemania alberga la economía y la industria más fuertes de Europa, mientras que la deuda nacional de Francia supera su producto interno bruto y el país se ve a menudo asolado por disturbios incontrolables. Desvincularse de Alemania parece imposible en estos momentos.

Pero las ambiciones alemanas también están estrechamente ligadas a Europa. No puede alcanzar el estatus de superpotencia sola, y la unidad europea es imposible con la rivalidad francesa.

Por lo tanto, los objetivos de Alemania y Francia dependen de una Europa sólidamente integrada.

Pero no era necesario llegar a este punto. Francia decidió deliberadamente vincularse a Alemania, aunque ello significara traicionar a EE UU y Gran Bretaña.

La ex primera ministra británica Margaret Thatcher advirtió en 1995: “Ustedes no han anclado Alemania a Europa. Han anclado a Europa, a una Alemania nuevamente dominante y unificada. Al final, amigos míos, descubrirán que no funcionará”.

Traición profetizada

La cooperación francoalemana ha sido alimentada y fortalecida durante más de 60 años. Lamentablemente, esta asociación conducirá a una de las traiciones más grandes de la historia moderna.

Francia rechazó a EE UU y Gran Bretaña y se entregó de todo corazón a Alemania, lo que la deja en una situación muy difícil. Por ejemplo, Macron no entiende la reticencia de Alemania a apoyar a Ucrania. Esta es una de las muchas señales de que esta relación es defectuosa, como explica el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, en su artículo “La ignorancia mortal de Francia sobre Alemania”.

En su artículo, el Sr. Flurry habló de profecías bíblicas que muestran cómo la cooperación entre estos dos países pone en peligro nuestro mundo. El difunto Herbert W. Armstrong también profetizó que Alemania y Francia formarían parte de la séptima y última resurrección del Sacro Imperio Romano.

Esto es particularmente sorprendente porque Francia es descendiente de la tribu israelita de Rubén; EE UU y Gran Bretaña descienden de su hermano José (como lo explica el Sr. Armstrong en Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía). Alemania es la Asiria bíblica, la nación que Dios utilizó para castigar a Israel antiguamente y que utilizará de nuevo (Isaías 10:5).

Cómo llegará la cooperación

La cooperación actual entre Francia y Alemania está mal dirigida. La Biblia advierte que llevará a una devastadora conflagración nuclear a escala mundial. Sin embargo, el conflicto venidero conducirá a la intervención divina de Jesucristo y al arrepentimiento de nuestro mundo.

Vea una característica clave de ese mundo venidero: “En aquel tiempo habrá una calzada de Egipto a Asiria, y asirios entrarán en Egipto, y egipcios en Asiria; y los egipcios servirán con los asirios a [el Eterno]. En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con Asiria para bendición en medio de la tierra; porque [el Eterno] de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad” (Isaías 19:23-25).

Habrá una autopista entre Israel, Asiria y Egipto. Bajo el justo liderazgo de Jesucristo, Alemania, Francia y los demás descendientes modernos de Israel se unirán para convertirse en las naciones líderes del mundo. Hoy en día, Francia y Alemania son a menudo llamadas el motor de una Europa unida. Pero después del regreso de Cristo, estas dos naciones formarán parte del motor que traerá la prosperidad a todo el mundo.

Sin embargo, antes de que esto ocurra, nuestro mundo tiene que aprender algunas lecciones importantes.

ALEMANIA Y EL SACRO IMPERIO ROMANO

Muchas personas están al tanto de las atrocidades cometidas por Alemania en la Segunda Guerra Mundial pero lo consideran como historia antigua. Estas personas ignoran por completo el legado que inspiró a Adolfo Hitler a crear su máquina de guerra nazi. Este surgimiento fue simplemente la resurrección reciente de un imperio guerrero con una larga y sangrienta historia. ¿Sabía usted que la Biblia profetizó de este régimen, así como del terrible resurgimiento de su última resurrección, en nuestros días?