La brecha espacial entre Europa y China

La Agencia Espacial Europea (esa, por sus siglas en inglés) anunció el 23 de enero que ya no tiene intención de enviar astronautas a la estación espacial china Tiangong. Esto provocó un gran descontento en Asia. Desde la década de 1980, la esa ha cooperado con China y ha hecho posible su programa espacial, el cual se considera una amenaza para Estados Unidos. La reciente ruptura se produce en medio de la guerra de Rusia contra Ucrania y en un momento de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China.

En 2022, expertos estadounidenses de la Fuerza Espacial, la Fuerza Aérea y la Unidad de Innovación de Defensa advirtieron que China está en vías de ganar la carrera espacial y que esto podría tener consecuencias militares fatales para Estados Unidos. En este contexto, Nina Armagno, directora de personal de la Fuerza Espacial estadounidense, advirtió: “[China] es el único país que tiene tanto la intención de remodelar el orden internacional como, cada vez más, el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para lograr ese objetivo”.

Parte de la razón por la que China representa una amenaza tan grave se debe a su cooperación con Europa.

En 2020, el Centro Aeroespacial Alemán (dlr, por sus siglas en alemán) y el Establecimiento Aeronáutico Chino (cae, por sus siglas en inglés) celebraron 40 años de estrecha cooperación. A través de los esfuerzos de la esa, Alemania también contribuyó en gran medida al programa espacial chino. Alemania no sólo ofreció su experiencia, sino que también apoyó directamente las misiones chinas. En 2021, el profesor alemán Robert F. Wimmer-Schweingruber recibió el Premio de Ciencia y Tecnología de Pekín 2020 por su contribución a la misión china a la Luna, Chang’E 4.

Así pues, Alemania ha sido un actor crucial en la carrera de China hacia el espacio. Y China no es la primera nación que recibe ayuda de los alemanes en este sentido. Los científicos alemanes no sólo iniciaron la carrera espacial durante la Segunda Guerra Mundial, sino que permitieron su continuación.

El Sputnik, el primer satélite artificial lanzado por la Unión Soviética en 1957, conmocionó al mundo. La carrera había comenzado y parecía que la dictadura rusa iba a ganar. Pero detrás del Sputnik había científicos alemanes que habían trabajado previamente en el programa alemán de cohetes V-2 durante la Segunda Guerra Mundial. La Unión Soviética los reclutó para su misión espacial. Gran parte de la razón por la que Estados Unidos ganó la carrera al final es porque utilizó a más científicos alemanes de forma más eficaz. Mientras que los científicos alemanes contribuyeron al desarrollo del Sputnik de forma indirecta, Wernher von Braun, el científico de cohetes clave de la Alemania nazi, diseñó directamente el cohete que llevó a los primeros estadounidenses a la Luna.

Hay que tener cuidado con el programa espacial chino; está amenazando el dominio estadounidense. Pero también hay que tener en cuenta a la nación que permitió la carrera espacial. Incluso esta reciente cooperación le da a Alemania la oportunidad de entrar en la carrera espacial con un enorme potencial.

En 2020, Estrack, una red de estaciones terrestres operada por la esa, realizaba el seguimiento de la nave lunar china para apoyar su misión. En aquel momento, Pier Bargellini, que dirige la División de Operaciones de Instalaciones Terrestres de la esa señaló: “Europa está ahora activa en el intento de tener misiones a la Luna: la Luna es el enfoque de la exploración para la esa, los estadounidenses y muchos otros. Así que estamos aprendiendo mucho sobre el seguimiento de naves espaciales alrededor de la Luna”.

El distanciamiento reciente entre Europa y China puede ser sólo temporal, pero también podría dar lugar a un enfoque más intenso en el propio programa espacial europeo.

Desde los primeros días de la Guerra Fría, los analistas han coincidido en que quien controla el espacio controla la Tierra. Sin embargo, la principal nación que inició y posibilitó la carrera espacial, y que ha intentado apoderarse de todo el mundo, es ignorada como amenaza potencial. En la Trompeta no ignoramos esa amenaza. Para comprender por qué observamos de cerca a Alemania, solicite un ejemplar gratuito de Alemania y el Sacro Imperio Romano.

Alemania desciende de la antigua Asiria. Aunque la Biblia revela que esta nación utilizará sus capacidades para causar mucha maldad en un futuro próximo, también revela una gran esperanza. En el artículo “Una nación digna de aplauso” de la Trompeta de septiembre de 2011, Ryan Malone escribió: “La palabra hebrea para Asiria literalmente significa ‘paso’, implicando éxito o progreso. Este será un nombre más adecuado para el ‘alemán’ (hombre de guerra) en un tiempo cuando los pueblos no ‘se adiestrarán más para la guerra’ (Isaías 2:4). Los asirios seguirán siendo líderes de la industria en las áreas de la manufactura y los esfuerzos creativos, usando sus habilidades no para construir herramientas de destrucción, sino para volver las armas en instrumentos de desarrollo y cultivo (versículo 4)”.