Kimberly Cheatle dimite como directora del Servicio Secreto

Kimberly Cheatle dimitió como directora del Servicio Secreto tras no haber proporcionado al ex presidente de Estados Unidos Donald Trump una protección adecuada, anunció el martes la Casa Blanca.

Envió una carta interna al personal de la agencia informándoles de su decisión. "Asumo toda la responsabilidad por el fallo de seguridad", escribió Cheatle. "Cuando asumí el cargo como su directora, me comprometí a hacerlo con honor e integridad".

Joe Biden elogió a Cheatle, diciendo: "Se ha dedicado desinteresadamente y ha arriesgado su vida para proteger a nuestra nación a lo largo de su carrera en el Servicio Secreto de EE UU. Como líder, hace falta honor, valor y una integridad increíble para asumir toda la responsabilidad de una organización encargada de uno de los trabajos más difíciles del servicio público."

La comparecencia: el lunes, Cheatle compareció ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes "sin estar preparada" para responder a casi cinco horas de preguntas. Sus vagas respuestas dejaron a los legisladores con poca confianza y mucha frustración.

"No me gusta el hecho de que los medios de comunicación hayan recibido muchas más respuestas que el Congreso", dijo el diputado Dan Goldman a Cheatle.

"Este comité no es conocido por … su modelo de bipartidismo, pero creo que hoy nos hemos unido unánimemente en nuestra decepción por su falta de respuestas", dijo a Cheatle el presidente de Supervisión, James Comer.

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Detalles sospechosos:

- Cheatle no llamó a los agentes asignados al Sr. Trump hasta tres días después del intento de asesinato.

- No visitó Butler, Pensilvania, donde se celebró el mitin de Trump.

- No facilitó ninguno de los documentos solicitados por los legisladores.

- Cheatle mintió diciendo que la azotea utilizada por el pistolero era demasiado empinada para ser ocupada.

- Se negó a responder directamente a las preguntas de la audiencia.

Cheatle tardó 10 días en dimitir, pero muchos republicanos y demócratas afirman que debería haberlo hecho antes. El retraso de su dimisión plantea la pregunta: ¿hubo un intento de encubrimiento durante los últimos 10 días?

No es incompetencia: el tiempo dirá hasta qué punto estuvo implicado el Servicio Secreto en el intento de asesinato de Donald Trump. Pero una cosa es cierta: podría haberse evitado. Hay demasiados hechos que apuntan a que el atentado fue un "trabajo desde dentro" como para decir que fue un simple caso de negligencia.

Como ha dicho el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry: "Esto no es incompetencia. ¡Es traición!".

Más información: lea "Estados Unidos bajo ataque".