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Khirbet Qeiyafa

Skyview Courtesy of Yossi Garfinkel

Khirbet Qeiyafa

Khirbet Qeiyafa es un yacimiento extremadamente singular en Israel. A diferencia de la mayoría de las otras antiguas ciudades israelitas que se han excavado, este yacimiento es relativamente “fácil” de excavar porque sólo tiene una capa principal de asentamiento (en contraste con las 26 de Megido, por ejemplo). Esencialmente, todo lo que hay en el yacimiento es de la misma época (aparte de algunas adiciones posteriores y menos extensas).

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Khirbet Qeiyafa no se ha vinculado definitivamente con una ciudad específica de la Biblia (de ahí el nombre árabe comúnmente utilizado). Hay varios candidatos, como se describirá en este artículo. Sin embargo, este yacimiento especial, habitado sólo durante unas décadas, contribuye en gran medida a establecer el contexto de los primeros (y muy debatidos) años del reino de Israel durante la época del propio rey David. Khirbet Qeiyafa, gracias a su firme datación, puede utilizarse como yacimiento de referencia con el que comparar otros sitios y hallazgos arqueológicos.

¿Filisteo o israelita?

Khirbet Qeiyafa es un gran montículo fortificado situado a unos 32 kilómetros (20 millas) al suroeste de Jerusalén. La ciudad se situaba directamente entre los límites geográficos de las tierras israelitas y filisteas, con vistas al valle de Ela, donde tuvo lugar la batalla entre David y Goliat (1 Samuel 17:2). La fortaleza se estableció en una región disputada, lo que plantea la cuestión de a quién le pertenece.

Los minimalistas afirman que Israel era pequeño y carecía de un gobierno centralizado en la época en que se construyó esta ciudad, por lo que era incapaz de establecer una fortaleza monumental. Afirman que Khirbet Qeiyafa debió ser construida por los filisteos o alguna otra cultura, pero desde luego no por Israel. Los tradicionalistas de la Biblia aceptan el punto de vista bíblico e histórico y creen que Israel era capaz de producir una ciudad de tamaño considerable y bien planificada.

Para los tradicionalistas, la pregunta sigue en pie: ¿Se trataba de un lugar israelita o filisteo?

Varias piezas de evidencia responden a esta pregunta.

La primera gira en torno al descubrimiento de miles de huesos de animales. El análisis de los huesos proporcionó una importante revelación: Ninguno de los huesos pertenecía a cerdos. Es habitual que en las excavaciones de ciudades filisteas y cananeas (sobre todo en las primeras) se descubran huesos de cerdo. Los cerdos se utilizaban como alimento y probablemente también como sacrificios. Si Khirbet Qeiyafa era una ciudad filistea, la ausencia de huesos de cerdo la convierte en una anomalía. Por otro lado, la ausencia de huesos de cerdo es totalmente consistente con otros sitios judíos en los que apenas se encuentran restos de cerdos.

En segundo lugar, las pruebas de los orígenes israelitas de Qeiyafa llegaron en forma de pruebas lingüísticas, sobre todo un gran tiesto de cerámica, u óstraco, cubierto de escritura antigua. Los expertos identificaron la escritura como un precursor primitivo del hebreo. (Véase la página 97 para más información).

En tercer lugar, las pruebas estructurales demostraron que las casas de Khirbet Qeiyafa se construyeron adosadas a la muralla de la ciudad en lo que se conoce como un plano en casamata. La planificación urbana en casamatas no se encuentra en las ciudades filisteas o cananeas. En cambio, es una característica conocida de las ciudades judías.

En cuarto lugar, a diferencia de la mayoría de las ciudades filisteas y cananeas, Khirbet Qeiyafa no tiene un lugar central de adoración. No hay un centro urbano donde se colocaran y adoraran ídolos. El yacimiento también carecía notablemente de ídolos. Esto también es inusual en los yacimientos filisteos, pero totalmente consistente con lo que cabría de esperarse de una ciudad judía.

Por último, se dató con carbono 14 una serie de huesos de aceituna excavados en Khirbet Qeiyafa. El análisis arrojó un rango de fechas de alrededor de 1020 a 980 a. e. c., directamente dentro de la cronología bíblica de los reyes Saúl y David (véase la cronología en la página 14). Las pruebas en Khirbet Qeiyafa, por tanto, sugieren que se trata de un yacimiento judaíta.

La identidad bíblica de Qeiyafa

¿Se menciona Khirbet Qeiyafa en la Biblia? Se han presentado posibilidades. Una es Aditaim, mencionada en Josué 15:36. Esta especulación se basa en que las ciudades enumeradas en este versículo siguen un orden geográfico preciso. Teniendo en cuenta la ubicación de otras ciudades enumeradas en este capítulo, Khirbet Qeiyafa podría ser Aditaim.

Otra posibilidad es Netaím. Esta ciudad aparece mal referenciada en la mayoría de las Biblias en lengua inglesa [y algunas en español como la RV1960]: “Estos eran alfareros, y moraban en medio de plantíos y cercados; moraban allá con el rey, ocupados en su servicio” (1 Crónicas 4:23). La palabra “plantaciones” es en realidad el nombre de una ciudad, Netaim. Y la palabra “cercados” se refiere a la ciudad Gedera. Basándose en la proximidad de Khirbet Qeiyafa a Gedera (estas ciudades están cerca del Valle de Ela), algunos especulan que podría tratarse de Netaím.

El nombre bíblico más comúnmente aceptado es el que aceptó el excavador del yacimiento, el profesor Garfinkel: Saaraim. La palabra Saaraim significa “dos puertas”. Y Khirbet Qeiyafa tiene la distinción de ser la única ciudad conocida del Hierro ii equipada con dos puertas.

Las ciudades fortaleza típicas sólo tenían una puerta, ya que el punto de entrada y salida es la parte más débil de la instalación. Sin embargo, Khirbet Qeiyafa tiene dos puertas idénticas, grandes y de cuatro cámaras: una al sur y otra al oeste. La razón no está clara, pero esta ciudad encuadra sin duda con el nombre de “dos puertas”.

Saaraim se menciona en unos pocos versículos bíblicos, todos ellos en contextos tempranos (por lo que se corresponde con la temprana habitabilidad de Khirbet Qeiyafa). También se menciona junto a la ciudad de Aditaim en la lista de ciudades de la que se habla en Josué 15:36, lo que demuestra que Saaraim estaba situada en la misma zona geográfica.

También se hace referencia a esta ciudad en 1 Samuel 17:52, que describe las secuelas de la batalla de David contra Goliat: “Levantándose luego los de Israel y los de Judá, gritaron, y siguieron a los filisteos hasta llegar al valle, y hasta las puertas de Ecrón. Y cayeron los heridos de los filisteos por el camino de Saaraim hasta Gat y Ecrón”.

Khirbet Qeiyafa tiene vista directamente al Valle de Ela, donde tuvo lugar la batalla entre David y Goliat (y la consiguiente derrota del ejército filisteo). Así pues, tanto el marco de tiempo como la ubicación encajan para identificar Khirbet Qeiyafa como Saaraim.

Otro versículo proporciona una posible referencia interesante a esta ciudad. Aparece temprano en la historia de David y Goliat. El versículo 20 registra la llegada de David con provisiones para sus hermanos, que formaban parte del ejército israelita: “Se levantó, pues, David de mañana (...) se fue con su carga como Isaí le había mandado; y llegó al campamento cuando el ejército salía en orden de batalla, y daba el grito de combate”.

La palabra para “campamento” (“trinchera” en la kjv), magal, puede significar una muralla circular. Las excavaciones de Khirbet Qeiyafa revelan claramente una fortaleza de muralla circular. ¿Es posible que David visitara a sus hermanos en esta fortaleza circular?

Una referencia más a Saaraim aparece en el libro de Crónicas: “Los hijos de Simei fueron dieciséis, y seis hijas; pero sus hermanos no tuvieron muchos hijos (...) Y habitaron en (...) Bet-marcabot, Hazar-susim, Bet-birai y Saaraim. Estas fueron sus ciudades hasta el reinado de David” (1 Crónicas 4:27-31).

Este pasaje vincula específicamente a Saaraim con la época del reinado de David. El versículo 31 dice que Saaraim estuvo poblada por la familia de Simei hasta el reinado de David. A juzgar por este versículo y los anteriores, vemos que si Khirbet Qeiyafa era realmente la Saaraim bíblica, se estableció en lo mínimo como un lugar estratégico antes incluso de que David se convirtiera en rey, aunque desapareció por completo no mucho tiempo después, lo que concuerda bien con los datos del carbono 14.

Los descubrimientos

Khirbet Qeiyafa es un sitio relativamente nuevo para los excavadores. Aunque su existencia era conocida por arqueólogos y topógrafos desde finales del siglo XIX, no se consideraba importante. Sólo en los últimos 20 años los arqueólogos han empezado a observar con más detalle la intrigante estructura de la antigua fortaleza. Así, las excavaciones comenzaron en 2007 y desde entonces han producido numerosos hallazgos intrigantes.

Uno de los hallazgos más espectaculares es un gran tiesto de cerámica que lleva cinco líneas de texto proto-hebreo. La traducción sugerida de este óstraco es sorprendentemente similar al registro bíblico del nombramiento del rey Saúl (1 Samuel 8:11-19). Esto podría apoyar la opinión de que Khirbet Qeiyafa era una fortaleza israelita en funcionamiento en el momento del establecimiento del reino de Israel.

La presencia de la escritura es significativa. Khirbet Qeiyafa muestra no sólo una fuerte presencia israelita temprana, sino una que utilizaba la escritura, una necesidad vital para el funcionamiento de un reino. (Para más información sobre la alfabetización en el Israel del siglo X, véase la página 97.)

Khirbet Qeiyafa también proporcionó otra inscripción interesante en una vasija de almacenamiento. Esta inscripción lleva las palabras “Es-baal, hijo de Beda”. Saúl tuvo un hijo con este nombre (1 Crónicas 8:33). Esta inscripción confirma el uso del nombre durante el mismo periodo. Durante periodos posteriores de la historia de Israel, los nombres que incluían “Baal” cayeron en desuso.

Otros hallazgos interesantes de Khirbet Qeiyafa incluyen dos objetos portátiles como santuarios de tamaño medio similares a una “caja”, uno de arcilla y otro de piedra. Las características de su diseño se han comparado con las descripciones que aparecen en la Biblia del templo y el palacio de Salomón en Jerusalén en el siglo X.

En el modelo de piedra hay jambas de triple rebaje. En 1 Reyes 7:4-5 se describe a Salomón utilizando este estilo de arquitectura para su palacio cercano al templo (y es probable que empleara la misma técnica para el propio templo). Además, la Mishná (Middot 3, 7) muestra que el marco de la puerta del templo de Herodes se construyó de la misma manera que se muestra en este modelo.

La abertura de la puerta modelo mide 20 centímetros (8 pulgadas) de alto por 10 centímetros (4 pulgadas) de ancho. La Misná describe el segundo templo con una puerta de 40 amah de alto por 20 amah de ancho, las mismas proporciones (Middot 4, 1; es importante señalar que gran parte del diseño del segundo templo estuvo influido por el primero).

El modelo tiene siete “cuadrados” salientes bajo el tejado. Cada cuadrado está dividido por dos líneas, en tres pequeños rectángulos. Está claro que pretenden representar los extremos de los travesaños de madera que sostienen el tejado. (Para más información sobre esta característica del diseño, véase la página 40).

Además de estos otros descubrimientos, los arqueólogos han descubierto una gran estructura de un palacio en el centro de Khirbet Qeiyafa. Es probable que aquí viviera el gobernador. Se cree que la ciudad en sí albergaba entre 500 y 600 personas dentro de sus murallas fortificadas, algunas de cuyas piedras pesaban hasta 8 toneladas.

Khirbet Qeiyafa en la actualidad

Los arqueólogos no saben por qué Khirbet Qeiyafa fue abandonada tan pronto en la historia del reino de Israel. Quizá ya no era necesaria como elemento disuasorio contra los filisteos después de que el rey David los eliminara como amenaza y una vez que Salomón iniciara su largo y pacífico reinado.

Khirbet Qeiyafa fue reutilizada de forma intermitente tras la conquista del reino de Judá por Babilonia en el siglo VI a. e. c., generalmente como zona agrícola. El sitio incluye un par de casos de proyectos de construcción aislados, dentro de un marco temporal de finales de Persia/principios de Helenismo, así como durante el periodo bizantino. Sin embargo, la ciudad-fortaleza nunca volvió a alcanzar la gloria que experimentó a principios del siglo X bajo el reinado del rey David.

Queda mucha obra arqueológica por hacer en este yacimiento único. Aunque ya se han encontrado numerosos hallazgos, se calcula que sólo se ha excavado un 20% del montículo. Así que mientras abundan los debates y las discusiones sobre la veracidad del relato bíblico del reino de Israel bajo Saúl y David, la historia descubierta en Khirbet Qeiyafa sigue siendo testigo, al igual que lo fue hace más de 3.000 años, al contemplar el Valle de Ela, donde un joven, lleno de fe y honda en mano, se acercó a un gigante.