TROMPETA
Jill Biden compara la restricción de libros sexualmente explícitos en las escuelas con la Alemania nazi
La primera dama, Jill Biden, y su hija, Ashley, promovieron el esfuerzo de la administración de Biden por ayudar a las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transexuales y queer en una cena de recaudación de fondos de la Campaña de Derechos Humanos en Los Ángeles, California. Jill Biden dedicó parte de su discurso a hacer una comparación histórica entre la restricción de libros sexualmente explícitos en las escuelas y la Alemania nazi.
La historia nos enseña que las democracias no desaparecen de la noche a la mañana. Desaparecen lentamente. Sutilmente. Silenciosamente. La prohibición de un libro. La decisión de un tribunal. Una ley de “no digas gay”. Antes de la Segunda Guerra Mundial, me han dicho, Berlín era el centro de la cultura lgbtq en Europa.
—Jill Biden
Comparación falsa: los nazis eran famosos por quemar libros que contenían ideas no respaldadas por el Estado, del mismo modo que los demócratas son famosos por censurar las publicaciones en los medios de comunicación que contienen ideas no respaldadas por el Estado. Sin embargo, hay una gran diferencia entre quemar libros y mantener el material pornográfico fuera de las escuelas públicas.
Muchos de los libros que los republicanos intentan prohibir en las escuelas públicas contienen descripciones gráficas de adolescentes que roban vino a sus padres y mantienen relaciones sexuales entre ellos. Ninguna nación occidental ha permitido semejante cochambre en su sistema educativo de primaria durante siglos.
Comparar los esfuerzos republicanos para proteger la mente de los niños con la quema de libros por los nazis es un acto deplorable de falsa equivalencia por parte de Jill Biden, quien ayudó a criar a un hijastro sexualmente desviado, famoso por gastar millones de dólares en drogas, damas de compañía y novias.
La profecía dice: Judas 7 es la advertencia más contundente de la Biblia en contra de la homosexualidad, el transexualismo y otras perversiones sexuales que se fomentan en las escuelas de EE UU. Advierte que las naciones que viven como Sodoma y Gomorra sufrirán “la venganza del fuego eterno”. El hecho de que la primera dama de EE UU y su hija estén impulsando este tipo de perversión demuestra lo profunda que es la podredumbre moral en EE UU.
Más información: lea “Sacrificio moderno de niños”.