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Icabod - Nuestra mayor advertencia

Icabod - Nuestra mayor advertencia

La antigua capital israelita de Silo era el sitio del tabernáculo de Dios y del arca del pacto. Pero también fue el lugar de una horrenda masacre. Conozca por qué Dios abandonó Silo, y cómo un niño nacido durante esa época terrible es nuestra mayor advertencia para hoy.

Transcripción de La Llave de David

La ciudad de Silo fue la primera capital de Israel en la Tierra Prometida, y allí fueron guiados por Josué. Él los llevó a todos a la Tierra Prometida, y era un líder fuerte y valiente. Y todo el tiempo que estuvo allí, fueron poderosos en Silo y en toda la Tierra Prometida, y todo iba bien. Pero después de su muerte, bueno, realmente todo comenzó a desmoronarse. Muchos problemas comenzaron a desarrollarse.

Todo esto se explica en mi libro, Los profetas anteriores. Josué mismo fue uno de esos profetas anteriores, y ellos dieron su profecía y principalmente la mayor parte de ella es para este tiempo del fin. Es para este tiempo final, HOY. Es profecía, por eso se les llama los profetas anteriores. Si miran incluso la vida de Samuel, él creció allí en Silo y se convirtió en un gran profeta de Dios.

Pero bueno, pueden pedir el folleto Los profetas anteriores, y toda nuestra literatura, por supuesto, es gratis.

Noten lo que dice Jeremías 7 en verso 12. Esto está en el estudio del antiguo Silo de Jude Flurry. Sólo quiero hacer un par de citas aquí, dos o tres de este artículo, y les enviaremos un ejemplar si lo solicitan, y al final de este programa les explicaremos todo eso.

Verso 12, dice, esto es Jeremías 7, verso 12 [Versión Reina Valera]: “Andad ahora a mi lugar en Silo, donde hice morar mi nombre al principio”. El primero en la Tierra Prometida. Esa se convirtió en la CAPITAL de Israel en ese tiempo, una ciudad muy grande y con algunos ejemplos ASOMBROSOS y que necesitamos tener en nuestras mentes, y ellos realmente nos ayudan a entender estas profecías como deberíamos. El tabernáculo estuvo allí por más de tres siglos, así que tenemos muchas cosas espirituales que ver.

Samuel fue el último juez, por lo que tuvo muchos momentos difíciles en la historia de Jueces, el libro más sangriento de la Biblia. I Samuel 1 en verso 3. Samuel es también uno de los profetas anteriores, y ellos son usados aquí sólo para explicar esto en la Tierra Prometida. Es cuando estaban haciendo su trabajo. I Samuel 1 en verso 3 dice, habla acerca de los padres de Samuel viajando a Silo anualmente para adorar y ofrecer sacrificios. En ese tiempo los sacerdotes en Silo eran el sumo sacerdote Elí y sus dos hijos, Ofni y Finees, ambos corruptos. Robaban carne, comida, de los israelitas cuando venían a la capital, y era tanta corrupción que quizás no se encontraría algo mayor en casi ningún tiempo en Israel. Pero Dios levantó a Samuel para corregir todo eso; tenía que ser corregido, y Samuel hizo mucho de eso. Y Samuel, cuando estaba en Silo, Dios se le apareció dos veces, EN PERSONA. Eso dice mucho acerca de Samuel, y de cómo lo veía Dios. Pero ¡imagínense eso! Dos veces vio a Dios en Silo.

Así que sólo quiero hablarles de una persona, que dice mucho de Silo, y mucho de muchas otras advertencias y dificultades que a veces enfrentamos. Pero quiero hablarles de Icabod. Icabod, nuestra mayor advertencia para hoy. Ahora, él nos muestra cómo la llegada de todos estos problemas es para este tiempo final, ¡justo antes de la Segunda Venida de Cristo! Ahí es cuando todo esto sucede para nosotros hoy. ESTÁ profetizado, y Silo es sólo un TIPO de lo que viene en este tiempo final. Necesitamos entender eso, y al FINAL de todo esto, Jesucristo viene a la Tierra y nos da paz, y gozo, y felicidad para siempre. Eso va a ser algo maravilloso, ¡en todo el universo para siempre!

Así que aquí, la Biblia ciertamente registra una gran historia de Silo, y esto es lo que dice en I Samuel 4, versos 10 al 11. Esto es acerca de la batalla de Eben-ezer, y creyendo que derrotarían a los filisteos, pero aquí está lo que dice; los resultados fueron simplemente desastrosos. “Pelearon, pues, los filisteos, e Israel fue vencido, y huyeron cada cual a sus tiendas; y fue hecha muy grande mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie. (11) Y el arca de Dios fue tomada”. Ahora, cuando el sumo sacerdote supo la noticia, hasta se cayó y se rompió el cuello porque le IMPACTÓ mucho todo eso. Ellos tenían el Arca del Pacto, la llevaron a la batalla con ellos, pensando, bueno, que Dios los ayudaría y se aseguraría de que ganaran la batalla. Pero eso es sólo un SÍMBOLO de Dios, e Israel había estado pecando grandemente, y ellos pensaron que si tomaban el Arca del Pacto, eso significaría que tenían la protección de Dios, pero no fue así en absoluto. Incluso perdieron el Arca del Pacto, ¡el Arca de Dios!

Y pensaban que tenían mucho. Tenían el arca de Dios y tenían el tabernáculo, y eran la capital de Israel, y estaban en la gran ciudad de Silo, y seguían pensando: Bueno, muy bien, tenemos el templo. Tenemos el templo. Tenemos el templo. ¡Pero no tenían a Dios! Dios ya no estaba en su presencia debido a sus pecados. NO era una buena parte de su historia.

Realmente cuando lo piensas, ¿qué tiene de BUENO tener un templo de Dios o una Iglesia de Dios y no tener la PRESENCIA de Dios? Y la Biblia dice, bueno, si estamos con Dios, tenemos Su presencia y vamos a tener muchos milagros en la vida si estamos cerca de Dios, y de esa forma DEBERIA ser. Les hablaré un poco más de eso después. ¿Pero de qué sirve? ¿Vamos a salir y pelear una batalla en el NOMBRE de Dios, y no estamos cerca de Él, no estamos obedeciéndole? Bueno, entonces perdemos las batallas. ¡De eso se trata todo esto! Perdemos nuestras batallas ESPIRITUALES. Eso es lo más importante de todo.

I Samuel 4 en verso 19, dice esto: “Y su nuera la mujer de Finees, que estaba encinta, cercana al alumbramiento, oyendo el rumor que el arca de Dios había sido tomada, y muertos su suegro y su marido, se inclinó y dio a luz; porque le sobrevinieron sus dolores de repente”. Lo que sucedió es que ella estaba embarazada de un niño y murió.

El verso 21 dice: “Y llamó al niño Icabod, diciendo: ¡Traspasada es la gloria de Israel! por haber sido tomada el arca de Dios, y por la muerte de su suegro y de su marido”. Sólo recuerde, todo esto es acerca de los profetas anteriores, y este ejemplo de Icabod está ahí para nosotros en este tiempo final para APRENDER de él. ¡Icabod! ¡Él acababa de perder la gloria de Dios! Eso es lo peor que podría pasar.

Este es realmente creo que uno de los mejores ejemplos en la Biblia, porque nos dice mucho acerca de lo que pasó. ¿Qué es Silo sin Dios? ¿Qué es una batalla como la que tuvieron cuando perdieron 34.000 hombres? ¿Por qué perdieron esa batalla? Peleando en el nombre de Dios, pero Dios no estaba con ellos. Él no estaba con ellos porque ellos no estaban con Él y se estaban alejando de Dios, y especialmente en los años después de Josué, quien fue, como dije, uno de esos profetas anteriores.

Si estamos con Dios, y Dios está CON nosotros y perdemos ESO, entonces hemos perdido todo. Espiritualmente, lo hemos perdido todo. Pero aquí está lo que dice el Salmo 78 en verso 60: “Dejó [Dios], por tanto, el tabernáculo de Silo”, el lugar donde adoraban. ¡Lo abandonó! ¡Simplemente se fue! No quería estar en esa presencia pecadora. Este es Dios, quien es perfecto en justicia, y esta gente se estaba alejando de Él, y Él los abandonó después de que ellos lo abandonaron a Él. Eso es lo que realmente estaba pasando. Ellos abandonaron el tabernáculo de Silo.

Y luego en Jeremías 7, verso 12, déjenme leérselos, dice: “Andad ahora a mi lugar en Silo, donde hice morar mi nombre al principio, y ved lo que le hice por la maldad de mi pueblo Israel”.

Y luego en verso 6 [Jeremías 26] dice: “Yo pondré esta casa como Silo, y esta ciudad la pondré por maldición a todas las naciones de la tierra”. Es decir, cada nación de la Tierra iba a saber todo acerca de esa maldición porque era tan horrible. TODAS las naciones lo sabían muy bien; así de malo era.

Y esto concluye diciendo en verso 9: “Esta casa será como Silo, y esta ciudad será asolada hasta no quedar morador”. Jeremías estaba hablando a Jerusalén y diciéndoles: Miren, esto es para USTEDES. ¡Esto es profecía para USTEDES!

Él sólo fue a los judíos, pero en su libro dice que es para Israel, y es para Israel, tres naciones de Israel, en este tiempo final. Eso se explica en nuestro libro sobre Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.

El verso 9 dice: “Esta casa será como Silo, y esta ciudad será asolada hasta no quedar morador”. La ciudad entera fue arrasada porque Dios permitió que eso pasara. No eran ciudades enormes como las que tenemos hoy, pero aun así perdieron miles de personas.

En el Salmo 78, verso 61 dice: “Y entregó a cautiverio su poderío, y su gloria en mano del enemigo”. Eso es lo que le sucedió a esta ciudad capital en Israel, Silo.

Verso 62: “Entregó también su pueblo a la espada, y se irritó contra su heredad. (63) El fuego devoró a sus jóvenes, y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales”.

Verso 64: “Sus sacerdotes cayeron a espada, y sus viudas no hicieron lamentación”. Pueden ver cuánto pecado está pasando aquí, y Dios tiene mucho que decir al respecto. Pero sólo piensen en todo lo que Dios está diciendo aquí y cuán malo era, y nadie, las naciones nunca lo habían visto en todo el mundo como este, como Silo.

Y entonces Jeremías se lo dijo a Judá. Él estuvo en Judá y luego escribió su libro a TODO Israel, todas las 12 naciones de Israel en este tiempo final. No era tanto así, no estaban esparcidos y separados, como lo están hoy. Jeremías fue directo a donde ellos iban a sus servicios espirituales, y justo delante de ellos mientras entraban a ese templo, les dijo acerca de Silo y cómo les iba a suceder si no se arrepentían, que eso les iba a suceder a ellos. Y ellos dijeron acerca de eso: Bueno, él sin duda morirá. Eso fue lo que dijeron inmediatamente, ¡que iba a morir! Iban a matarlo por decirles la verdad, directamente de la Biblia. ¡Estaba ahí mismo para que todos lo vieran, y TODO eso es un tipo de Israel en este tiempo final, también!

Por eso estos libros se llaman profetas, los profetas anteriores y otros profetas como Jeremías. ¡Son principalmente para este tiempo final! Y eso es algo que la mayoría de la gente no entiende.

Bueno, de todos modos, Silo era el centro de todo: su política, su religión, y terminaron perdiendo el arca misma de Dios, y perdiendo Silo y el tabernáculo y todo lo que era espiritual, y eso incluyó un montón de cosas físicas y un montón de peligro físico, también.

Ellos guardaban la Fiesta de los Tabernáculos en ese tiempo, o Sucot; eso era muy crítico. ¡Pero esto fue una destrucción tan EXTREMA que aquí, 500 años después, Jeremías le estaba hablando a Jerusalén de que ellos tenían el mismo problema! El mismo problema que en Silo.

Noten que esto también es para nosotros hoy. Déjenme mostrarles eso. Capítulo 49 de Génesis, dice esto en verso 1: “Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los últimos días” [versión King James]. Todo esto es para los últimos días, y es el primer libro de la Biblia. ¿Creen que no hay mucha profecía allí? ¡Un tercio de la Biblia es profecía! ¡Y es la prueba más grande que hay de Dios Mismo!

Y miren lo que Dios dice en el verso 10: “No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies [también de Judá], hasta que venga Siloh; y a él se congregarán los pueblos”. Ahora, ¡este es un verso asombroso! En realidad está hablando de la venida del Mesías, ¡y simplemente lo llama Siloh! Esta Gran Tribulación que viene sobre esta gente si no se arrepienten en este tiempo final, aquí está diciendo que todo está atado junto con el regreso de Jesucristo Mismo. ¡Todo está unido! Y Dios lo llama Siloh. Creo que eso es algo muy importante, ¡y está enfocado EXACTAMENTE en nosotros! Ven, ¡es para NOSOTROS hoy! ¡Tenemos que entender eso! Si el Mesías viene después de Siloh (inmediatamente después de él), ellos realmente están atados juntos de algún modo, y significa que todo viene al mismo tiempo, sólo que uno inmediatamente después del otro. La Segunda Venida de Cristo viene INMEDIATAMENTE después de la Gran Tribulación. Y entonces el Día del Señor también, que también está ligado a esa gran prueba, o muchas pruebas en el tiempo final.

Después de su destrucción, Silo se convirtió en una ADVERTENCIA. “Andad ahora a mi lugar en Silo”, advierte Dios, “donde hice morar mi nombre al principio, y ved lo que le hice por la maldad de mi pueblo Israel”. Esto es Jeremías 7 en verso 12. Se trata del pueblo de Dios. Se trata de Icabod. ¡Perdieron la gloria de Dios! ¡Y este hombre nos lo ilustra en su ejemplo para nosotros para todos los tiempos! Y ESPECIALMENTE se enfoca en el tiempo FINAL cuando tanta gente es asesinada si no aprenden a ESCUCHAR el mensaje de Dios en este tiempo final. Eso es lo que Dios nos dice una y otra vez. ¡Icabod! Nuestra Mas Grande Advertencia Hoy. Y es el ejemplo más magnífico de algo así que veo en la Biblia. Es muy diferente, y se destaca, y se quedará en su memoria, y realmente puede enseñarnos una gran, gran lección.

¡I Reyes 6 en verso 1 habla sobre el tiempo más oscuro, más sangriento en la historia de Israel, y sólo muestra a través de Silo que nunca vamos a tener paz hasta que aprendamos lo que paso en Silo y de qué se trata y qué nos enseña! Nos enseña como tener paz y gozo y felicidad y unidad. No tenemos eso hoy. Simplemente no lo tenemos.

Y luego el verso 12 [Jeremías 26] dice: “Y habló Jeremías a todos los príncipes y a todo el pueblo, diciendo: [El Eterno] me envió a profetizar contra esta casa y contra esta ciudad…”. ¡Dios me envió a hacer esto! ¿Qué otra cosa podía hacer? Dios le habría quitado la vida si no hubiera hecho lo que le dijo que hiciera, y esa lección tenía que llegar a Jerusalén en aquel momento. Pero hoy tiene que ser llevada a tres naciones de Israel, algo que realmente necesitamos entender.

Él los llama una cueva de ladrones, y entonces aquí en Apocalipsis 10 y verso 11 dice: Tienes que ir y profetizar otra vez. Eso es lo que tenemos que hacer en este tiempo final.

Y luego continúa diciendo que el propio pueblo de Dios, el 95% de ellos, se han ALEJADO de Dios, ¡y están en el patio exterior y NO en el patio interior donde Dios mora! ¡No tienen a Dios en su presencia! ¡Han perdido a Dios! Se han alejado de Él, y hoy nos está pasando lo mismo que le pasó a Silo hace tantos, tantos años.