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Guttenberg y un militarismo alemán renacido

JOHN MACDOUGALL/AFP VIA GETTY IMAGES

Guttenberg y un militarismo alemán renacido

Después de casi 80 años de una mentalidad pacifista predominante, la mentalidad bélica despierta nuevamente en Alemania.

La mentalidad bélica alemana está creciendo. El ministro de Defensa, Boris Pistorius, declaró ante una audiencia estadounidense el 9 de mayo: “Alemania está haciendo de la defensa nacional y colectiva su prioridad, lo cual es la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial ” (énfasis mío a lo largo del texto). Esto no son sólo palabras. Alemania está aumentando drásticamente su presupuesto militar. La timidez de la posguerra está siendo sustituida por un militarismo renacido.

Pistorius tiene razón: ¡Alemania no había enfatizado tanto su ejército desde el final de la Segunda Guerra Mundial!

En octubre pasado, Pistorius le dijo a la cadena pública zdf: “Tenemos que volver a hacernos a la idea de que el peligro de guerra puede estar amenazando a Europa. Y eso significa que tenemos que estar preparados para la guerra. Tenemos que estar en condiciones para la defensa. Y preparar tanto a la Bundeswehr (las fuerzas armadas) como a la sociedad para esto”.

Dijo que no sólo el ejército alemán necesita prepararse para la guerra, ¡también el pueblo alemán! Los líderes alemanes están preparando a sus conciudadanos para los días muy oscuros que se avecinan, cuando una vez más tengan que luchar por la patria. ¡Realmente se trata de “la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial!”.

Sin embargo, hubo un líder que impulsó el renacimiento de la mentalidad militar antes de que estallara la guerra en el continente europeo en 2022. Su nombre es Karl-Theodor zu Guttenberg. Fue ministro de Defensa de Alemania y el político más popular de la época. Bien podría ser el hombre que lidere a Alemania y al resto de Europa en esta nueva era de militarismo.

‘Guerra’ en Afganistán

En 2007, Der Spiegel escribió sobre el primer impacto público de Guttenberg. Giró en torno al despliegue permanente de tropas en el conflictivo Afganistán. En ese momento, Guttenberg era presidente de la Comisión de Política Exterior de la Unión Socialcristiana (de 2005 a 2008).

En el grupo parlamentario socialdemócrata del Bundestag (Parlamento Federal) aumentaban las peticiones para que no se extendiera el mandato de la Bundeswehr. Entonces Guttenberg, junto con Hans-Ulrich Klose, “propuso de repente una nueva variante”: expandir la misión. Spiegel calificó el documento de 760 palabras de “provocación deliberada” y “ruptura del tabú”. Hasta entonces, un despliegue general en el sur “se consideraba un tema sin importancia en el debate político doméstico”.

En lugar de seguir el estado de ánimo popular, Guttenberg —que entonces sólo tenía 35 años— se propuso deliberadamente a cambiar el estado de ánimo en Alemania. No quería que Alemania se viera frenada por su pasado, a causa de haber iniciado las dos guerras mundiales y otras guerras anteriores. Quería una nueva Alemania que actuara con confianza militar. Pero también percibió que el pueblo alemán no estaba totalmente preparado para ese cambio.

Guttenberg escribió un memorando, “El compromiso alemán en Afganistán”, donde proponía esfuerzos para aumentar la aceptación pública del esfuerzo militar. Pero la opinión pública no se dejó convencer. Al año siguiente, Guttenberg declaró al Passauer Neue Presse que “se necesita aún un brillante logro comunicativo para que la población se sume al proyecto”.

Entonces se convirtió en ministro de Defensa. En este nuevo cargo, Guttenberg continuó con su objetivo de hacer que el pueblo alemán tuviera una mentalidad más bélica.

“Nuestro compromiso en Afganistán ha sido durante años una operación de combate”, dijo a Bild. “Pero la sensación es —y no sólo entre nuestras tropas— que los talibanes están haciendo la guerra contra los soldados de la comunidad internacional”.

Esta declaración marcó un punto de inflexión en la forma en que Alemania entendía a su ejército. Ya no era simplemente una fuerza de defensa preparada para hacer frente a una invasión. Estaba involucrada en la guerra en el extranjero.

Como escribimos:

Debido a la historia de la nación en el siglo xx, que hizo que los Aliados proclamaran que el militarismo alemán debía ser destruido permanentemente después de la Segunda Guerra Mundial, los políticos y periodistas se esforzaron por evitar referirse a las operaciones militares alemanas como “guerra”. Guttenberg no fue tan tímido. (…)

Aunque se trataba simplemente de un cambio de terminología, las palabras del ministro de Defensa ocuparon los titulares de todo el país. Hasta el día de hoy, sus palabras están marcadas en la memoria de muchos ciudadanos y periodistas. Más allá de romper un tabú alemán, sus palabras marcaron un punto de inflexión en la historia alemana posterior a la Segunda Guerra Mundial. Anteriormente, los alemanes habían sido tímidos a la hora de implicarse en cualquier tipo de guerra y, desde luego, de decirlo públicamente. Las palabras de Guttenberg provocaron un cambio en esa mentalidad. Los soldados y ciudadanos alemanes celebraron su voluntad de hablar claro, y sus palabras permitieron a los alemanes empezar a dejar atrás su timidez de posguerra.

Guttenberg era entonces como una estrella del rock político. Casi todo el mundo en Alemania pensaba que sería el próximo canciller.

Transformando la Bundeswehr

Durante su breve mandato como ministro de Defensa (2009-2011), Guttenberg fue responsable de un importante cambio estructural en la Bundeswehr: la suspensión del servicio militar obligatorio. Él solo, cambió drásticamente la composición del ejército.

Después de que Rusia invadiera Ucrania en 2022, mucha gente consideró esa decisión un error. Es importante entender por qué la tomó Guttenberg.

En recientes programas de entrevistas y debates, Guttenberg ha defendido su decisión. Dijo que los recortes de gastos eran necesarios y que la situación de seguridad en aquel momento era diferente. Eligiendo entre mantener el servicio militar obligatorio y equipar a las tropas en el extranjero, optó por lo segundo. Esto ahorró a Alemania miles de millones de euros a lo largo de los años. Pero también revela la mentalidad militarista de Guttenberg.

Como explicaba nuestro artículo, la visión a largo plazo de Guttenberg “va más allá de simplemente defender las fronteras alemanas de una agresión rusa en el peor de los escenarios. Su visión es la de un ejército alemán bien entrenado y desplegado por todo el mundo”.

El objetivo de un ejército más grande y reclutado era para que Alemania tuviera la capacidad de protegerse domésticamente. Pero Guttenberg creía que la seguridad nacional necesitaba defenderse en el extranjero. Por eso transformó al ejército de una fuerza defensiva en una fuerza ofensiva profesional.

Siria en su mente

Después de que Guttenberg dejara su cargo en 2011, continuó agitando una mentalidad más militarista en el pueblo alemán al abogar por una intervención militar en Siria. En el New York Times en 2013, escribió “Siria pone a prueba la cultura alemana de reticencia”:

Aunque Alemania tardará mucho tiempo en superar su arraigada cultura de la reticencia, adoptar hoy una postura más firme y de principios sobre Siria sería un paso importante en la dirección correcta.

En 2014, escribió en Bild:

Desde hace semanas, las milicias [del Estado Islámico] masacran a inocentes en Irak y Siria. Y Occidente ha vuelto a sumergirse en un sueño profundo. Ahora parece que nos hemos despertado: [Estados Unidos] está bombardeando posiciones yihadistas, Francia está dispuesta a suministrar armas a Irak.

¿Y qué está haciendo Alemania?

Estamos creando una doctrina de protección políticamente hermética.

Y de nuevo en 2017:

Dada la trayectoria reciente del nuevo presidente estadounidense, es difícil encontrar buenas palabras para Donald Trump.

Sin embargo, al ordenar bombardear el origen militar del horrendo gaseamiento de civiles inocentes en Siria, actuó correctamente. (…)

Trump necesita el apoyo —también y especialmente— de Alemania. Las declaraciones vacías de las capitales europeas ante el ataque militar estadounidense pueden ser dignas de honor, pero también son la expresión de una vergonzosa inacción.

Seis años de guerra civil y cientos de miles de muertos y millones de refugiados aún no han dado lugar a ninguna iniciativa que se extienda más allá de los llamados de buena voluntad.

En 2018, declaró a Bild:

Cuando la gente está siendo masacrada, hay que intervenir.

Por supuesto, es fácil decir que dejamos el trabajo sucio a otros y nos retiramos al lado seguro. Pero a largo plazo, no se podrá evitar de esa forma.

Luego, en 2019, escribió:

En una situación en la que la otan podría romperse y nuevas oleadas de refugiados amenazan, necesitamos iniciativas y no debates tácticos de carrera y de partido.

Fue brutalmente honesto al insistir a otros políticos para que vieran más allá de la opinión pública y de la autopreservación política. Trabajó duro para que el gobierno se implicara militarmente en Siria. Y, al mismo tiempo, estaba orientando al pueblo alemán cada vez más hacia una mentalidad militarista.

En retrospectiva, se podría argumentar que la intervención militar alemana podría haber ahorrado mucho sufrimiento. Podría haber evitado que Rusia entrara y matara a civiles y expulsara a millones de refugiados a Europa, especialmente a Alemania. La idea de Guttenberg parece más sensata hoy en día, pero la canciller Angela Merkel no lo haría.

Guttenberg fue uno de los pocos líderes que, desde el principio, advirtió sobre el ascenso militar de Rusia y la agresión iraní en Oriente Medio. Ambas potencias están causando ahora verdaderos problemas.

Su enfoque en Siria, sin embargo, es particularmente significativo por una razón más.

Como explico en “Irán está perdiendo Siria a manos de Alemania”, el Salmo 83 profetiza una alianza de naciones liderada por Alemania. Siria se encuentra en esta alianza. En estos momentos, sin embargo, este país está aliado con Irán. Los alemanes quieren ayudar a Siria y acercarla a su poder. Durante años, Guttenberg ha abogado por esto y bien podría ser el líder de esta alianza profetizada.

Hombre fuerte profetizado

A lo largo de la historia, los europeos y el pueblo alemán en particular han buscado un hombre fuerte que los guíe a través de situaciones de crisis. Por eso llegaron al poder Carlomagno, Otón el Grande e incluso Adolfo Hitler.

En nuestro mundo tumultuoso, Alemania está nuevamente buscando a un Carlomagno, y Guttenberg podría desempeñar este papel. Alemania no tiene otro líder brillante y carismático como él.

Cada año, Europa concede el prestigioso Premio Carlomagno a los esfuerzos realizados por alguien para unir a Europa. Esto demuestra el profundo anhelo de Europa por otro Carlomagno.

Pero fíjese en lo que dijo el presidente alemán Roman Herzog el 8 de mayo de 1997 al aceptar este premio: “Durante mil años, el destino de nuestro continente ha girado en torno a la elección entre una Europa unida y una Europa fragmentada. Carlomagno, que da nombre a nuestro premio, hizo su elección particular: la primera unificación de Europa. En un momento como éste, hay que decir la verdad. Solamente vadeando un mar de sangre, sudor y lágrimas logró su objetivo”.

¡Fueron necesarios ríos de sangre para que este dictador lograra sus objetivos! Y aun así, hoy Europa busca en su ejemplo la solución a sus problemas. ¡Europa anhela otro Carlomagno! La Biblia revela que obtendrá uno.

Daniel 8:23 profetiza: “Y al fin del reinado de estos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas”.

Vemos la misma profecía en Isaías 10:5-7, Habakkuk 1:5-11, Apocalipsis 17 y otros pasajes del tiempo del fin. Nuestro folleto gratuito Un líder alemán fuerte es inminente le explicará estas profecías.

¿Quién será este hombre fuerte de Europa, este rey altivo de rostro, este Carlomagno de los tiempos modernos?

Observe al barón de Guttenberg. Realmente parece que él podría cumplir esta profecía. ¡Él podría ser el hombre fuerte que Europa quiere!