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Fráncfort, temida con toda razón por los turistas durante la Eurocopa 2024

PATRICK PLEUL/PICTURE ALLIANCE VIA GETTY IMAGES

Fráncfort, temida con toda razón por los turistas durante la Eurocopa 2024

La Eurocopa 2024 de fútbol se celebrará en Alemania y los aficionados temen visitar Fráncfort. Antes del partido entre Bélgica y Eslovaquia del 17 de junio, la policía belga advirtió: “El consumo de drogas duras en la calle es normal. Se acosa a los peatones; los drogadictos piden dinero. Los medios de comunicación extranjeros describen el vecindario como ‘el país de los zombis’, y eso es exactamente lo que es. No es seguro. Les pedimos a los belgas que llegan por tren que abandonen la zona de la estación lo antes posible y se dirijan a la zona de aficionados”.

Bild escribió en abril: “Los británicos advierten de la ‘tierra de zombis’ del barrio de la estación, el ‘infierno’ de la estación principal más importante de Alemania. El miedo a Fráncfort se extiende por la isla”. El periódico concluía: “¡Alemania debería avergonzarse de esta ciudad!”.

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Fráncfort, la ciudad donde se elegía y coronaba a los emperadores, hoy capital financiera de Alemania, está invadida por forasteros. Una visita a la Karlstrasse, que lleva el nombre del supuesto fundador de la ciudad, Carlomagno, revela depravación y anarquía. Fráncfort es la vergüenza de Alemania.

Sin relación con el campeonato europeo de fútbol, mi familia y yo también hicimos un viaje necesario a Fráncfort. Entre el hotel en el que nos alojamos y la estación principal de tren, calle abajo, había una pequeña tienda abarrotes. Aunque estaba a sólo unos metros, para nosotros era inalcanzable. La carretera estaba llena de extraños y parecía impasable. Lo que vivió mi familia fue descrito en un artículo de 2019 en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. “Ruido, basura y otros desechos”:

Karlsplatz nunca ha sido un lugar bonito. Es una isla en el borde del distrito de la estación de Fráncfort, donde la escena de la droga siempre ha estado presente, pero rara vez tan concentrada como este año. La situación allí ha empeorado desde principios de verano. Los residentes han informado en repetidas ocasiones que hasta cien personas se reunían en la pequeña plaza para inyectarse y fumar crack, a sólo unos metros del centro de ayuda para drogadictos. Los traficantes de droga estaban allí entre ellos. E incluso ahora, cuando hace frío, los adictos siguen acudiendo a este lugar. Casi todos los residentes y comerciantes que trabajan en Karlstrasse los conocen ahora. Y casi ninguno de los residentes cree que la situación pueda resolverse rápidamente ahora que se ha arraigado.

Con el paso de los años, la situación ha empeorado. Citando al personal de seguridad, Frankfurter Neue Presse escribió el 3 de julio de 2023 que en los alrededores de la Karlsplatz ocurren disturbios todos los fines de semana; un promedio de al menos un apuñalamiento al mes. El personal de seguridad sospecha que cada año se producen entre 50 y 100 ataques con armas de fuego, cuchillos y cristales en todo el distrito.

Frankfurter Rundschau escribió en septiembre de 2023: “Los comerciantes y las empresas huyen cada vez más del distrito de la estación de Fráncfort. La zona problemática en torno a Niddastrasse, Taunusstrasse y Karlstrasse está creciendo”.

Sin duda, no son únicamente los forasteros los que contribuyen a la ilegalidad en Fráncfort. Pero lo que presenciamos personalmente ese día es ignorado en gran medida por los medios de comunicación dominantes y es un problema creciente e incontrolado. Alrededor de 30 personas, probablemente refugiados del norte de África, estaban a nuestro alrededor. Como no tienen nada que hacer con su tiempo, recurren, como harían la mayoría de los demás, a la inmoralidad y la ilegalidad. No es un problema de raza ni de nacionalidad, pero muestra un fracaso absoluto de la educación en África y de la inmigración en Alemania. Buscando en las noticias también se ve que los medios de comunicación no hablan del tema.

Lo que vimos en Fráncfort nos recordó que nuestro mundo es incapaz de resolver sus problemas. La vergüenza de Alemania está destinada a moldear su futuro. Los problemas de Fráncfort se están extendiendo por toda Europa, moldeando cada vez más la sociedad y la política. Han provocado el auge de la extrema derecha, reavivando el racismo y las exigencias de un liderazgo fuerte.

La mayoría de estos problemas podrían resolverse aplicando las leyes del país, pero esto no está ocurriendo. Mientras más se permita la ilegalidad, más difícil será resolver los problemas.

Lo que estamos viendo en Alemania es trágico, pero lo que la Biblia revela para la nación es aún más trágico. Jesucristo profetizó sobre nuestro tiempo en Mateo 24, y en esta profecía se refirió al libro de Daniel, que también es para nuestro tiempo. Para comprender lo que le espera a Alemania y al mundo entero, debemos entender lo que predicen estas profecías.

Daniel 8:23-25 dice: “Y al fin del reinado de estos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas. Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos. Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana”.

Estamos viviendo en el tiempo en que las transgresiones están llegando al colmo. Vemos esto en cada continente de este mundo. Mientras que Estados Unidos es líder en muchos aspectos en inmoralidad, otras partes del mundo están llenas de depravación similar y otros problemas. El libro de Daniel revela que un líder se levantará del corazón de Europa para prometer “paz”. Prometerá resolver los conflictos que han causado las avalanchas de refugiados. Se profetiza que Europa seguirá a este hombre a la guerra; muchos de los refugiados de hoy pueden incluso unirse a esta potencia militar en ascenso y ser desplegados en sus países de origen.

Pero, aunque este hombre pueda devolver temporalmente la seguridad a las calles europeas, sus soluciones no son más que soluciones de hombres engañados por el dios de este mundo, Satanás el diablo (2 Corintios 4:4; Efesios 2:2; Apocalipsis 12:9). Pronto este líder no sólo desplegará tropas en las zonas de crisis de este mundo, sino que también fijará su mente en la conquista.

A menos que nos arrepintamos de lo que la Biblia define como transgresión, nuestro mundo será destruido. De hecho, la Biblia revela que será necesaria la intervención de Cristo para evitar la aniquilación total (Mateo 24:21-22).