¿Está apoyando el Vaticano otro Holocausto?
“El Vaticano no ha aprendido nada”. Ese es el título de un comentario periodístico del 10 de diciembre que compara la postura del Vaticano ante la brutal matanza de judíos perpetrada por Hamás el 7 de octubre y su relación durante la Segunda Guerra Mundial con el régimen nazi. Para la mayoría de los observadores, el Vaticano permanece sin hacer nada ante la amenaza a la vida de los judíos. Pero la Trompeta advierte que es peor que eso.
El comentario periodístico, publicado en la página web del prestigioso periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, señala:
Ochenta años después del Holocausto, el silencio de un papa está tensionando la relación entre Israel y el Vaticano. Y este papa no se llama Pío xii. Se llama Francisco. Desde el ataque de Hamás a Israel, el jefe de la Iglesia católica ha evitado sistemáticamente hacer una distinción clara entre agresor y víctima.
En su lugar, el Papa hace amplias denuncias del “terrorismo” en el conflicto de Oriente Medio, refiriéndose aparentemente sobre todo al bando israelí. Francisco permitió que el patriarca latino de Jerusalén —el máximo representante católico en Israel— firmara sin oposición una declaración de las Iglesias cristianas que culpa unilateralmente a Israel de la escalada del conflicto.
El autor Thomas Jansen señaló que las recientes declaraciones del Vaticano deben considerarse en el contexto de “siglos de antijudaísmo cristiano y del ignominioso papel de la Iglesia católica en el Holocausto”.
Se trata de una postura aleccionadora de la historia. Muchos hoy en día, incluyendo católicos sinceros, pueden no estar familiarizados con esta historia. Pero es importante recordar que en siglos anteriores, los papas hicieron un llamamiento a la conquista de Jerusalén, lo que provocó la asesinación de musulmanes y judíos. ¿Hemos olvidado la historia de las Cruzadas? ¿Y la Inquisición? Por órdenes de la Iglesia católica, los judíos eran torturados para que renunciaran a su fe y castigados en caso de que volvieran a ella. En muchos casos, eran quemados vivos o asesinados de otra forma.
Esto sentó las bases de gran parte del odio hacia los judíos en Europa, que desembocó en el Holocausto bajo el régimen nazi. A este respecto, muchos señalan el “silencio” del papa Pío xii hacia el Holocausto. Pero la verdadera historia es mucho más aleccionadora. Nuestro artículo reimpreso “The Pope, the Vatican, the Holocaust” (El Papa, el Vaticano, el Holocausto; disponible en inglés) muestra vívidamente que la Iglesia católica, dirigida por el Papa, desempeñó un papel clave en la elección de Adolfo Hitler, en el mantenimiento de su poder y en la ayuda a los nazis para escapar después de la guerra. Revelaciones recientes muestran incluso que el papa Pío tenía un canal secreto de comunicación con el propio Hitler. Esto difícilmente es “silencio”.
Jansen también señaló el fracaso del Vaticano a la hora de establecer relaciones diplomáticas significativas después de la fundación del Estado judío. Hizo esta sorprendente declaración “ Si hubiera dependido únicamente del Vaticano, el Estado de Israel no existiría en lo absoluto”. El principal defensor de un Estado judío, Theodor Herzl, llevó su causa ante el papa Pío x en 1904. Según el diario de Herzl, el papa respondió diciendo que los judíos no habían reconocido a Jesucristo como Hijo de Dios, “por lo tanto no podemos reconocer al pueblo judío”. ¿Cuántos conocen esta historia?
Jansen escribió: “Cuarenta años después, en el verano de 1943, el Vaticano informó a Washington de que los católicos se sentirían ‘heridos en su orgullo religioso’ si Palestina caía en manos judías”.
Después de la guerra, el Vaticano intentó persuadir a los Estados latinoamericanos para que votaran en contra de un Estado judío en las Naciones Unidas en 1947. “Después de que el Vaticano fue incapaz de impedir la fundación del Estado judío, recurrió en gran medida a ignorarlo”, señaló Jansen. El Vaticano tardó hasta 1994 en establecer relaciones diplomáticas. “Cuando se concedió al Estado de Palestina el estatus de observador en las Naciones Unidas en 2012, el Vaticano adoptó inmediatamente el concepto” (ibíd.).
Jansen concluyó: “¿De qué valen todas las nobles palabras sobre los judíos siendo los ‘hermanos mayores’ de los cristianos si el Papa niega de hecho al único Estado en el que los judíos pueden vivir sin hostilidad al derecho a la autodefensa?”. Es una pregunta que hace reflexionar.
No es habitual ver a un comentarista actual establecer tales conexiones entre esta historia comprobada y las palabras y acciones del Vaticano en la actualidad. Pero cuanto más aprenda y entienda sobre esa Iglesia, más podrá reconocer que tales conexiones son totalmente fundadas y apropiadas.
La historia del Sacro Imperio Romano muestra el estrecho vínculo entre la Iglesia católica romana y el poder político que ha dominado el continente europeo. La profecía bíblica compara en realidad a la Iglesia con una mujer que cabalga sobre una bestia y la guía.
Esta profecía le fue revelada al ya fallecido Herbert W. Armstrong durante la época de Adolfo Hitler. Lo animo a que lea su folleto gratuito ¿Quién o qué es la bestia profética? Le ayudará a entender esta profecía crucial, que es vital para reconocer la realidad de la relación entre esta Iglesia y el Estado judío actual.