¿Es el Primer Ministro Sunak un error para Gran Bretaña?

Tener un nuevo primer ministro se está convirtiendo en algo habitual en Gran Bretaña. En octubre de 2022, tuvo su tercer primer ministro en siete semanas. Sin embargo, lo singular aquí es que Rishi Sunak es étnicamente indio y orgullosamente hindú.

La religión de Sunak fue motivo de una sincera autocomplacencia en el actual Reino Unido. Todos en el reino se dieron una palmada en la espalda por haber conferido poder a un hombre no blanco. Incluso algunos diputados laboristas pausaron momentáneamente sus ataques partidistas para expresar su entusiasmo.

Que sea totalmente indiscutible que la nueva cabeza del gobierno británico haya hecho su juramento como miembro del Parlamento sobre el Bhagavad Gita [texto sagrado del hinduismo] demuestra hasta qué punto Gran Bretaña ha adoptado la diversidad religiosa y el multiculturalismo como algo superior a su herencia judeocristiana.

No hace mucho que Boris Johnson se convirtió en el primer primer ministro católico de Gran Bretaña, otro gran paso que aleja a la nación de su pasado centrado en la Biblia.

Gran Bretaña ha olvidado su extraordinaria historia: es descendiente de Efraín, una de las dos naciones principales que se remontan al Israel bíblico, junto con Manasés, quien es Estados Unidos en la actualidad.

El Dios de la Biblia “de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra…” (Hechos 17:26), y pretende finalmente salvar a todos los pueblos, de todas las razas y religiones (p. ej., 1 Timoteo 2:4; 2 Pedro 3:9). Llamó al antiguo Israel con un propósito especial: prepararse para extender la salvación a todos. Los extranjeros que pretendían inmigrar a Israel eran acogidos y protegidos por sus leyes superiores, pero se les exigía que reconocieran al Dios verdadero y obedecieran esas leyes. Dios le advirtió a Israel en repetidas ocasiones que no se mezclara ni transigiera con religiones, alianzas ni pueblos extranjeros, para que así no socavara Su propósito para Israel ni para esos pueblos.

Tal pensamiento bíblico es totalmente ajeno e incluso ofensivo para la mayoría de los británicos de hoy. Pero la profecía bíblica del tiempo del fin, que se refiere específicamente a su nación, en realidad predice esta tendencia y pronostica sus desastrosos efectos. Gran Bretaña, Efraín del tiempo del fin, “se ha mezclado entre los pueblos; Efraín es una torta sin voltear. Extraños han devorado su fuerza, pero él no lo sabe…” (Oseas 7:8-9; versión New King James).

Hablando en términos prácticos, el promover a un hindú al cargo de primer ministro seguramente hará menos daño que las muchas otras formas en que Gran Bretaña se ha debilitado al rechazar a Dios y Sus leyes y al adorar fervientemente los supuestos éxitos del multiculturalismo, como conceder autonomía legal a colonias de musulmanes para practicar la ley sharia; ignorar los delitos sexuales cometidos por “la red de abuso sexual infantil” por ser pakistaníes y permitir la incubación de células terroristas islámicas. Pareciera que ninguna maldición puede sacudir la convicción del pueblo en la propaganda de que “la diversidad es nuestra fuerza”.

Y ésta no es más que una de las formas en que la Gran Bretaña actual ha despreciado la sabiduría de la Biblia. Simplemente no presta atención a los mandatos de Dios sobre mantener una economía solvente, restringir el bienestar gubernamental, llevar relaciones exteriores exitosas, formar familias fuertes y defender normas de moralidad y virtud.

Tal negligencia está llevando a Gran Bretaña rápidamente a su colapso profetizado, sobre el cual Dios ha advertido ampliamente en un esfuerzo por ayudar a los británicos a evitarlo. Aprenda más sobre el ilustre pasado de esta nación y su futuro aparentemente inevitable en nuestro libro electrónico gratuito Britain’s 4,000-Year-Old History [La historia de 4.000 años de Gran Bretaña; disponible sólo en inglés].