‘Elija la vida’

OKLAHOMA

Después de que Hamás masacrara a familias israelíes, entrevisté a la periodista israelí Caroline Glick. Hablamos del impacto en los israelíes, de la situación de seguridad y de cómo estos asesinatos fueron posibles gracias a Irán.

Glick nació en Estados Unidos y se trasladó a Israel, donde ha servido como capitana de las Fuerzas de Defensa de Israel, negociadora palestina, investigadora principal y conferencista. Ha trabajado como asistente del director de la Autoridad de Antigüedades de Israel y asesora adjunta de política exterior del Primer Ministro, entre otros cargos. Su trabajo ha aparecido impreso y en persona en Makor Rishon, Commentary Magazine, National Review, el New York Times, el Wall Street Journal, msnbc, Fox News y otras editoriales y cadenas de Israel y EE UU. Actualmente escribe para Breitbart News, Israel Hayom, el Jerusalem Post, Jewish News Syndicate y Maariv.

El 2 de octubre, Glick se unió al presentador invitado del Trumpet Daily, Brent Nagtegaal, para hablar de la infame “declaración de intenciones” de Barack Obama y de la transformación de la política estadounidense hacia el mundo islámico e Israel (theTrumpet.com/28299). En ese momento, a 72 kilómetros de distancia, miembros de Hamás estaban premeditando la masacre del 7 de octubre. Después, el 11 de octubre, Glick se reunió conmigo para otra entrevista. El extracto que sigue ha sido editado para mayor brevedad y claridad.

Primero le pregunté por el efecto del atentado en la población judía de Israel, que es de sólo 7 millones de personas. Comenzó enfocándose en lo positivo.

CAROLINE GLICK Llevo 34 o 35 años viviendo en Israel, y he vivdo muchos, muchos, muchos, muchos acontecimientos en Israel que han unificado al pueblo de forma extraordinaria. Pero nunca he visto el tipo de unidad de propósito que tenemos hoy entre el pueblo de Israel. Cuando conversé con Brent, estuvimos hablando sobre la discordia en Israel; de que durante el último año estuvimos realmente divididos por luchas internas como nunca antes habíamos visto, con la izquierda en Israel que simplemente no aceptaba la legitimidad de las elecciones del año pasado porque las perdieron. La matanza de Hamás despertó un sentimiento de pertenencia y solidaridad y de destino común entre personas que quizás no lo habían sentido durante años de la forma más profunda imaginable.

Y todos estamos de acuerdo en que el enemigo al que nos enfrentamos no quiere derrotarnos en la guerra, no quiere humillarnos. Quieren aniquilarnos. Están torturando a las familias de sus víctimas. Han estado llamando, utilizando los teléfonos móviles personales de sus víctimas, tanto de las asesinadas como de las que tienen como rehenes en Gaza —sus padres, sus hijos, sus esposos y esposas— y se jactan de cómo están torturando, cómo han asesinado y cómo han violado y abusado de sus seres queridos. Hamás está utilizando Instagram y TikTok para inundar los rostros de colegiales israelíes con estas imágenes de los rehenes.

Eso es Hamás y eso es yihad. Y toda la gente de Occidente, toda la gente en Nueva York y en Washington, en Tampa y en Chicago, en Los Ángeles y demás, en ciudades de todo EE UU y de todo el mundo occidental que se manifiestan a favor [de Hamás], todos los y las congresistas que se niegan a condenarlos o a apoyar a Israel, están apoyando el genocidio. Están apoyando el sadismo. Apoyan la decapitación de bebés. Apoyan las violaciones masivas [artículo, página 10].

¿Tiene la sensación de que Irán va a ser castigado por ser quien paga y ayuda en la planificación y operación? Después del 11-S, hubo unidad de propósito por parte de EE UU, pero dijimos desde el principio que estaba un poco desencaminado, porque si el principal Estado patrocinador del terrorismo sale ileso de las represalias, ¿se está resolviendo realmente el problema?

Está claro que Irán lo aprobó, lo dirigió, lo financió, etcétera. (…) La administración Biden estaba tratando de ocultar el papel de Irán en la guerra porque quieren mantener su política pro-Irán. El presidente Biden pronunció anoche un discurso muy emotivo en apoyo de Israel, pero no mencionó a Irán ni una sola vez en ese discurso.

¿Qué hace Israel después de este último capítulo en Gaza?

Hay que entender que se trata de una organización yihadista. Mientras siga existiendo en cualquier forma, existe con el fin de reconstruir su fuerza para atacarnos de nuevo. Así que no se puede permitir que Hamás sobreviva de ninguna forma coherente.

¿Ha observado algún cambio perceptible en la forma en que los medios de comunicación de izquierda abordan esta historia?

Soy corresponsal diplomático en el Canal 14, que es algo así como nuestro Fox News, y todas las demás emisoras están muy a la izquierda. Ha habido algún cambio en su cobertura porque, como dije, el sábado llegamos a los cimientos geológicos del alma judía. Así de malo fue. Han puesto propaganda de Hamás y algunas cosas horribles, pero en general estamos viendo un cambio.

Hace tiempo que se dice que los medios de comunicación israelíes son esencialmente una operación de guerra psicológica contra el pueblo de Israel, pero los propios consumidores de noticias nunca se lo creen, y por eso sus candidatos casi nunca salen elegidos. Creo que estamos viendo reflejado eso mismo ahora que el pueblo está mucho más decidido y aún mucho más unido de lo que nuestros medios quisieran que estuviéramos.

¿Cuál es el mensaje principal que quiere transmitir a sus seguidores?

Hemos visto una caída hacia el colapso del mundo occidental debido, en gran parte, a este adoctrinamiento de odio hacia sí mismo que culpa a las democracias occidentales de todos los males que lo aquejan. Y parte de ello ha conducido a un profundo malestar a la hora de distinguir entre el bien y el mal y ser capaz de identificar el mal cuando lo ve y llamarlo por lo que es, y estar del lado del bien. Usted sabe, Dios nos ordena elegir entre la vida y la muerte, y elegir la vida. ¿Qué es Hamás? Es un culto a la muerte. Cuando se ve a mujeres repartiendo caramelos por las calles porque sus hijos murieron matando judíos, se está ante una sociedad malvada, y es algo que a todos nos debe repugnar y en donde todos tenemos que estar unidos para enfrentar y derrotar.

Una de las cosas que me ha parecido realmente extraordinaria (…) es la avalancha de apoyo a Hamás que hemos visto en Occidente. (…) Y estos yihadistas están envalentonados no sólo por la depravación de Hamás y su éxito al matar a tantos, tantos judíos en semejante matanza el sábado: también están envalentonados por la docilidad de Occidente. Porque las sociedades en las que viven no los están enfrentando, castigando y convirtiéndolos en parias, o quizá encarcelándolos por su apoyo material al terrorismo y sus esfuerzos por aterrorizar a las personas que viven en sus sociedades: a estadounidenses, australianos, británicos, franceses, etcétera. Las organizaciones estudiantiles prácticamente de todos los campus de EE UU defienden a Hamás y atacan a los judíos. Se sabe que esto es un peligro para todas las sociedades, por lo que apoyar a Israel hoy es también una forma de defender la civilización occidental y defender sus sociedades contra el azote de la yihad, que se ha arraigado en EE UU. Se ha arraigado en Europa y en todo el mundo occidental.

Vea la entrevista en theTrumpet.com/28325