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El vacío de liderazgo de Europa en una era de hombres fuertes

ODD ANDERSEN/AFP via Getty Images

El vacío de liderazgo de Europa en una era de hombres fuertes

Tras la elección en Estados Unidos, el presidente francés Emmanuel Macron dijo el 7 de noviembre: “Donald Trump fue elegido por los estadounidenses para defender los intereses de los estadounidenses. La pregunta que, como europeos, debemos hacernos es: ¿estamos dispuestos a defender los intereses de los europeos?”.

La respuesta sencilla es no, o mejor dicho, todavía no.

Macron dijo a los líderes europeos durante una reunión en Budapest, Hungría: “Para mí, es sencillo. El mundo está formado por herbívoros y carnívoros. Si decidimos seguir siendo herbívoros, los carnívoros ganarán y seremos un mercado para ellos. Creo que, como mínimo, deberíamos optar por convertirnos en omnívoros. No quiero ser agresivo, sólo que sepamos defendernos en todos estos temas”.




El regreso de Donald Trump ha abierto los ojos a Europa sobre su falta de liderazgo y ha creado una demanda de acción. The New York Times comentó el 10 de noviembre: “Desaparecido en Europa: Un líder fuerte para una nueva era Trump”.

Europa está siendo invadida por el hombre fuerte ruso Vladimir Putin. Cuenta con el apoyo de China, India e Irán; además, el dictador norcoreano Kim Jong-un acaba de enviar miles de tropas para unirse a los combates en Ucrania. Europa está siendo invadida por dos hombres fuertes. Sin embargo, su respuesta ha sido casi imperceptible.

Al mismo tiempo, los grupos terroristas en Oriente Medio han conseguido interrumpir las rutas comerciales vitales que atraviesan el mar Rojo. Mientras el fuerte líder israelí acaba con un líder terrorista tras otro, los buques de guerra europeos enviados para defender las rutas comerciales a menudo se limitan a observar la acción. Mientras Hezbolá amenaza con atacar a las naciones de la UE e Irán amenaza con la destrucción masiva, los líderes de la UE no suelen ponerse de acuerdo en cartas redactadas en términos contundentes.

Pero ahora la elección de Donald Trump está consiguiendo lo que las crisis anteriores no pudieron: Europa está reconociendo la necesidad urgente de un liderazgo fuerte. El New York Times escribió:

El regreso de Donald J. Trump a la presidencia de Estados Unidos podría significar un tramo solitario y peligroso para Europa, que ya está sumida en el estancamiento económico y sacudida por la guerra en sus puertas orientales. Los líderes europeos coinciden en que este momento exige un liderazgo renovado y enérgico por parte de las dos mayores economías del Continente.

Pero Francia y Alemania, que son también los países más importantes de la Unión Europea, tienen dificultades para responder al llamado.

Macron ha perdido el control de la política interna en Francia pocos meses antes de que la coalición de gobierno alemana se derrumbara la semana pasada y mientras los partidos extremistas aumentan su popularidad.

Esto pone a Europa en una situación precaria. El ex ministro de Defensa alemán Karl-Theodor zu Guttenberg lo enfatizó en su podcast del 13 de noviembre:

Europa no puede seguir aletargada en su perezosa piel, sino que debe actuar de una vez. Y eso se aplica a Alemania en particular. Y, por supuesto, eso nos lleva a la situación de ¿qué puede hacer Alemania si simplemente se pulveriza con su gobierno? Y esa es, por supuesto, una pregunta fundamental que ahora tenemos que responder.

Cada vez más analistas coinciden en que si Europa quiere salir adelante, necesita un liderazgo más capaz.

“Hay una crisis muy clara de liderazgo franco-alemán que se está intensificando con el colapso de la coalición alemana y con Francia ensimismada por sus propias divisiones políticas internas”, dijo Alexandra de Hoop Scheffer, presidenta del Fondo Marshall Alemán de Estados Unidos. “Y eso es un desventaja en la escena europea e internacional”.

Los líderes de las principales economías de la UE están cojos. Como señaló el New York Times:

La incertidumbre de París a Berlín ha creado un vacío de poder continental que puede envalentonar a Rusia en su guerra en Ucrania. Amenaza con dificultar la capacidad de Europa para responder a una guerra comercial mundial si el Sr. Trump se mueve rápidamente el próximo año para gravar con fuertes impuestos las importaciones a EE UU.

Es probable que enturbie aún más los esfuerzos de los líderes europeos por forjar una política común que proteja a sus industrias de una oleada de importaciones chinas de bajo costo, incluyendo los coches eléctricos y otras tecnologías de energía limpia.

Y podría complicar la ya difícil tarea política de aumentar el gasto europeo en el ejército, que los líderes y analistas coinciden en que adquirirá una nueva urgencia en medio de las amenazas intermitentes del Sr. Trump de retirarse de la OTAN o de retirar de otro modo las garantías de seguridad estadounidenses para los aliados europeos. (…)

Los analistas coinciden en que los candidatos más idóneos para liderar una Europa más independiente y musculosa tendrían que proceder de Berlín o París, precisamente los lugares que ahora tienen más problemas.

El difunto Herbert W. Armstrong predijo el surgimiento de esta “Europa independiente y musculosa” tras el final de la Primera Guerra Mundial e incluso mientras la Cortina de Hierro dividía Europa. En La Pura Verdad de noviembre-diciembre de 1954, escribió:

En febrero de 1945 —apenas unos meses antes del final de la guerra— el presidente [Franklin] Roosevelt y el primer ministro [Winston] Churchill anunciaron la política conjunta estadounidense y británica sobre Alemania. Esta fue la política solemne y la advertencia para el futuro. Escuche.

Cita: “Es nuestro inflexible propósito destruir el militarismo alemán y el nazismo y asegurar que Alemania nunca más pueda perturbar la paz del mundo. Estamos decididos a desarmar y disolver todas las fuerzas armadas alemanas; disolver para siempre el Estado Mayor alemán que repetidamente ha urdido el resurgimiento del militarismo alemán…”. Y ahora, nueve años después, he aquí el espectáculo de Washington y Londres haciendo todos los esfuerzos diplomáticos posibles, respaldados por dólares estadounidenses, para hacer dos cosas: crear unos Estados Unidos de Europa y rearmar a Alemania. (…)

Alemania surgirá inevitablemente como líder de una Europa unida. Hará falta alguna fuerza espiritual vinculante que inspire esta confianza —que elimine estos temores—, ¡y esa fuerza espiritual vinculante debe surgir del interior de Europa! Toda Europa está en realidad preparada— sólo a la espera del líder que inspire confianza. (...) Ese hombre está ahí, en alguna parte.

El Sr. Armstrong se adelantó años a su tiempo (lea Él tenía razón). Estamos viendo cómo Europa se une, y las voces que reclaman el liderazgo de Alemania son cada vez más fuertes.

Los libros de Daniel y de Apocalipsis hablan de una unión de naciones que se forma en el corazón de Europa en plena crisis. Se profetiza que estas naciones unirán su poder económico y militar bajo un emperador. “Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia” (Apocalipsis 17:12-13). Los acontecimientos están tomando forma rápidamente para el cumplimiento de esta profecía.

Para saber más sobre el próximo hombre fuerte europeo, lea “¿Está a punto de aparecer un dictador mundial?” en Edición especial: ¡Él tenía razón!.