NASA/STSCI
El universo del mañana
El telescopio espacial James Webb nos muestra el universo como nunca antes lo habíamos visto. Es espectacular. Sin embargo, ¡la Biblia dice que el universo del mañana será mucho más glorioso!
“Es toda la fuerza de la creatividad humana y de todo tipo de disciplinas lo que empuja al Webb cuando lo vemos adentrarse en el espacio”, declaró el jefe de astrofísica de la nasa, Eric Smith. ¡Un proyecto tan extraordinario requiere toda la creatividad que pueda reunir la humanidad! Los constructores de este telescopio lograron más de un 99% de perfección en los numerosos y complejos procesos necesarios para construirlo, lanzarlo y desplegarlo. Es impresionante y alentador.
Muchas personas, incluso los propios científicos, pasan por alto la importancia de este punto fundamental: tuvieron que aprender y obedecer todo tipo de leyes físicas para lograr lo que hicieron. Estas leyes procedían claramente de algún sitio.
¡Fueron creadas por el Creador del universo!
Grandes científicos, matemáticos, historiadores y otros han reconocido esta lógica obvia. “Los hombres se hicieron científicos porque esperaban leyes en la naturaleza”, dijo el escritor C.S. Lewis, “y esperaban leyes en la naturaleza porque creían en un Legislador”. Todo el estudio de la ciencia se basa en la convicción de que el universo y todo lo que hay en él es racional y ordenado. Como dijo un científico de la electrodinámica cuántica galardonado con el Premio Nobel, el simple hecho de que existan leyes físicas en primer lugar es “una especie de milagro”.
Sí, ¡la existencia de leyes en el universo es realmente un milagro! ¿Quién podría crear todas estas leyes de la nada para crear y sostener el universo? No encontrará la respuesta en los tratados científicos del hombre, pero la encontrará en la Santa Biblia. Allí Dios declara que Él es el único Legislador supremo y revela que Él gobierna el universo.
El patriarca bíblico Abraham estudió las estrellas y los planetas y fue un científico consumado. Mirando hacia el cielo, pudo ver leyes en movimiento y que no sólo había un poder superior, sino que había un Legislador supremo.
Las leyes de la física que Dios creó son maravillosas por su poder, su precisión, su constancia, su coherencia. Podemos ajustar nuestros relojes y marcar nuestros calendarios por la actividad constante del universo, perfecto en su precisión y sincronización.
El físico Paul Davies dijo: “Lo realmente asombroso no es que la vida en la Tierra esté en equilibrio sobre el filo de una navaja, sino que todo el universo está en equilibrio sobre el filo de una navaja, y sería un caos total si cualquiera de las ‘constantes’ naturales se desviara lo más mínimo”. La comprensión de este ajuste fino y su clara finalidad general de sustentar la vida es lo que hizo que el famoso ateo Anthony Flew llegara finalmente a creer que el universo tenía que tener un Diseñador inteligente.
La Tierra está a la distancia perfecta tanto del sol como de la luna para tener una órbita estable, predecible, que se calienta y se enfría. Tiene el tamaño y la masa perfectos para albergar una atmósfera perfecta; tiene el núcleo perfecto para producir un campo magnético que bloquee el porcentaje perfecto de radiación; su superficie tiene la mezcla perfecta de elementos y la cantidad justa de agua en las proporciones justas de líquido, sólido y gas. (Más información sobre estos factores en nuestro folleto gratuito Our Awesome Universe Potential [Nuestro asombroso potencial universal; disponible en inglés]).
¡Este planeta está perfectamente ajustado para la vida humana!
Cómo ver a Dios
“Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:19-20).
Al contemplar la creación, ¡podemos ver al Dios invisible que está detrás de todo! Podemos saber sobre el Padre y el Hijo y todo lo que han creado. ¡La evolución nunca podría lograr en trillones de años lo que Dios ha hecho! Y lo ha hecho para mantener la vida.
Los cielos declaran la gloria de Dios (Salmo 19:1). Nos envían un mensaje, si traemos a Dios a la escena. Tras el lanzamiento del telescopio espacial James Webb, el administrador de la nasa Bill Nelson hizo referencia a este Salmo y describió cómo “un pastor que apacentaba sus ovejas miraba al cielo nocturno. Él se convirtió en poeta. Y escribió las palabras: ‘Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos’. Ese pastor, ese poeta, se convirtió en rey. Y esas palabras inmortales del Salmo 19 encapsulan las expresiones que tenemos hoy —la obra de Dios— cuando miramos atrás en el tiempo, hace más de 13.000 millones de años, [y] captamos la luz desde el principio mismo de la creación”.
El rey David también dijo: “Dice el necio en su corazón: No hay Dios” (Salmo 14:1). ¡Esa es una afirmación dogmática! Él estudió el universo y demostró que Dios existe.
Herbert W. Armstrong escribió: “El Dios en el que creo, ¡el Dios que sé que existe, porque puedo probarlo!, es el Dios que creó todas las cosas. Él es el Creador no sólo de la materia, sino también de la fuerza, de la energía, de todas las leyes que existen: las leyes de la química, las leyes de la física; las leyes espirituales así como las leyes físicas que regulan la vida y la felicidad del hombre” (La Pura Verdad, febrero de 1986).
Así como Dios creó leyes para el universo, también creó leyes para la humanidad: leyes espirituales. Su felicidad depende de que cumpla estas leyes, y al obedecerlas tendrá entusiasmo y emoción. Sin la leyes, hay caos. Todos los problemas de la humanidad dan testimonio de esta verdad.
¡Dios está tratando de enseñarnos que hay leyes en todo! El caos y el peligro llenan la Tierra porque los hombres no hacen caso de la advertencia de Dios.
Plantar el cielo
Durante el Mundo del Mañana —el reinado de Jesucristo en la Tierra por 1.000 años— nuestro planeta florecerá. “Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de [el Eterno], la hermosura del Dios nuestro” (Isaías 35:1-2).
Habrá toda clase de plantaciones durante el Milenio. “En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca. Daré [plantaré, versión kj] en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y bojes juntamente,” (Isaías 41:18-19).
Toda esta plantación es sólo el comienzo de un proyecto de plantación mucho más grandioso y épico que Dios tiene en mente. Él dice a través del profeta Isaías: “Y en tu boca he puesto mis palabras… para plantar los cielos…” (Isaías 51:16, vkj; traducción nuestra). Dios quiere que Su Palabra llegue a nuestras mentes y bocas para que podamos entender Su objetivo: plantar los cielos, sembrar planetas distantes con vida, ¡tal como ya lo ha hecho con este planeta! ¡Está hablando del universo!
“Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando” (Hebreos 2:5). Los ángeles no calificaron para gobernar el universo, así que Dios se está reproduciendo en la humanidad para que cumpla ese trabajo, ¡para que gobierne bajo Él y Jesucristo! Este es el universo del mañana, que está precedido por el Mundo del Mañana.
“Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto [Dios] le sujetó [al hombre] todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él. Pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas” (versículo 8). Moffatt traduce todas las cosas como ¡el universo! Los seres humanos todavía no gobernamos el universo, pero Cristo está a punto de darnos esta oportunidad. Él es el Heredero de todas las cosas, y quiere compartir el vasto universo con nosotros.
“Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación [todos los soles, planetas, estrellas y lunas] fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.” (Romanos 8:19-21).
¿Por qué el universo está ahora sujeto a vanidad y corrupción? Porque Lucero y la tercera parte de los ángeles bajo su mando destrozaron la Tierra, y luego destrozaron gran parte del universo. Lucero no aplicó las leyes de Dios, y el resultado fue la destrucción.
¡El universo gime para que lo reparemos y lo embellezcamos! (versículo 22). Gemimos a través de pruebas y tribulaciones mientras esperamos este glorioso futuro (versículo 23).
Dios nos está dando una visión de este futuro al ayudar al telescopio Webb a viajar con éxito a un millón de millas de la Tierra y enviar imágenes impresionantes. Que Dios nos prepare un futuro así —embelleciendo y gobernando el universo sin límites— demuestra el profundo amor que siente por la humanidad.
Este es el mensaje del universo del mañana. Qué bendición cosechar semejante recompensa.