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Él tenía razón sobre Irak

Portada de Trompeta de junio de 2003

Él tenía razón sobre Irak

Irak ha caído en manos de Irán, como predijo la Trompeta hace 30 años.

Mientras el mundo se enfoca en la guerra entre Israel y Hamás, en la esquina opuesta de Oriente Medio se desarrolla otra guerra de la que no se informa lo suficiente. No se trata de una escaramuza local, sino de un conflicto entre potencias mundiales. Involucra a Estados Unidos e Irán, y el campo de batalla es Irak.

Desde que los subsidiarios iraníes de Hamás torturaron, violaron, capturaron y asesinaron a civiles israelíes el 7 de octubre de 2023, Irán ha estado animando a sus otros subsidiarios terroristas a atacar a Israel y a Occidente. Hezbolá ha tenido escaramuzas con las Fuerzas de Defensa de Israel en la frontera libanesa. Los hutíes en Yemen han interrumpido el comercio con Israel en el mar Rojo. E Irán también ha lanzado a su subsidiario iraquí, las Fuerzas de Movilización Popular (fmp) contra EE UU. Las fmp y sus afiliados han reivindicado o se han visto implicados en más de 100 ataques contra objetivos estadounidenses en Irak y la vecina Siria. EE UU ha realizado varios ataques en represalia contra ellos y contra el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán en Siria.

Los grupos yihadistas que componen las fmp eran originalmente organizaciones rebeldes que luchaban contra el gobierno. Pero en 2014, cuando el Estado Islámico logró imponerse tanto al gobierno como a los “infieles” shiíes, el gobierno iraquí integró las fmp en sus propias fuerzas de seguridad. Las fmp se convirtieron oficialmente en una rama de las fuerzas armadas del país en 2016. Forma parte de lo que Irán denomina su “eje de resistencia”, una asociación mayoritariamente islamista de grupos terroristas y Estados terroristas que pretenden expulsar a EE UU de Oriente Medio. Las estimaciones sobre el tamaño de las fmp varían, pero cuentan con al menos 200.000 soldados.

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En noviembre de 2023, Irán demostró su control sobre las fmp y el terrorismo islámico en general. Hamás suspendió temporalmente las hostilidades contra Israel, y otros subsidiarios iraníes (como Hezbolá y la Yihad Islámica Palestina, otro grupo de Gaza) también suspendieron sus ataques. Las fmp dejaron de atacar objetivos estadounidenses del 24 de noviembre al 1 de diciembre, a pesar de que las fmp no participaban directamente en los combates contra Israel y de que EE UU no era parte del alto al fuego.

El hecho de que estos miembros del ejército iraquí estén luchando de forma tan obvia a favor de Irán contra EE UU demuestra hasta qué punto Irak ha llegado a estar supeditado a Irán. Pero esto es sólo la punta del iceberg. En casi todas las facetas de la sociedad —gobierno, política, economía, ejército— Irak ha caído en manos de Irán, y en un periodo de tiempo extraordinariamente corto.

Mucho ha cambiado desde la invasión estadounidense a Irak en 2003. ¿Cómo es posible que el lugar de una de las mayores operaciones militares de la historia reciente de EE UU haya pasado a ser propiedad de Irán, uno de sus mayores enemigos y anteriormente uno de los mayores enemigos del propio Irak?

Eliminando a un enemigo de Irán

Durante décadas, Irak fue una gran potencia regional y rival de Irán. Después de que los islamistas radicales tomaran el poder en Irán en 1979, Irak lanzó una guerra para destruir a este nuevo régimen. La lucha duró de 1980 a 1988. Sorprendentemente, Irán repelió la invasión de Husein, pero en 1991 todavía contaba con un millón de soldados, el cuarto ejército más grande del mundo. Ese año, Irak invadió Kuwait, lo que provocó una respuesta estadounidense y la primera Guerra del Golfo. Husein también lanzó misiles balísticos contra Israel y fue uno de los principales patrocinadores del terrorismo mundial, incluidos ciertos grupos terroristas palestinos. Irak incluso tenía un programa de armas nucleares. Si a alguien le hubieran preguntado en la década de 1980 o 1990 quién era el “rey” del terrorismo en Oriente Medio, el Irak de Sadam Husein habría sido la respuesta obvia.

Husein permaneció en el poder tras la primera Guerra del Golfo. Pero después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, cuando EE UU quería acabar con el terrorismo de Oriente Medio, Irak era un objetivo lógico; sobre todo después de los informes de que aún podía tener armas de destrucción masiva. Con una ferocidad descrita como “conmoción y pavor”, EE UU, Reino Unido, Australia y Polonia invadieron Irak con unos 300.000 soldados procedentes del vecino Kuwait el 20 de marzo de 2003. Contaban con el apoyo de unos 70.000 soldados de los Peshmerga, una milicia kurda del norte de Irak. Aproximadamente un mes después, la invasión había terminado.

Cabría pensar que la nueva hegemonía estadounidense en la región habría mantenido contenido a Irán. EE UU tenía en su punto álgido más de 160.000 soldados apostados al oeste de Irán, en Irak. Había 100.000 soldados estadounidenses en el flanco oriental de Irán, Afganistán. EE UU tenía (y sigue teniendo) una considerable presencia naval en el Golfo Pérsico, al sur de Irán, con bases navales en Baréin, Catar y Arabia Saudí. Y al día de hoy, EE UU tiene armas nucleares en Turquía, vecino noroccidental de Irán.

La guerra terminó oficialmente con la retirada de las tropas de Barack Obama en 2011. Pero cuando el Estado Islámico arrasó Irak en 2014, EE UU formó otra coalición internacional y volvió a entrar en Irak y Siria para derrotarlo. EE UU aún tiene unos 2.500 soldados apostados en Irak.

Sobre el papel, los objetivos estadounidenses de “desarmar a Irak, liberar a su pueblo y defender al mundo de un grave peligro”, como dijo George W. Bush en un discurso dado en marzo de 2003, parecían cumplidos. Irak tiene una democracia parlamentaria con instituciones democráticas algo más sólidas que la mayor parte del mundo árabe y, una vez derrotado el Estado Islámico, tiene muchos menos conflictos internos que vecinos del gran Oriente Medio, como Armenia, Gaza, Siria, Sudán y Yemen.

Sin embargo, el ejército iraquí recibe órdenes de Irán para atacar a EE UU.

Papel versus realidad

Desde 2011, Irak depende de Irán para alrededor del 40% de sus necesidades energéticas. Su gobierno ha manifestado su deseo de una mayor independencia energética, pero incluso EE UU concede a Irak exenciones de sanciones para comprar petróleo iraní por valor de miles de millones de dólares sólo para evitar que la sociedad y la economía iraquíes se desmoronen.

Irán también parece ser popular entre muchos iraquíes. Irak celebró elecciones para los consejos provinciales el 18 de diciembre de 2023 por primera vez desde 2013. En el momento de redactar este informe, los resultados preliminares sugieren que el Marco de Coordinación Shií, el bloque patrocinado por Irán, obtuvo 101 de los 285 escaños, lo que le convierte en el mayor ganador de las elecciones. Con un gobierno tan disfuncional como el iraquí, es probable que se hicieran trampas. La participación electoral fue de aproximadamente el 41%. En cualquier caso, los candidatos iraníes cuentan con el apoyo de un número suficiente de los 43,5 millones de iraquíes, cuando al resto del censo electoral no le importa lo suficiente como para intentar detenerlos.

Irán es literalmente responsable de haber llevado al poder al actual primer ministro. Las fmp ayudaron a Mohammed Shia’ al Sudani a conseguir el cargo de primer ministro. Sus posteriores esfuerzos de reclutamiento han engrosado las filas de las fmp hasta el punto de que ahora equivalen aproximadamente a la mitad del ejército iraquí. La presencia de Irán mantiene a sus candidatos en el poder, y esos candidatos, una vez en el cargo, se aseguran de que la influencia iraní siga creciendo.

En teoría, Irak es una nación independiente. Pero en realidad, ha caído en manos de Irán.

Un pronóstico audaz basado en la Biblia

En la edición de diciembre de 1994, el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, escribió un artículo titulado “Is Iraq About to Fall to Iran?” [¿Está Irak a punto de caer en manos de Irán?]. En aquella época, Sadam Husein aún gobernaba. Irak era el mayor matón de Oriente Medio. Irán, en cambio, era un Estado paria aislado con un nuevo régimen y con relativamente poco poder regional o mundial.

El Sr. Flurry escribió otro artículo poco después de la invasión estadounidense de 2003 con el mismo título. Husein estaba de salida y EE UU se convertía en la principal potencia del país. Así seguiría siendo durante años.

Tanto en 1994 como en 2003, la idea de que Irak se sometiera a Irán parecía improbable. Sin embargo, esto es exactamente lo que ha ocurrido.

“Sadam Husein era el único líder al que temía Irán”, escribió el Sr. Flurry en su artículo de 2003. “Ahora EE UU lo ha quitado de en medio. Pero ¿tiene EE UU la voluntad o la fuerza para guardar el botín de guerra? La profecía afirma que no. ¿Hemos despejado ahora el camino para que el Irán shií gobierne sobre el Irak shií?”.

Daniel 11:40 profetiza de dos bloques de poder que se enfrentarán en el tiempo del fin: un “rey del norte” y un “rey del sur”. La historia bíblica y la secular muestran que el rey del norte es un grupo unido de naciones europeas. Durante décadas, el Sr. Flurry ha identificado al rey del sur como un bloque islamista radical liderado por Irán. (Para más información, solicite un ejemplar gratuito de su folleto El rey del sur).

Los versículos 42-43 muestran que Irán no estará solo en sus hazañas. La Trompeta espera que países como Egipto, Libia y Etiopía caigan bajo el dominio de Irán.

Pero Europa tampoco estará sola. Una profecía relacionada en el Salmo 83 detalla varios países de Oriente Medio que se alinearán con Europa. Los versículos 6-7 enumeran un conglomerado de pueblos que el Sr. Flurry identifica en El rey del sur como los antepasados de Turquía, Arabia Saudí, Jordania, Siria, el Líbano y los palestinos.

La alianza del Salmo 83 sólo se formará plenamente después de que Europa neutralice la amenaza iraní. Entre todos los demás Estados árabes mencionados, Irak está notoriamente ausente. El Sr. Flurry pregunta en El rey del sur: “¿Será porque estos países [Irak y los demás aliados de Irán] para este tiempo, ya han sido derrotados o controlados por el rey del norte?”.

Irak podría haber tomado muchas otras direcciones desde 1994. Podría haber permanecido bajo el puño totalitario de Sadam Husein o de un sucesor elegido a dedo. EE UU podría haber permanecido en Irak a largo plazo, como lo ha hecho en Corea del Sur o Europa Occidental. La riqueza petrolera de Irak podría haberlo transformado en un país próspero que no necesitaría ni querría a Irán.

En cambio, Irak ha caído en manos de Irán, tal como predijo el Sr. Flurry hace casi 30 años.

La expansión del yihadismo no es una buena noticia. Pero la caída de Irak a manos de Irán da un rayo de esperanza. La misma Biblia que profetizó la caída de Irak también muestra el resultado final del enfrentamiento de Daniel 11:40. Daniel 12:1-3 muestra que este curso de acontecimientos concluye con el regreso del Mesías para poner fin a la guerra, el terrorismo y todos los demás males sociales. Este “cambio de régimen” definitivo promete a los iraquíes y al mundo entero la verdadera libertad que tanto tiempo les ha sido negada. Y pronto llegará.