El presidente Trump lanzará una nueva oficina en la Casa Blanca enfocada en la construcción naval

Como parte de su arrollador discurso nacional ante el Congreso el 4 de marzo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió establecer una nueva oficina de construcción naval en la Casa Blanca.

También anunció que el gobierno federal ofrecerá pronto incentivos fiscales para que la industria de la construcción naval regrese a EE UU. “Solíamos hacer muchos barcos”, dijo el presidente Trump. “Ya no los hacemos mucho, pero vamos a hacerlos muy rápido, muy pronto. Tendrá un gran impacto”.

Poder naval: la flota de la marina mercante de EE UU ha disminuido de 3.000 buques de aguas profundas en 1960 a sólo 182 barcos en la actualidad. Mientras tanto, la Marina estadounidense se ha reducido de 812 barcos en 1960 a 295 buques desplegables en la actualidad. Se espera que estas cifras se contraigan aún más, ya que los barcos viejos se están retirando más rápido de lo que se construyen barcos nuevos.

China acabará superando a EE UU como potencia naval a menos que se haga algo. Así que el presidente Trump está tomando medidas.

Bendiciones y maldiciones: inmediatamente después de anunciar una nueva oficina de construcción naval, Trump reiteró su promesa de recuperar el canal de Panamá. Se da cuenta de que poseer la armada más poderosa del mundo no significa gran cosa si no se controlan los puntos de estrangulamiento marítimos estratégicos del mundo.

El redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, señaló en su programa La Llave de David del 3 de enero que el Sr. Trump podría recuperar el canal de Panamá si sigue el ejemplo de Theodore Roosevelt de temer a Dios y actuar con valentía. El discurso del presidente Trump sobre el Estado de la Unión mostró más gratitud por las bendiciones que Dios ha dado a EE UU que cualquier otro presidente desde Ronald Reagan, pero el pueblo estadounidense debe volver a la fe y la obediencia de sus antepasados para conservar estas bendiciones.

Más información: lea “La profecía revela cómo ganamos y perdimos el canal de Panamá”, de Gerald Flurry.