El Papa nombra a un cardenal pro-comunista
El papa Francisco anunció el 9 de julio que elevará a 21 prelados al rango de cardenales este otoño. De estos prelados, 18 tienen actualmente menos de 80 años. Por lo tanto, son elegibles para votar en un cónclave papal. Esto significa que, a partir del 30 de septiembre, el papa Francisco habrá creado 99 de los 137 cardenales electores. Y uno de estos nuevos electores, el obispo Stephen Chow de Hong Kong, es un partidario radical del Partido Comunista Chino (PCCh).
Concordato secreto: el obispo Chow es un defensor del concordato entre el Vaticano y China del papa Francisco. Este acuerdo secreto se firmó en septiembre de 2018 y le concede al PCCh un papel en el nombramiento de obispos. Francisco y sus aliados han aclamado el acuerdo como un gran avance en las relaciones entre el Vaticano y China. Otros, como el cardenal retirado de Hong Kong Joseph Zen, han dicho que el acuerdo es comparable a firmar un acuerdo con Adolfo Hitler, algo que el Vaticano hizo el 20 de julio de 1933.
El PCCh persigue a los católicos clandestinos que se niegan a reconocer el control comunista sobre su fe. Y el concordato entre el Vaticano y China permite esta persecución.
Católico comunista: a pesar de que China es un Estado ateo, el canciller de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales ha elogiado a la China comunista como el “mejor implementador de la doctrina social católica del mundo”. Desde sus reformas de liberalización económica en la década de 1970, China se ha convertido en una economía mixta que utiliza partes tanto de la teoría comunista como de la capitalista. El politburó permite la empresa privada pero la gestiona de forma similar a lo que el papa León xiii describió en su carta encíclica de 1891 en la que describía el corporativismo católico.
El Vaticano está traicionando a los católicos chinos con la esperanza de poder utilizar su alianza con China para presionar a Europa y Estados Unidos para que reformen el capitalismo.
Iglesia global: la profecía bíblica describe una gran iglesia en el tiempo del fin que tiene una influencia significativa con “los reyes de la tierra”. Tiene un poder especial sobre una unión de naciones descrita en términos simbólicos como una “bestia” (Apocalipsis 17). Esta descripción sólo se puede aplicar a una Iglesia en la historia moderna —una Iglesia que se entromete en los asuntos de las naciones y se considera madre de todos—, una Iglesia alineada con el Sacro Imperio Romano.
Los líderes católicos están haciendo tratos económicos y políticos en todo el mundo para borrar el capitalismo de libre mercado y a su principal defensor: Estados Unidos de Norte América. Si el Papa logra que los enemigos de Estados Unidos se alíen económicamente contra este país, la gente aprenderá lo que significa ser víctimas del Sacro Imperio Romano.
Más información: lea “El nuevo orden mundial del Papa”.
