Reciba nuestro boletín gratis

El Imperio africano de Putin

BARBARA DEBOUT/AFP VIA GETTY IMAGES

El Imperio africano de Putin

La guerra sutil por el continente negro 

En Bangui, capital de la República Centroafricana (R.C.A.), se alza un curioso monumento. Soldados heroicos protegen valientemente a una mujer y un niño vulnerables detrás de ellos, apuntando con sus armas a enemigos invisibles que están frente a ellos.

A primera vista, uno podría pensar que el monumento data de la época de la RCA como colonia francesa. Ciertamente parece una reliquia colonial. Pero el monumento, inaugurado en 2021, representa a rusos.

PT Ad_ES

En 2018, la República Centroafricana invitó al Grupo Wagner, una organización mercenaria ahora tristemente célebre por su intento de motín contra Moscú en 2023 y su posterior fusión con las fuerzas armadas rusas. Por años, la R.C.A. se ha convertido en una de las operaciones rusas más abiertas en África.

Pero está lejos de ser la única. A veces clandestinamente, a veces abiertamente, Rusia lleva años construyendo un Imperio subsidiario africano. El Presidente Vladimir Putin no ha construido esto sólo por la fuerza de la conquista; a menudo, sus hombres son recibidos con los brazos abiertos. Podría decirse que Putin se ha convertido en el actor más influyente del segundo continente más grande del mundo.

¿Cómo ha ocurrido?

Dinero sangriento

La República Centroafricana, al igual que muchos estados africanos, está empobrecida y sufre disturbios casi constantes desde hace años. El gobierno tenía el poder en Bangui, pero su autoridad no se extendía mucho más allá. Varias facciones rebeldes controlaban amplios territorios fuera de la capital. La ayuda de las Naciones Unidas, así como de otros países africanos como Libia y Suráfrica, ayudó poco.

En 2017, el presidente Faustin-Archange Touadéra invitó a asesores y armas rusas a entrar en el país para ayudar a reconstruir su ejército, consiguiendo una exención de un embargo de armas de la ONU.

Touadéra también trajo mercenarios del ahora famoso Grupo Wagner. Wagner, como empresa militar “privada”, era oficialmente independiente del gobierno ruso y permitió así a Putin negar de forma plausible cualquier intromisión extranjera. Inicialmente sólo llegaron 175 soldados de Wagner. Pero para 2021, los analistas estimaban que esa cifra sería de aproximadamente 2.600. Desde el motín de 2023 del líder de los Wagner, Yevgeny Prigozhin, y la posterior asimilación del grupo a las fuerzas oficiales rusas, 1.000 es una estimación más probable.

Un máximo de 2.600 hombres puede no parecer mucho. Pero incluso con un pequeño número de soldados, el Grupo Wagner ha logrado mucho. Ayudaron a contener sucesivas oleadas rebeldes contra Bangui para mantener a Touadéra en el poder. Wagner actúa como guardaespaldas personal de Touadéra. Valeriy Zakharov, antiguo oficial de los servicios de inteligencia rusos, se convirtió en el principal asesor de seguridad de Touadéra. En 2023, Touadéra trajo un nuevo contingente de tropas Wagner justo antes de un referendo para enmendar la constitución de la R.C.A y abolir los límites del mandato presidencial. La presidencia incluso admitió que parte del propósito de los recién llegados era “asegurar el referendo constitucional”. El referendo fue aprobado por abrumadora mayoría; los críticos afirmaron que tuvo una participación de alrededor del 10%.

¿Qué gana Rusia con todo esto? Riquezas, en abundancia, en forma de recursos naturales, especialmente oro. El gobierno de la R.C.A. concedió a una filial de la empresa Wagner los derechos exclusivos de la mina de oro de Ndassima, la mayor del país. También concedió a Wagner derechos exclusivos de tala, una industria rentable, teniendo en cuenta que la RCA se encuentra en parte dentro de la selva tropical del Congo. El Blood Gold Report evaluó en diciembre de 2023 que Putin había cosechado más de 2.500 millones de dólares en el comercio de oro africano desde que lanzó la guerra de Ucrania en febrero de 2022.

Incluso si Touadéra está usando a Wagner para lograr una toma de poder, algunos podrían argumentar que Wagner brinda la estabilidad necesaria de la que tan desesperadamente carecía la R.C.A. Pero Touadéra no importó mercenarios rusos para jugar limpio. Wagner ha aportado cierta estabilidad a costa de desatar un reino de terror.

Wagner está implicado en innumerables atrocidades: asesinato de periodistas; violación sistemática de mujeres; masacre de pueblos, a menudo para acceder a más reservas de oro. Y ha actuado con el pleno apoyo del gobierno de la R.C.A. En palabras de la Human Rights Foundation [Fundación de los Derechos Humanos], Rusia ha “exacerbado la anarquía, corrupción, violencia y violaciones de los derechos humanos de larga data con total impunidad”.

En un ejemplo de la ciudad de Bambari, en 2021 Wagner se trasladó para ejercer el control sobre los activos auríferos de la zona. Según los testigos, la forma de “instalarse” de Wagner significaba disparar indiscriminadamente a la gente sin ningún motivo. “Nos disparaban desde el suelo y los aviones disparaban desde el cielo”, dijo Madina, una superviviente, a CBS News. “Murió tanta gente que era difícil de contar”.

“Decir ‘matanza’ es quedarse corto”, decía Usman, el hijo de Madina. “Fue una carnicería total. Como el Armagedón”.

La situación de la R.C.A. sería sombría, con rusos o sin ellos. Pero no se trata de una cuestión que afecte sólo a un país en el corazón de África. La R.C.A. es uno de los varios subsidiarios rusos en África, y la lista sigue creciendo. Lo que Rusia hizo en la R.C.A. se convirtió en un modelo a seguir para el resto de África: encuentra una dictadura tambaleante que necesita urgentemente soldados que no se preocupan por los derechos humanos, luego envía mercenarios a cambio de derechos sobre recursos naturales. En algunos países, Rusia ha aplicado esta fórmula para impactar en el resto del mundo más de lo que lo hace la R.C.A.

Probablemente el más visible de ellos sea Libia.

A las puertas de Europa

Desde la campaña liderada por Estados Unidos en 2011 para derrocar al dictador Muamar Gadafi, Libia se encuentra en un estado casi continuo de guerra civil intermitente. Los combates actuales terminaron hace varios años, pero Libia sigue dividida entre tres gobiernos. El gobierno libio reconocido internacionalmente, con sede en Trípoli, controla gran parte de la mitad occidental del país. El gobierno rival, también con sede en Trípoli, tiene poca autoridad real. El este del país está bajo el dominio del señor de la guerra Jalifa Haftar y su Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés).

Haftar es un representante ruso. Desde 2016, el gobierno ruso ha proporcionado más de 10.000 millones de dólares en apoyo financiero al LNA. Wagner también dispone de unos 2.000 soldados que luchan en nombre de Haftar. Wagner también tiene su propia fuerza aérea de helicópteros de ataque, bombarderos y cazas en Libia. Ha establecido un sistema de defensa antimisiles para el LNA. En 2020, varios centenares de soldados de Wagner participaron en el fallido asedio de Trípoli por parte del LNA.

Wagner también proporciona a Haftar patrocinio internacional para mantener unido a su ejército. El LNA no es una fuerza de combate unificada, sino una red de milicias con diferentes ideologías y distintos objetivos finales. El patrocinio extranjero, incluyendo el de Rusia, proporciona a Haftar algo de “pegamento” para su ejército popurrí. Algunos especulan que sin Wagner, Haftar sería incapaz de mantener su territorio durante mucho tiempo.

La importancia estratégica de Libia radica en su proximidad a Europa. Se encuentra a menos de 1.130 kilómetros de Malta. Es un punto de partida popular para que los migrantes procedentes de África naveguen hacia Europa. Entre mayo y junio de 2023, la Organización Internacional para las Migraciones registró 700.000 migrantes viviendo en 100 municipios libios. Europa sigue luchando contra los flujos masivos de inmigración ilegal y el terrorismo islámico asociado. Patrocinar a Haftar le otorga Rusia una considerable influencia sobre una de las principales puertas de entrada a Europa, y ello mientras Europa ayuda a patrocinar la lucha contra Rusia en Ucrania.

También da a Rusia influencia sobre una de las mayores fuentes de energía de África. Con 48.000 millones de barriles, las reservas de petróleo estimadas de Libia representan aproximadamente el 39% del total de África. La mayor parte de sus exportaciones de petróleo se destina a Europa. Libia también tiene reservas de gas natural que ascienden a unos 1,5 billones de metros cúbicos. Desde que estalló la guerra de Ucrania en 2022, ya no es políticamente correcto que Europa dependa del gas natural de Rusia, lo que obliga a Europa a buscar proveedores alternativos.

Como en la República Centroafricana, Rusia envía sus botas al terreno a cambio de un precio. En este caso, quiere el mercado petrolero de Libia. En 2020, la Corporación Nacional Petrolera de Libia anunció que Wagner se había apoderado del yacimiento petrolífero de Sharara, el mayor de Libia, con una capacidad de 300.000 barriles diarios. Wagner también tiene el control sobre otras regiones productoras de petróleo.

En el norte de África, Rusia se ha convertido en un factor que Europa no puede ignorar.

A la conquista de África

Al norte de la República Centroafricana se encuentra el Sahel. Derivado de la palabra árabe que significa “costa”, es un cinturón árido de matorrales que abraza la “costa” meridional del aún más inhóspito desierto del Sahara desde el océano Atlántico hasta el mar Rojo. La mayor parte de la región es islámica. Muchos países del Sahel luchan por contener la insurgencia yihadista y han recurrido a socios como Estados Unidos, Francia y Alemania para enviar soldados a operaciones antiterroristas. Es el caso de Mali, Níger y Chad, todas ellas antiguas colonias francesas.

Sin embargo, Mali y Níger han sufrido golpes de Estado recientes, expulsando a sus gobiernos prooccidentales e instalando juntas militares. Las juntas siguen comprometidas en la lucha contra los yihadistas pero están cansadas de que las naciones occidentales se entrometan en sus asuntos. Francia, el antiguo gobernante colonial de la región, controlaba uno de los principales contingentes de las fuerzas antiterroristas occidentales en la zona. Y Francia fue un blanco particular de la ira de las juntas. Solo en Mali había 2.400 soldados franceses, más de la mitad de todo el contingente de Francia en el Sahel.

Mali tuvo su golpe de Estado antioccidental en 2021. Francia empezó a retirar sus tropas de Mali en 2022 y terminó al año siguiente. Alemania retiró al último de sus aproximadamente 1.000 soldados este año.

2021 fue también el año en que las fuerzas de Wagner entraron por primera vez en Mali. Según un informe de Reuters de 2021, Mali prometió a Wagner casi 11.000 millones de dólares mensuales por una fuerza mercenaria de hasta 1.000 soldados. A diferencia de lo ocurrido en la R.C.A. o Libia, Wagner ha sido menos efectivo en contrarrestar la insurgencia de Mali. Pero Mali sigue utilizándolo.

Tras la pérdida de Mali, Francia reorientó su misión militar hacia el cercano Níger, donde EE UU ya contaba con una base de más de 1.000 soldados. Alemania estaba a punto de hacer lo mismo. Pero en julio de 2023, los militares nigerinos dieron su propio golpe de Estado y dijeron a los 1.500 soldados franceses que se marcharan a casa. A finales de año, Francia cumplió. El nuevo régimen permitió que EE UU permaneciera. Pero en marzo, después de acusar a EE UU de inmiscuirse en su política exterior, el portavoz de la junta, Amadou Abdramane, dijo que “la presencia estadounidense en el territorio de la República de Níger es [ahora] ilegal”. En abril, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que las tropas estadounidenses se irían.

Una vez más, el beneficiario de estos avances fue Rusia.

Ha pasado un año desde el intento de motín de Wagner en junio de 2023. Desde entonces, Putin ha rebautizado a Wagner como el nuevo “Cuerpo Africano” de Rusia. Pero siguió ofreciendo a Níger los mismos servicios que siempre habían prestado sus mercenarios. En un gran desaire, Reuters informó el 2 de mayo de que Níger permitía a Wagner acuartelarse en una base aérea que los militares estadounidenses seguían utilizando; el Pentágono lo permitió.

Hay muchos más ejemplos de Rusia estableciendo subsidiarios en África. En Sudán, Rusia patrocina a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), una facción paramilitar que controla la mitad del país y es tristemente célebre por ser el escuadrón de la muerte genocida que el ex dictador Omar Bashir utilizó contra el pueblo darfuri. Al parecer, la influencia de Rusia en Sudán es tan importante que Ucrania ha enviado a sus fuerzas especiales para ayudar al gobierno sudanés a luchar contra el RSF. Rusia ha abastecido a Sudán a través de Chad, otra antigua colonia francesa. Rusia tiene suficientes incursiones en Chad que, según el Washington Post, está entrenando a rebeldes chadianos en un “complot en desarrollo para derrocar al gobierno chadiano” (24 de abril de 2023). También hay pruebas de que Wagner influyó con éxito en unas elecciones en Madagascar.

En toda África, el patrón se repite: EE UU y Europa fuera; Rusia dentro. Como lo expresó el Centro Africano de Estudios Estratégicos: “Rusia probablemente haya expandido su influencia en África en los últimos años más que cualquier otro actor externo”. Putin ha logrado lo que Rusia nunca logró en la época colonial: establecer un imperio en África.

Lo que dice la Biblia

Hay una profecía a la que la Trompeta acude una y otra vez para interpretar los acontecimientos de África: “Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él [el rey del norte]; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por la tierra, e inundará y pasará. (…) Extenderá su mano contra las tierras, y no escapará el país de Egipto. Y se apoderará de los tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto; y los de Libia y de Etiopía le seguirán” (Daniel 11:40, 42-43).

Se trata de una profecía del tiempo del fin sobre dos bloques de poder que chocan justo antes del regreso del Mesías (véase Daniel 12:1-4). La historia bíblica y secular muestran que el rey del norte es una potencia europea liderada por Alemania. Desde la década de 1990, el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, ha identificado al rey del sur como un bloque islamista radical liderado por Irán.

Los versículos 42-43 introducen a Egipto, Libia y Etiopía. “Egipto [y los demás países] serán conquistados o controlados por el rey del norte”, escribe el Sr. Flurry en El rey del sur. “Esto implica claramente que Egipto [y Libia y Etiopía] se aliarán con el rey del sur”.

Irán siempre busca ampliar su imperio subsidiario. Todavía no tiene a Egipto, Libia o Etiopía. Pero basándose en estos versículos, la Trompeta espera que Irán amplíe pronto sus subsidiarios en África. Europa, sin embargo, atacará a Irán con una “tempestad [torbellino, versión King James]” (versículo 40). “Si usted está en un torbellino”, escribe el Sr. Flurry, “éste gira a su alrededor”. Incluso ahora, podemos ver que la estrategia alemana es rodear a Irán y a sus aliados” (ibíd.). La Trompeta también espera que Europa traslade más soldados a África para contrarrestar a Irán.

Rusia no está en la narrativa de esta profecía en Daniel. Pero lo que Vladimir Putin está haciendo en África está preparando el escenario para esta profecía de una manera dramática.

Incluso hoy, la expansión de Rusia en la región está ayudando a Irán. Níger es un caso especial. Según la Asociación Nuclear Mundial, Níger fue el séptimo mayor productor de uranio, registrando una producción de 2.226 toneladas en 2022. Irán, que intenta dotarse de un arma nuclear, produjo ese año unas 24 toneladas.

Níger también intenta vender uranio a Irán. El Wall Street Journal, citando a los servicios de inteligencia estadounidenses el 17 de marzo, afirmó que Níger llevaba negociando su propio “acuerdo nuclear” con Irán desde enero. El 2 de mayo, Africa Intelligence informó que Níger había ofrecido a Irán 330 toneladas de concentrado de uranio a cambio de sistemas de armamento. Estas conversaciones con Irán provocaron en parte las quejas de “intromisión” de EE UU que finalmente condujeron al desalojo de sus tropas.

Francia depende de Níger para gran parte de su energía nuclear. Parece que gran parte de ella se destinará ahora a Irán. Francia y Alemania también han quedado mal con el desalojo de sus ejércitos a través de estos golpes favorables a Rusia. Debido a Rusia, Europa centra cada vez más su atención en África.

Rusia mantiene su imperio con muy pocas tropas, apenas un par de miles en algunos lugares. Eso no es mucho. Y no siempre son eficaces. Un informe de la ONU de agosto de 2023 decía que la filial del Estado Islámico en Mali casi duplicó sus conquistas territoriales en menos de un año. El golpe de Wagner de 2023 demostró que el control de Putin sobre estas tropas no es férreo. Si estos varios miles de rusos quedaran fuera de juego, el islam radical podría extenderse por la región como un reguero de pólvora. O las juntas podrían buscar otros patrocinadores, dando a Irán una apertura aún mayor.

O podría obligar a los líderes de las juntas a regresar a Europa, con la gorra en mano, y dar a la creciente potencia europea una excusa para enviar más soldados a África.

En cualquier caso, aunque la profecía bíblica no dice que Rusia vaya a seguir siendo “rey” de Oriente Medio y del norte de África a largo plazo, lo que Rusia está haciendo ahora mismo es allanar el camino para que los verdaderos reyes tomen el poder. En este sentido, incluso en África, Rusia está ayudando literalmente a cumplir la profecía bíblica.

EL REY DEL SUR

El profeta Daniel escribió acerca de una futura confrontación entre el rey de norte y el rey del sur. ¡Estamos ahora en el tiempo donde estos dos importantes poderes están rápidamente levantándose! El rey del sur está provocando problemas incluso hoy. ¡Es crítico que usted sepa la identidad de este poder profetizado!