LA TROMPETA
El hombre que destruyó el imperio soviético (transcripción)
Hace más de 50 años, existía un gran Imperio Soviético, y era una dictadura brutal, muy parecida a lo que se ve hoy en día. Sin embargo, bastantes años después se derrumbó, y creo que un hombre ayudó a que todo eso ocurriera, y quizá ayudó a derribar la Unión Soviética más que nadie en esta Tierra. Su nombre era Aleksandr Solzhenitsyn, y quisiera mostrarles cómo lo hizo. Nos estaba dando una poderosa lección de la que se habla incluso en la Biblia.
Escribió un libro titulado El roble y el becerro en 1975, que se publicó traducido al inglés en 1979. También estuvo preso en el archipiélago Gulag, la cárcel más horrenda de la Unión Soviética en aquella época.
Así que, él era un hombre de fe, un hombre de fe, y creo que Dios lo usó para exponer ese imperio del mal para mostrarnos algo que necesitamos entender sobre la naturaleza humana. Solzhenitsyn fue el único hombre de fe, y se dio cuenta de que un hombre puede sacudir al mundo, tal como Jesucristo dijo que podía, y todo está explicado en la Biblia, y les mostraré dos o tres versos para explicarlo.
Pero Herbert W. Armstrong ciertamente estaba hablando al mundo en ese momento en la televisión en casi todo el mundo, y estaba proclamando cómo el comunismo es un enemigo mortal de Estados Unidos y Gran Bretaña, e incluso del Estado judío. Así que necesitaba ser controlado, y todo eso se explica en nuestro folleto Él tenía razón.
Así que Solzhenitsyn ayudó a enfatizar algo que Jesucristo dijo, y antes de entrar en esa historia citaré de Mateo 9, versos 27 al 29. Mateo 9, comenzando en el verso 27, dice: “Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David! (28) Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor”. ¡Sí!
Verso 29: “Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho”. Les abrió los ojos y ya no estaban ciegos. “Conforme a vuestra fe os sea hecho”. Así que Dios pone esta Escritura a nuestra disposición, esta verdad. El mundo entero tiene acceso a Dios a través de la fe, si tan sólo construyeran un poco de esa fe y confiaran en Dios esto puede llevar a algo espectacular.
Pero casi nadie en este mundo entiende eso, así que en el verso 29 Cristo condena nuestra falta de fe en este mundo. ¡La condena! Y Él era un hombre que iba por ahí expulsando demonios por todas partes, y todavía están aquí hoy. ¿Y dónde están? Bueno, Él nos mostró cómo deshacernos de ellos, e incluso de Satanás el diablo, si confiamos en Él con fe. Ese era el plan, si tan sólo le creían a Dios.
Así pues, Solzhenitsyn utilizó la fe para sacudir el imperio en el que estaba, e incluso el mundo entero, y es algo que deberíamos recordar en nuestras vidas, porque realmente es una historia inspiradora que debería motivarnos a todos. Y veremos, sólo les mostraré cómo un hombre hizo tambalear al Imperio Soviético.
Veamos Mateo 17 y verso 14 rápidamente: “Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: (15) Señor, ten misericordia de mi hijo”, verso 15. “Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático…”. ¿Vemos gente así hoy?, oh, vemos muchos. “Porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. (16) Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar. (17) Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá”.
Y luego el verso 18: “Y reprendió Jesús al demonio”, o sea, Satanás poseyó a esta persona, Satanás mismo, “el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. (19) Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?”.
Verso 20, noten de qué se trata este poderoso verso. “Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible”. ¡nada les será imposible! Ahora, Él está diciendo, Muy bien. ¡Un hombre puede pasar una montaña de un lugar a otro si realmente necesita hacerlo! Y Él dijo, Nada te será imposible. Ahora, ese es un poder increíble que necesitamos comprender y tener en nuestras vidas. ¿Cómo pueden los hombres ignorar una promesa como ésta?
Les daré una Escritura más aquí en Mateo 11, verso 21. Y observen lo que Él dijo: ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza. (22) Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para vosotras. (23) Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades [o la tumba] serás abatida”. Bueno, ¿cuál es el punto aquí?
Bueno, verso 25: “En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos”, el tipo de gente en Capernaum aquí, ni siquiera reconocieron a Jesucristo porque eran tan vanos e ignorantes de las cosas espirituales. Tenían una gran cultura en cierto modo, pero no era la cultura de Dios. Y Él dice: “Te alabo (…) porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, “y las revelaste a los niños”. Ahora, este “niños” significa, muy bien, ¡es enseñable! Dios nos enseñará esto si somos humildes y como niños y se nos puede enseñar.
Déjenme citarles algo del libro El roble y el ternero, en el que Solzhenitsyn habla del gulag en el que estuvo, y dice: “El golpe más duro fue descubrir que, después de pasar por todo el curso en los campos, seguía siendo tan estúpido y vulnerable. Había sido un escritor clandestino durante 18 años, tejiendo mi red secreta y asegurándome de que cada hilo aguantara. Un error sobre una sola persona podría haberme hundido en un pozo de lobos con todo lo que había escrito, pero no había cometido ningún error y no había caído. Había puesto tanto esfuerzo en mantenerlo a salvo, tantos sacrificios en escribirlo. Mi plan era inmensamente ambicioso”. ¡Inmensamente ambicioso! “Dentro de otros diez años, debería estar listo para enfrentarme al mundo con todo lo que había escrito”. Y él iba a, bueno, mover una montaña, pensó. Ese era su plan, y en eso estaba trabajando. Aquí estaba, ya ven, en este horrible gulag por tantos años, y dijo que ahora salía de eso, y su mente estaba llena del gulag, y así que iba a escribir sobre ello.
Dice: “¡La fuerza de mi posición era que mi reputación estaba sin mancha de componendas, y debía mantenerla así, aunque tuviera que guardar silencio otros diez años!”. Dijo: ¡Miren, no tengo manchas de componendas! Ahora, se requiere mucha fe al enfrentar todas esas pruebas en Rusia, y sin embargo él estaba caminando por fe, y dijo, nunca haré componendas. ¡Y miren lo que eso hizo por él! Realmente hizo algo por él. Pero dijo que estaba realmente sorprendido de lo listo que estaba, cuando hace poco tiempo estaba listo para simplemente engañarse a sí mismo y seguir a la multitud y no hacer nada al respecto. Y él realmente habla de corregirse a sí mismo; no se oye mucho de eso hoy en día, pero eso es lo que él estaba haciendo. Se estaba humillando a sí mismo porque creía que Dios estaba con él, y tenía que ser enseñado por Dios y guiado en lo que estaba haciendo. ¡Él creía que así era! Y ciertamente así era. Pueden comprobarlo leyendo sus libros.
Pero luego alguien le preguntó: Bueno, ¿por qué tienes siempre tanta prisa? Y él respondió: Bueno, porque tengo muchas cosas que escribir en el futuro. Lo tenía todo planeado, y era un plan muy ambicioso, y tenía prisa todo el tiempo, y la gente le preguntaba por eso. No tenía tiempo que perder, y lo sabía, para dar a conocer esto al mundo.
Déjenme leerles un poco más aquí, donde dice (este es otro párrafo de su libro): “Me inclinaba a buscar la mano de la justicia o algún significado cósmico superior en el relato de los infortunios rusos, pero yo había aprendido en mis años de prisión a sentir esa mano que me guiaba, a vislumbrar ese brillante significado más allá y por encima de mí mismo y de mis deseos”. Buscaba esa mano que le guiaba. ¡Tenía fe en Dios! Y creía que eso le daba poder, y Dios quería que esta dictadura fuera expuesta. Así que intentaba interpretar cada suceso significativo en su vida.
Y luego continúa diciendo: “Muchas vidas tienen un sentido místico, pero no todos lo leen bien. El secreto de una gran vida suele ser que un hombre descifre los símbolos misteriosos que se le conceden [otorgan o permiten], los comprenda y aprenda a caminar por la senda verdadera”. En otras palabras, él descifró eso, y buscó a Dios para que le ayudara a descifrarlo correctamente para saber qué hacer. Y quería esa mano guía en su vida siempre, y trabajó duro para descifrar lo que Dios le mostraba. Ahora bien, ese es un hombre de fe en muchos sentidos. Se dejaba guiar por Dios y, en esas circunstancias, buscaba a Dios.
Si se piensa, ¡es asombroso! Él dijo, Bueno, mira, tú piensas bueno, la gente buena en el mundo nunca podría transgredir o crear dificultades como esas o ser malvada. Pero él dice, Eso no es verdad. Ellos pueden. Y dijo: “Uno debe luchar para sacar el mal de sí mismo”. Y dijo: “¡Yo tuve que luchar para sacar el mal de mí mismo!”.
Ahora, eso es muy bíblico si está construyendo el propio carácter de Dios. Dijo que eso era lo que hacía. Comprendía la naturaleza humana. ¿Cuánta gente en este mundo entiende realmente la naturaleza humana?
Bien, el verso 9 de Jeremías 17 dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”. ¿Quién puede conocerlo?
Y aquí les daré otra cita. Dijo (esto es crítico, creo): “Para disfrutar de mi orgulloso y abierto desafío, de mi reconocido derecho a pensar por mí mismo, habría sido (me atrevo a decir) doloroso, quizás imposible, volver a mi anterior vida tranquila. Por fin empezaba a ver revelado el significado más elevado y oculto de ese sufrimiento para el que había sido incapaz de encontrar una justificación, ese agudo recordatorio de la razón suprema [o sea, Dios] que ningún simple mortal puede comprender al principio”. ¿Qué les parece? ¡Así es! Al principio no se puede entender, pero Dios lo mostrará; eso es lo que él entendió y aprendió.
“Por eso mis desgracias asesinas me habían sido enviadas por Dios para negarme toda posibilidad”, noten esto, “y arrebatarme cualquier posibilidad de pasar desapercibido y callar para hacerme lo bastante desesperado como para hablar y actuar. ¡Porque la hora se acercaba!”. ¡Él lo sabía! Tenía que hablar ahora, ¡había llegado el momento! ¿Qué iba a hacer?
Bueno, él dice un poco más abajo: “Feliz el hombre que descifra más rápidamente la escritura en el cielo, pero yo soy lento. Necesito tiempo. Pero yo, también, desperté una mañana como un hombre libre en un país libre”. Porque mucho de eso ya era gracias a él.
Y pueden ver en Isaías [Isaías 1:18; vkj] donde Dios dice: “Venid ahora y razonemos juntos…”. ¡Razonemos juntos!
Así que miró atrás a sus muchos errores y admitió que los tenía, y habló de algunos proverbios rusos como: “Todo lo demás pasará, pero la verdad permanecerá”. U otro: “La miseria no te llevará por encima del agua”. Otro, “Un hombre muere de miedo, otro es traído a la vida por él”. Un hombre muere de miedo, y otro es traído a la vida por él. ¡Vaya! ¡Vaya afirmación! Y: “Si vienen problemas, aprovéchalos también”. ¡Y dijo que estaba asustado por llegar a estar vivo! ¡Asustado! Y así es como le afectó.
Y continúa diciendo, y esto decepcionó mucho a Occidente, él dijo: “No tengo esperanzas en Occidente. De hecho, ¡ningún ruso debería! Si alguna vez llegamos a ser libres, será sólo por nuestros propios esfuerzos. Si el siglo xx tiene alguna lección para la humanidad, seremos nosotros quienes enseñaremos a Occidente, no Occidente en la excesiva facilidad y prosperidad. Han debilitado su voluntad y su razón”. Él condenaba a Occidente, y ellos leían todos sus libros y estaban entusiasmados con lo que decía. Y luego incluso tuvo la oportunidad de venir a Estados Unidos, fue a Harvard y a algunos otros lugares, y les habló sobre esto, y no les gustó mucho porque condenaba nuestra forma de vida, diciendo, miren, estamos atrapados en los deportes y el cine y todo tipo de placeres, y “no tienen voluntad ni razón. No saben ni siquiera pensar”. Así que empezaron a volverse contra él, pero no deberían haberlo hecho. Ciertamente muchos lo hicieron, pero otros no.
Pero él lo sabía. Sabía que iba a tener que negar toda la historia de su país, y que se necesitaría un gran clamor, como dice en Isaías 58 y verso 1: “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta”, esto es profecía del tiempo del final, “y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado”.
A la verdadera Iglesia de Dios se le ordena clamar y hablarle al pueblo de Israel y al mundo de su maldad y sus transgresiones, ¡y que van a ser castigados por Dios si no despiertan y se arrepienten! A eso se refiere. Ahora, usted puede comprobar eso en la Biblia.
Pero déjenme parafrasear otra parte de esto en El roble y el becerro. Hablaba del populacho culto que era la intelectualidad de la época, y decía que todos estamos atrapados en la televisión, el cine, los deportes y el adoctrinamiento político. Toda la sociedad está siendo llevada a ese tipo de vida, y llega al punto en que ni siquiera puede razonar, la mente no es fuerte, y no hay voluntad, no hay fuerza en el pensamiento, ni coraje y entusiasmo por lo que es correcto y exponer lo que es incorrecto. De eso está hablando él aquí. Dijo: “Es un cuadro sórdido”. Sí, ciertamente lo es, y lo vemos hoy aún más que cuando él vivía. Ya no está vivo.
Pero noten lo que dice: “Intenten comprender. Es la única manera. La experiencia en el campo me dice que cuanto más duro seas con los soplones, más seguro estarás. Nunca debes apelar a la sumisión. Si callo, esperarán unos meses y en silencio me harán papilla, o no tendré permiso de residencia por parasitismo o alguna otra excusa. Pero si hago suficiente ruido, su posición será más débil”. Así que estaba decidido a gritar y decirle a la gente lo que estaba pasando en su país, a su propia gente, y todo el mundo y la mayor parte del mundo estaba prestando atención a este hombre que se hizo muy famoso y poderoso. Él, en muchos sentidos, movió una montaña, tal como dijo Jesucristo. Ese es el tipo de poder que este hombre tenía.
Dijo que en ese mundo de convictos rusos, en ese gulag, fue donde se educó. Lo veía todo muy diferente porque le pedía a Dios que le ayudara a entender y a exponer todo, y a clamar cuando llegara el momento. Y puso su vida en peligro, y facilmente podría haber sido ejecutado, pero Dios lo protegió y Dios lo recompensó, tal como dijo que haría, si hacíamos esas cosas. Así que no tenía tiempo que perder.
Sólo un comentario más de Mateo 17, verso 20: “… Por vuestra poca fe”, no podéis hacer estas cosas, “porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible”. ¡nada será imposible para usted!