DOMINIO PÚBLICO
El fin de la globalización, el comienzo del socialismo global
El Foro Económico Mundial pronostica el fin de la creciente prosperidad. Los acontecimientos geopolíticos están fracturando la cooperación económica, lo que significa nada menos que el final de la globalización. “La globalización ha aumentado la prosperidad mundial”, comentó Handelsblatt el 11 de enero, “pero está a punto de llegar a su fin, según un estudio. Poco antes de la reunión de Davos, los responsables pintan un panorama desolador del futuro”.
El fin de la prosperidad es sin duda un pronóstico desolador, pero la solución que se propone es aún peor.
La página web del Foro Económico Mundial comenta lo siguiente sobre su Informe sobre Riesgos Mundiales 2023: “Nos hemos quedado sin palabras para describir lo que está ocurriendo hoy en el mundo, así que en esta edición del Informe sobre Riesgos Mundiales hemos utilizado una nueva: ‘policrisis’. Es una situación en la que diferentes riesgos chocan y su interdependencia se hace sentir de forma aguda”.
La globalización, o cooperación mundial promovida por Estados Unidos y el capitalismo, ha contribuido a acabar con la pobreza de millones de personas y ha impulsado a los países emergentes. “La nueva era económica resultante puede ser una de creciente separación entre países ricos y pobres y el primer retroceso en el desarrollo humano en décadas”, afirma el informe.
Es un pronóstico desolador, pero un reciente artículo de portada de la revista Spiegel sugiere una solución interesante: Más socialismo. En “¿Tenía razón Marx después de todo?” Spiegel escribió: “El capitalismo clásico ya no funciona. Pero impulsadas por crisis mundiales cada vez nuevas y un inminente derrumbe climático, están surgiendo ideas concretas de reforma: menos crecimiento, más objetivos gubernamentales.” Además, afirman:
La crítica al capitalismo no es, en principio, nada nuevo. Pero en el cuarto año de la pandemia y el segundo de la guerra de Ucrania, está cobrando notable fuerza. Demasiadas cosas ya no funcionan: la globalización se desmorona y con ella el modelo alemán de prosperidad. El mundo se está consolidando en bloques hostiles. La inflación está provocando que ricos y pobres se distancien cada vez más. No se han cumplido la mayoría de los objetivos climáticos. Y los políticos ya no pueden seguir parcheando todas las nuevas grietas del sistema. (...)
La globalización se nos ha ido de las manos, y casi todas las ganancias de riqueza acaban en manos del 10% de la población más rica. El consumo demencial de recursos está arruinando el planeta. La industria financiera se entrega a nuevos excesos.
No cabe duda de que estamos presenciando un cambio sísmico de un mundo en el que crece la prosperidad a un mundo en el que crece la pobreza. Pero ¿la solución es más control gubernamental?
Para sugerir precisamente eso, Spiegel presenta a la italo-estadounidense Mariana Mazzucato como “la economista más influyente del mundo (…) [quien] les proporciona a numerosos gobiernos guiones para ‘el nuevo acuerdo verde’, es decir, la restructuración respetuosa con el clima de la economía y la industria”. Afirma que el mercado por sí solo no tiene ninguna posibilidad en la lucha contra los retos del siglo xxi, especialmente el cambio climático. Por eso exige que “el Estado marque el rumbo y fije objetivos ambiciosos”.
He aquí el punto central de ambos pronósticos: el “cambio climático” descontrolado exige más control gubernamental.
Es obvio que los gobiernos son la causa de las crisis recientes, como los encierros y las guerras. Las empresas han sufrido las consecuencias de estas políticas. Sin embargo, también han sufrido por las medidas reglamentarias que pretenden conseguir los objetivos climáticos. Como resultado, hemos visto cómo se ha prohibido el fracturamiento hidráulico, se han cerrado plantas de carbón y se han promovido soluciones de “energía verde”. Esto entre otras cosas ha provocado una crisis energética que se ha visto intensificada por la guerra de Rusia contra Ucrania.
Y ahora las mismas élites sugieren que más de lo mismo resolverá la crisis mundial. La Trompeta lleva mucho tiempo advirtiendo que esta tendencia es un camuflaje para introducir el socialismo en Occidente, y ahora son más los que lo admiten abiertamente.
El auge del socialismo es un ataque para derribar el sistema estadounidense. Esto no es sólo una mala noticia para Estados Unidos sino para el mundo entero. También es exactamente lo que la Biblia profetizó que sucedería. Para entenderlo lea Estados Unidos bajo Ataque por Gerald Flurry. Este libro explica el ataque multifacético contra Estados Unidos y la fuente espiritual detrás de él.