El Dios no conocido
Transcripción de La Llave de David
Los antiguos griegos llamaron al Creador, “El Dios no conocido”, según Hechos 17 en verso 23, y olvidaron quién es porque perdieron el significado, el sentido de Su nombre. Eso es según el Dr. Herman Hoeh, que trabajó bajo Herbert W. Armstrong durante muchos años. Y esta gente no entendía el nombre del Creador porque ellos, según él, habían perdido ese significado. Lo perdieron, y entonces levantaron un altar “Al Dios no conocido”.
El apóstol Pablo tenía algo que decir al respecto. Noten Hechos 17 en verso 21: (Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo). (22) Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; (23) porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: al dios no conocido. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio”.
Verso 24: “El Dios que hizo el mundo”, Él creó el mundo, “y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas”.
Y un poco más abajo dice que somos “linaje de Dios”.
Y luego en el verso 31: “Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó”, que es Cristo, “dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”. Esta es una información interesante.
Y quiero añadir una o dos Escrituras más de Hechos. En Hechos 4 en verso 10, hay algo que realmente nos hace a todos pensar muy profundo sobre lo que Pablo estaba hablando, y lo que intentaba hacerles entender a ellos. Noten Hechos 4 en verso 10. ¿Cuál es el único nombre dado a los hombres por el que podemos ser salvos? Es una pregunta magníficamente importante. Dice: “Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano”. En otras palabras, este hombre había sido sanado porque confió en que Jesucristo lo sanaría.
Luego el verso 12, por favor noten esto: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. No hay otro nombre bajo el cielo entre los hombres, por el cual podamos ser salvos. Ahora, si no conocemos este nombre ni entendemos este nombre ni obedecemos a este Dios, no hay salvación. Esa es una declaración poderosa, y en la que todos debemos reflexionar porque esto se aplica a la mayoría de las personas en la Tierra.
¿Qué importancia tiene el nombre del Creador? Si no lo sabemos, no hay salvación. No lo entendemos. De todos modos, no hay salvación en este momento. Pero la mayoría de la gente será salva, pero eso será en el tiempo de Dios. Pero ¿qué podría ser más importante que esto?
Déjenme añadir un pensamiento a esto, en el artículo del Dr. Hoeh donde dice: “O tendrá que aceptar el nombre de Jesús como su salvador, o tendrá que tirar a la basura todo el Nuevo Testamento”. Bueno, tenemos que pensar en eso, todos tenemos que hacerlo.
El nombre de una persona, como ven, es también su reputación; es muy importante. Un nombre es realmente importante, y especialmente en la Biblia, como en ningún otro lugar.
Proverbios 22 en verso 1 dice: “De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas”, ven, un nombre representa su carácter, todo su carácter, “y sí hace una diferencia qué nombre usa para el Creador, y en cuyo nombre ora”. Ven, eso es lo que escribió el Dr. Hoeh.
Ciertamente hace la diferencia sobre el nombre que usted tiene del Creador, o el que usted podría pensar que es y no tiene el correcto. Pero es mejor que lo sepan porque esa es la única manera que tienen de orar a Dios, por la justicia de Jesucristo, y por Su sacrificio para pagar por todos nuestros pecados, y darnos acceso a Dios el Padre.
Noten Apocalipsis 19 en versos 11 y 12. Dice: “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. (12) Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo”. Así que Él sabe muchas cosas que nosotros no sabemos.
Y luego el artículo continúa diciendo (esto era en realidad un inserto en el artículo del Dr. Hoeh por Lester Grabee), y él tiene esto que decir: “Los nombres y títulos de Dios nos ayudan a ver algo de Su carácter. Sus nombres son sólo símbolos de lo que Él es. Respetamos sus nombres porque Le representan, pero Dios se revela principalmente a través de Su Palabra”. O sea, la Biblia.
Continúa diciendo: “Lo que Cristo reveló es el Camino. Él reveló el Camino a la Vida, el camino del carácter de Dios. El mismo carácter en nosotros nos llevará a tener vida eterna, como Dios, y a llevar Su nombre, que resume Su carácter”.
¿Qué hay de ese nombre, este nombre de nuestro Creador? De hecho hay varios nombres, pero sólo un par en los que realmente necesitamos enfocarnos, y son vitales. Pero necesitamos entender este nombre de nuestro Creador.
Noten que dice Éxodo 3, versos 13 y 14. Aquí Dios nos dice algo sobre el nombre del Todopoderoso, desde Moisés. Leamos versos 13 y 14: “Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? (14) Y respondió Dios a Moisés: Yo soy el que soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: Yo soy me envió a vosotros”. ¡Yo soy me ha enviado! ¿Qué les parece? Moisés fue enviado por Yo soy, ¿y quién es este Yo soy?
Bueno, Él dice “Yo soy el que soy” y ciertamente hay mucho significado en eso, y podría traducirse del hebreo como, ¡Seré lo que seré! Este nombre, Yo soy, Seré lo que seré. Este es Jesucristo (Melquisedec en el Antiguo Testamento) que se convirtió en Jesucristo más tarde. Pero este Yo soy, Su nombre significa “el que es, el existente por sí mismo, el Eterno”. Su muerte paga por todos nuestros pecados, y tenemos que recordarlo, por supuesto.
Y diré esto sobre este Yo soy. Sólo nos está haciendo saber que Él está por encima de Su creación; Jesucristo nos creó por dirección del Padre, y Él es más grande que todos nosotros, por lo tanto Su muerte puede pagar por los pecados de todos, de toda persona que haya vivido.
Ahora en Génesis 1 verso 26: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,” o el carácter de Dios, “conforme a nuestra semejanza”. Observen que hay más de uno. Está el Padre y está el Hijo. Él dijo: “Hagamos al hombre, creemos al hombre”. El Padre y el Hijo crearon al hombre. El Padre planeó eso e hizo eso, hizo que Su Hijo lo llevara a cabo, en lo que respecta a la creación, “y señoree en los peces del mar”, etcétera. ¡Tenían dominio sobre todo eso!
“Si nos fijamos en el Antiguo Testamento, la palabra española Dios se utiliza para la palabra hebrea equivalente Elohim, y Elohim es una palabra uniplural, que permite más de un miembro en la única Familia divina”, escribe el Dr. Hoeh.
Ven, en otras palabras, es una palabra uni-plural que se aplica a la Familia divina de Dios: el Padre y el Hijo. Es una palabra importante para hablarles de lo que es el nombre de nuestro Creador. Aquí nos lo explica muy bien.
Si lo piensan bien, ésta es la Familia Dios. Si estamos siguiendo a Dios, ¡nos dirigimos hacia el Reino de Dios, o sea la familia de Dios! Eso es lo que vamos a ser. Están el Padre y el Hijo, ¡y luego muchos hijos que Dios va a crear y va a llevar a la gloria! ¡Él está reproduciéndose en el hombre! Entonces Dios y Cristo se convirtieron en el Padre y el Hijo; en Juan 1 pueden leer sobre eso. Si tenemos tiempo, podríamos entrar en eso un poco más tarde. Pero eso sucedió, tal como Juan lo explicó en el primer capítulo de su Evangelio.
Pero noten lo que dice en Malaquías uno en verso 6. Este es un libro del tiempo del fin, y ha profetizado de lo que va a sucederle a la Iglesia de Dios en estos últimos días, el tiempo del fin. Pueden ver eso con sólo mirar a través del Libro aquí. Y nuestro libro sobre el Mensaje de Malaquías les explicará todo eso. Pero veamos el verso 6: “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor?”. ¿Dónde está mi temor? Si soy un amo, ¿dónde está mi temor? Tú no Me temes. Y no Me honras como Padre, la Cabeza de la Familia. ¿Ven por qué la familia es tan importante? Este es el significado del Creador. Aquí es donde se debe honrar al Padre, que es la Cabeza de esa Familia. Y continúa diciendo que también es el Amo: “dice [el Eterno] de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre...”.
Así que los propios santos de Dios en este tiempo final, el 95% de ellos, se rebelan contra Dios y se rebelan contra Su Familia. ¡No honran al Padre! ¡No honran a la Cabeza de la Familia! Ese es el Reino de Dios. Para eso nos estamos preparando, para ayudar a Cristo a gobernar sobre esa Familia tan pronto como llegue, y compartiremos el trono de David con Jesucristo Mismo, si permanecemos como los elegidos de Dios. Eso es algo que no podemos dejar de hacer o estaremos realmente en problemas.
Pero de nuevo, vean, cuando la gente empieza a hacer eso, están adorando al Dios no conocido. Dios se vuelve desconocido para ellos, hasta el punto que Dios ni siquiera puede permitirles estar en Su Reino. Así que ese no es un problema pequeño. ¡Todo depende de eso!
Ahora miren Mateo 24 en verso 4. Mateo 24:4: “Respondiendo Jesús” (a los discípulos que le habían hecho preguntas), “respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe”. Bueno, ¿cómo van a engañarlos?
Muchos les van a engañar. ¡Noten esto! Verso 5: “Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán”. ¡Muchos van a ser engañados! Bueno, están engañados. ¿Pero cómo? Bueno, porque dicen que es Cristo, ciertamente les gusta hablar de Jesucristo, y hablan mucho de eso.
Cristo dice en Lucas [6:46]: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo”. ¿Por qué hacen eso? ¿Por qué hablan de Mí, pero no hacen lo que digo? No obedecen la Palabra, lo que Cristo enseñó y profetizó, como está profetizando aquí. Esta es profecía del tiempo del fin; lo dice en varios lugares allí, realmente.
Ahora puedo leer de Juan 1 en verso 41 que dice: “Este [Andrés] halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo)”. Y entonces por supuesto, la palabra hebrea para Mesías significa que Él es el ungido. Él es el ungido; eso es lo que Él es.
Así que sólo les mostraré algunas Escrituras aquí. Si miran en Ezequiel —es un libro del tiempo del fin también, es para este tiempo del fin, y dice eso por todo ese libro— y se lo enviaremos y pueden verlo por sí mismos. Habla de la Gran Tribulación (en los capítulos 4 y 6), la que viene sobre Israel si no se arrepiente. Así que esto es lo que sucedió antes. Ahora, piensen en esto: estas son personas que piensan que están obedeciendo a Dios, y son Israel (física y espiritualmente). Pero noten lo que dice Ezequiel 6 [:7]: “Y los muertos caerán en medio de vosotros; y sabréis que yo soy [el Eterno]”. Sabréis; aún no ha sucedido, pero se trata de un futuro muy cercano.
Y noten cómo lo repite una y otra vez, verso 13: “Y sabréis que yo soy [el Eterno]”, ¡lo sabrán! ¡Ahora no lo saben! Están levantando un altar al Dios no conocido, como los atenienses, en cierto sentido ese es el mismo problema que tienen aquí. Tienen un altar al Dios no conocido, y creen que están obedeciendo a Dios, pero no es así.
Y noten cómo Dios sigue repitiéndolo. Verso 14, la última frase: “… Y conocerán que yo soy [el Eterno]”. Ven, tienen un altar al Dios no conocido. Eso es esencialmente lo que significa.
Y en el capítulo 7 verso 9 Dios dice: “… según tus caminos pondré sobre ti, y en medio de ti estarán tus abominaciones; y sabréis que yo [el Eterno] soy el que castiga”. ¡Lo sabrán! ¡Será mejor que tengan mucho cuidado! ¡Y Dios sigue repitiéndolo!
Luego, en el verso 27, otra vez la última frase, del capítulo 7: “… Y sabrán que yo soy [el Eterno]”. ¡Ellos lo sabrán!
Y si busca en este libro, creo que son más de 30 veces que Dios dice esas mismas palabras, para tratar de que la gente entienda lo que está a punto de venir sobre nosotros, ¡si no atendemos a la Palabra de Dios! ¡Entonces eso va a ser un verdadero problema!
Dios quiere que seamos como Abraham, y esto es lo que el Dr. Hoeh escribió al respecto: “En la Biblia, los nombres tienen un significado. Los nombres se dan con un propósito. El nombre de Abram en hebreo se cambió a Abraham, ¡porque se le hizo la promesa de que sería padre de muchas naciones!”. Recibimos todas estas bendiciones de primogenitura en Estados Unidos y Gran Bretaña en estos últimos días del tiempo del fin, y pensamos que fue nuestro propio ingenio el que produjo esa riqueza, pero eso no es cierto. Dios nos la dio debido a la obediencia de Abraham, y fue dada a Manasés y Efraín, los antiguos nombres de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Y aquí dice: “El nombre de Jacob en hebreo fue cambiado por el de Israel. La palabra ‘Jacob’ en hebreo significa ‘suplantador’, pero la palabra ‘Israel’ significa ‘que prevaleció ante Dios’. Jacob prevaleció ante Dios y obtuvo su bendición”. ¡No se dio por vencido! Siguió luchando y aguantando hasta que Dios le dio una bendición, ¡y eso es lo que Él quiere de nosotros! ¡Quiere que prevalezcamos ante Dios! ¡Tenemos que trabajar para lograrlo!
¡Y tenemos que conocer el significado del nombre de nuestro Creador! ¿De qué trata Su nombre? Y si perdemos eso, ¡perdemos todo! ¡Por eso es totalmente vital!
Creo que volveré a leerles esto rápidamente, pero les habla de Josefo, el gran historiador, realmente en la época de Cristo, es el mejor historiador que hubo y que hay. Su historia está disponible hoy en día. “Josefo”, escribe el Dr. Hoeh, “nos cuenta por qué él, un sacerdote judío, cuando había decidido (después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C.) convertirse en escritor, tuvo que hacer un estudio especial del griego”. ¿Por qué? ¿Por qué ese estudio especial?
“También me he esforzado en tener conocimiento del griego y comprender los elementos de la lengua griega. Llevo tanto tiempo acostumbrado a hablar nuestra propia lengua, que no puedo pronunciar el griego con tanta exactitud”, Josefo hablaba griego con acento semítico, “pues nuestra nación no alienta a quienes aprenden lenguas extranjeras, y adornan así sus discursos con la suavidad de sus pausas; pues juzga que esta clase de logro”, es decir, imitar a los supuestos grandes hombres griegos, “es común no sólo a toda clase de hombres libres, sino a cuantos criados les placiera aprenderlas. Pero otorgan el testimonio de ser sabio a quien conoce a fondo nuestras leyes y es capaz de interpretar su significado”. Eso está en las Antigüedades de los judíos, libro 20, capítulo 11, sección 2.
¿De qué se trata todo esto? Bueno, tuvo que aprender el griego para escribir y entender el griego, y el Nuevo Testamento fue escrito en griego, y tuvo que asegurarse de conocerlo para saber todo sobre el nombre de Dios, el nombre y el significado de nuestro Creador.