(CHRISTOPHE ARCHAMBAULT/AFP VIA GETTY IMAGES)
El coronavirus, las armas biológicas y el caballo amarillo
Los miembros del campo médico y farmacéutico están encantados. Las respuestas masivas por parte de los gobiernos al coronavirus han producido cantidades masivas de datos científicos, que los genómicos, biólogos de sistemas e investigadores de inteligencia artificial y otros campos han aprovechado. Algunos dicen que están un paso más cerca de curar otras enfermedades altamente infecciosas como el vih. Las vacunas, aunque todavía con efectos secundarios muy desconocidos, se han producido a la “velocidad de la luz”.
Pero además de las incógnitas médicas, la historia demuestra que los grandes avances científicos nunca han llegado sin que también avance la guerra.
El 27 de enero, el presidente de Spitzberg Partners, Karl-Theodor zu Guttenberg, moderó un debate en línea entre Wayne Koff (director ejecutivo, presidente y fundador del Proyecto de Vacunas Humanas) y Anja Langenbucher (directora europea de la Fundación Bill y Melinda Gates). Un artículo acerca del debate dijo:
Tanto el Proyecto de Vacunas Humanas como la Fundación Bill y Melinda Gates son líderes expertos mundiales en la comprensión y la lucha contra los brotes de enfermedades. El Proyecto de Vacunas Humanas es el pionero en descifrar la inmunidad humana. Descifrar el sistema inmunitario humano es la próxima gran frontera de la ciencia, que permitirá aprovechar el enorme potencial para luchar contra las enfermedades que residen en todos los seres humanos. Por primera vez en la historia, las tecnologías de la genómica, la biología de sistemas y la inteligencia artificial están abriendo áreas de investigación a un ritmo impresionante.
Atlantik-bruecke.org resumió el debate y señaló: “En el esfuerzo por descifrar el sistema inmunitario humano, el brote de coronavirus resultó instructivo, dijo Koff. El hecho que se haya desarrollado una vacuna contra el coronavirus en menos de un año constituye un logro científico inigualable”.
Pero, como señala el artículo, los científicos siguen sin saber por qué algunos han sido más vulnerables al virus y por qué algunos han respondido mejor a la vacuna que otros. Cada uno de los 7,7 mil millones de habitantes de la Tierra tiene un sistema inmunológico individual que comparte reglas comunes, pero que es totalmente único.
El coronavirus nos ha brindado perspicacia acerca del sistema inmunológico, lo que ha permitido comprender mejor cómo se propagan los virus y cómo se pueden desarrollar vacunas para contrarrestarlos.
Por ejemplo, ¿por qué es la tasa de mortalidad del sars 10% mientras que la del mers 33%? Los científicos esperan ahora comprender mejor por qué algunas enfermedades son más mortales que otras. “A largo plazo, el Proyecto de Vacunas Humanas pretende crear un modelo del sistema inmunológico humano, con la ayuda de [la inteligencia artificial]”, dijo Koff.
Este modelo podría utilizarse para comprender mejor la vulnerabilidad y la fuerza del sistema inmunológico. De este modo, se desarrollarían muchas curas para contrarrestar las enfermedades. Pero la misma tecnología también podría convertirse en un arma.
Cuidado con China
Durante la pandemia, se han recolectado y analizado muestras de adn de millones de personas. China se ha aprovechado disfrazándolo como un acto de bondad. “Las potencias extranjeras pueden recoger, almacenar y aprovechar la información biométrica de las pruebas de covid”, advirtió Bill Evanina, ex director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad, en un aviso público, según 60 Minutes. Fox News informó que, según funcionarios de inteligencia, una empresa china se ofreció a construir laboratorios en Estados Unidos para pruebas de covid-19 con este mismo fin.
Rick Berman, director ejecutivo del American Security Institute [Instituto de seguridad estadounidense], señaló lo siguiente en un artículo publicado por Newsweek el 10 de febrero:
El bgi Group [antes conocido como El Instituto de Genómicos de Pekín], la empresa china más grande de genética, se acercó a varios Estados el año pasado ofreciendo pruebas para covid y laboratorios. Pero cuidado con los chinos que traen regalos. El Partido Comunista Chino (pcch), quienes están en el poder, financia el bgi Group, quienes dirigen el China National GeneBank [Banco genético nacional de China], una gigantesca base de datos de adn. Aunque la mayoría de los Estados estadounidenses rechazaron la “generosidad”, los suministros para las pruebas se utilizaron en al menos un estado.
Recientemente expertos en inteligencia advirtieron que las empresas chinas también intentan obtener datos personales, incluyendo el adn, mediante asociaciones o inversiones en empresas estadounidenses. Según la base de datos MacroPolo, los intereses chinos han comprado casi 2.400 empresas estadounidenses, entre ellas más de 20 en el ámbito de la salud y los productos farmacéuticos.
Cada vez más gente se está dando cuenta de la amenaza que representa China. Pero no es sólo China la que colecciona el adn estadounidense. Otras potencias extranjeras también se asociaron con empresas estadounidenses para lograr avances en la pandemia.
Pfizer y la empresa emergente alemana BioNTech forjaron un acuerdo en 2018 para desarrollar conjuntamente una vacuna contra la gripe basada en arnm. Esta investigación conjunta los preparó para producir una de las primeras vacunas contra el covid-19. Millones de ciudadanos israelíes, británicos y estadounidenses han recibido la vacuna de BioNTech/Pfizer antes de que se pudieran examinar los resultados a largo plazo de la vacuna.
Utilizar el adn recolectado para producir vacunas es una cosa, pero ¿para qué más se podrían utilizar los datos?
Por qué recolectar el ADN
Berman señaló que China podría estar recolectando adn de ciudadanos estadounidenses para diversos fines nefastos, por ejemplo: “Los científicos militares chinos podrían crear armas biológicas que afecten a las personas basado en su genética”.
Pocos quieren considerar esa posibilidad. ¿Un arma con el blanco específicamente determinado en un grupo de personas basado en su código genético? Parece el guion de una película de terror, pero es probable que esas armas ya existan.
Justo antes del estallido de la pandemia de coronavirus, la Universidad de Cambridge advirtió en 2019 que las armas biológicas podrían utilizarse para atacar a grupos étnicos basándose en la genética. Las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y la manipulación genética, lo hacen posible. El Guardian de Nigeria escribió:
Un nuevo informe del Centro para el Estudio del Riesgo Existencial de la Universidad de Cambridge afirma que los gobiernos del mundo han fracasado a la hora de prepararse contra amenazas como las armas biológicas futuristas impulsadas por la inteligencia artificial (IA) y la manipulación genética. Tales armas tendrían el poder de dirigirse a un adn específico y matar a ciertas razas de personas, dejando ilesas a otras franjas de la población. …
Las armas biológicas son considerablemente más baratas que las armas nucleares y químicas y tienen una gran relación de cantidad a efecto. En otras palabras, una cantidad relativamente pequeña de un agente biológico puede causar un número relativamente grande de muertes, equivalente, en algunas evaluaciones, a las resultantes del uso nuclear. No requieren sistemas complejos de lanzamiento y su facilidad de fabricación aumenta con los avances científicos.
Dada su relativa disponibilidad, eficacia y flexibilidad, las armas biológicas son consideradas cada vez más como una opción atractiva por los actores no estatales, lo que convierte al bioterrorismo en una de las principales amenazas en relación con este tipo de armas. El uso de agentes biológicos para forzar la erradicación de los cultivos de producción de drogas es promovido por EE.UU., especialmente en Colombia.
El informe de Cambridge advierte que los científicos pueden perder el control de los sistemas de inteligencia artificial e iniciar una matanza accidental. Sin embargo, pocos advierten que algunos científicos en laboratorios oscuros están trabajando activamente en armas de destrucción masiva dirigidas a etnias específicas. Cuantos más datos tiene un científico, más específicas son las armas que puede desarrollar.
Si esas armas hubieran existido en la Segunda Guerra Mundial, sin duda se habrían utilizado.
Cada vez hay más personas en Estados Unidos que se esfuerzan para oponerse a las incursiones de China en el país. Pero hay otra gran potencia mundial que tiene una industria líder en la fabricación de productos farmacéuticos, está estrechamente aliada con Estados Unidos y tiene un historial de querer exterminar a razas enteras: Alemania.
Nadie le teme a Alemania
Muchos consideran que Alemania es uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos. Por esta razón, a menudo se le concede en bandeja de plata a Alemania la información que China busca obtener ilegalmente. Si Pfizer hubiera cooperado con una empresa china para producir una vacuna, muchos hubieran sonado la alarma. Pero pocos (si es que hay alguien) se preocupan por la cooperación de BioNTech con la empresa estadounidense.
BioNTech es una pequeña empresa emergente alemana que ha adquirido repentinamente una importancia mundial y ha recibido una increíble financiación de Estados Unidos. Pero un gigante de la industria farmacéutica también se ha implicado mucho en la “lucha” contra la pandemia: Bayer AG.
Si se combinan los conocimientos de BioNTech con la experiencia y el equipo de Bayer, se puede ver rápidamente el peligro de confiar en una entidad extranjera.
Bayer AG es una compañía multinacional alemana del sector farmacéutico y de las ciencias de la vida, y es una de las cuatro mayores empresas farmacéuticas del mundo. En su sitio web, Bayer señala que la empresa se centra “en la prevención, el alivio y el tratamiento de enfermedades” y en “proporcionar un suministro fiable de alimentos, de pienso y de materias primas vegetales de alta calidad”.
En otras palabras, Bayer sostiene las llaves para garantizar la supervivencia de millones de personas, incluso de aquellos en Estados Unidos.
Bayer está representada en todas las áreas estratégicas de negocio en Estados Unidos y Canadá. En 2019, empleó a 20.735 trabajadores en la región y generó unas ventas de aproximadamente 18,2 mil millones de dólares. El año pasado, Bayer ayudó a financiar centros de pruebas adicionales, apoyó al personal médico y campañas de donación de sangre para las iniciativas de covid-19 en Estados Unidos.
En 2016, Monsanto acordó una adquisición de 66 mil millones de dólares en efectivo por parte de Bayer AG. Scientific American señaló en ese momento: “El acuerdo creará una empresa que comandará más de una cuarta parte del mercado mundial combinado de semillas y pesticidas en la industria de suministros agrícolas que se está consolidando rápidamente”. En ese momento, Monsanto era la empresa de semillas más grande del mundo y controlaba el 23% del mercado mundial.
El gobierno ha depositado mucha confianza en Bayer. Esto es preocupante teniendo en cuenta el historial de la empresa.
Bayer formaba parte del conglomerado IG Farben, que cooperó con el régimen nazi, permitiendo sus crímenes y avances en la ciencia. Después de la guerra, las fuerzas aliadas dividieron la empresa en cuatro compañías distintas: Bayer, BASF, Hoechst y Cassella.
En la actualidad, Bayer afirma ser una fuerza del bien. Pero, ¿qué podría hacer una empresa tan global al estar aliada con un actor estatal malvado?
Bayer tiene los conocimientos científicos y la capacidad no sólo de producir armas biológicas, sino incluso de desencadenarlas.
He aquí un ejemplo de cómo podrían desarrollarse las cosas: en lugar de desarrollar plaguicidas o agentes biológicos que protejan a las plantas de las malas hierbas, los hongos o los insectos, los plaguicidas podrían utilizarse para destruir cosechas enteras, provocando una hambruna a gran escala.
O estos agentes podrían diseñarse para envenenar los alimentos, específicamente dirigidos a los puntos débiles del sistema inmunológico, por lo que el suministro de alimentos de Estados Unidos podría utilizarse para envenenar a millones de personas. Otras armas biológicas podrían dirigirse directamente a la población como una enfermedad infecciosa.
Las armas biológicas se utilizaron en la Segunda Guerra Mundial; imagine cuánto más devastadora habría sido la guerra si Adolf Hitler hubiera tenido acceso a la investigación actual. Al igual que los líderes actuales, Hitler utilizó la ciencia para fortalecer la salud de sus ciudadanos. En “Nazi Medicine and Research on Human Beings” [La medicina nazi y la investigación sobre el ser humano], el profesor Volker Roelecke señaló en diciembre de 2004: “La Rassenhygiene (un equivalente alemán para la eugenesia) se percibía como una ciencia aplicada y fundada en las leyes de la genética, y como esencial para mejorar la salud del Volk, o raza”.
El objetivo de Hitler era fortalecer al pueblo alemán y destruir a la raza judía. En IBM y el Holocausto, Edwin Black explica cómo Hitler trabajó con la tecnología más avanzada disponible para destruir toda vida judía, incluso cooperando con una empresa estadounidense. Imagine cuánto más devastadores serían hoy los resultados de un complot semejante.
Sorprendentemente, la Biblia revela que ese complot ya está planeado. El Salmo 83 advierte de otro intento para borrar a Israel del mapa. Esta profecía es para el Israel de hoy en día (principalmente Estados Unidos, Gran Bretaña y el estado de Israel). Las armas biológicas podrían ciertamente ser un factor para lograr este objetivo.
El caballo amarillo
Para la mayoría, tales contemplaciones son demasiado horrendas como para considerarlas. Sin embargo, la profecía bíblica pinta una imagen vívida de tal holocausto futuro, a menos que nos arrepintamos. En una explicación sobre el caballo amarillo de Apocalipsis 6, nuestro folleto gratuito Los cuatro jinetes del Apocalipsis afirma:
Otras traducciones bíblicas describen al caballo amarillo como un caballo de color ceniza, un caballo verde enfermizo, un caballo pálido enfermizo y un caballo pálido cenizo. Hemos insistido continuamente que debemos acudir a Cristo el Revelador para explicar estos sellos y símbolos. Él nos proporciona la palabra más correcta para descifrar la verdadera identidad de este caballo verde pálido que ni las mejores traducciones del hombre nos pudieran descifrar: “...y habrá pestes” (Mateo 24:7). El hombre del caballo amarillo simboliza el clímax de las plagas y pandemias que ¡están sucediendo y que pronto se producirán en esta era moderna!
Busque la palabra peste en cualquier concordancia bíblica y se sorprenderá del vínculo entre el segundo, tercero y cuarto jinetes que representan la guerra, el hambre y la peste, respectivamente (Jeremías 21:9; 27:13; 29:17-18; 32:24; 34:17; 38:2; 42:16-17; 44:13). Estos tres jinetes derivan su origen directamente del primer jinete del engaño religioso, como ya lo hemos demostrado. …
Las epidemias de enfermedades en todo el mundo dichas en Apocalipsis 6:1-8 y en los tres relatos del Evangelio de Mateo, Marcos y Lucas, se mencionan en el mismo contexto que los otros jinetes porque son sucesivos. Muchos millones de personas perecerán debido a las enfermedades y dolencias, si es que sobreviven a los efectos devastadores del bombardeo nuclear y la subsiguiente hambruna. Esto hará que el número total de muertos de los cuatro jinetes sea una cuarta parte de toda la humanidad. Con una población mundial de más de 7.000 millones de personas, ¡este número podría acercarse a 2.000 millones!
Muchas profecías bíblicas que hablan de guerra y hambruna venidera también hablan a menudo de la pestilencia. Jeremías 21:9, por ejemplo, dice: “El que quedare en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de pestilencia; mas el que saliere y se pasare a los caldeos que os tienen sitiados, vivirá, y su vida le será por despojo”. Como se explica en Alemania y el Sacro Imperio Romano, los caldeos se refiere a la actual Alemania.
El fallecido Herbert W. Armstrong y el jefe editor de la Trompeta, Gerald Flurry, han proclamado la advertencia de estas profecías durante décadas. Estas profecías predicen que Estados Unidos específicamente será sitiado económicamente y muchos morirán en una hambruna y por brotes de enfermedades.
Como el Sr. Flurry explica en su folleto gratuito La visión de Isaías sobre el tiempo del fin, una profecía en Isaías 23 y Deuteronomio 28:52 revela que China y Alemania cooperarán brevemente para sitiar a Estados Unidos. Como resultado, Estados Unidos estará plagado de luchas internas, hambre y enfermedades. Esas enfermedades serán la consecuencia natural de las malas condiciones de vida, pero algunas podrían ser ciertamente el resultado de armas biológicas específicamente diseñadas.
La esperanza en Dios
La Biblia revela que millones e incluso miles de millones de personas en este planeta perderán la vida. Jesucristo mismo profetizó en Mateo 24:22: “Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados”.
La única esperanza de la humanidad reside en la intervención divina y misericordiosa de Dios.
Engañada por el diablo (Apocalipsis 12:9), la humanidad se niega a someterse al gobierno amoroso de Dios y a sus leyes que traen la felicidad verdadera y duradera. Dios permite que esta rebelión continúe hasta que no quede ninguna duda de que la humanidad es totalmente incapaz de gobernarse a sí misma.
Hoy, la gente confía más en la ciencia que en Dios. Pero el sistema en el que la humanidad confía hoy, la plagará mañana. Dios es un Dios celoso y no tolera a ningún otro dios en lugar de Él.
El Sr. Armstrong explicó por qué la humanidad ha fracasado en gobernarse a sí misma en su folleto The Wonderful World Tomorrow—What It Will Be Like [El Maravilloso mundo del mañana: Como será, disponible sólo en ingles]. Este folleto también ilumina el tema más esperanzador que jamás haya leído: El increíble plan de salvación y paz mundial de Dios. Solicite su ejemplar gratuito. ▪
LOS CUATRO JINETES DE APOCALIPSIS
Ya deberíamos temer y escuchar atentamente los cascos galopantes de los cuatro jinetes. Ellos vienen veloces hacia nosotros en este mismo momento. Y ésta es la verdad más aterradora de todas: ¡que el propio pueblo de Dios va a quedar más devastado que nadie!