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Emma Moore/La Trompeta

El ataque comunista a los padres

La guerra cultural que profetizó Herbert Armstrong ya está aquí.

Hace unos años, si alguien decía cosas como “la familia está bajo ataque”, “los padres están bajo ataque” o “hay una conspiración contra la paternidad”, casi nadie le hacía caso. La Trompeta lo sabe, porque esas son exactamente las advertencias que hemos pregonado durante 30 años. Hemos advertido que muchos de los problemas de la nación que la gente reconoce provienen de una causa que no reconocen: las familias débiles.  Ha pasado toda una generación y la sociedad ha ignorado esa advertencia.

Ahora es inconfundible, y la gente está despertando a la realidad: la familia está siendo atacada.

Un ejemplo vívido ha sido la guerra cultural sin cuartel contra los padres en las recientes reuniones de los consejos escolares estadounidenses.

La gente se está dando cuenta que las escuelas han estado forzando en las mentes de los niños un flujo de ideas radicales y ateas sobre Dios, los hombres y las mujeres, el matrimonio, EE UU, la historia y la virtud. Los padres y abuelos de los estudiantes de hoy fueron educados de esta manera en un grado u otro. Pero esta agenda se ha radicalizado rápidamente, y ahora los niños están siendo alimentados a la fuerza con la ortodoxia del marxismo cultural: el género es fluido, el género es un espectro, el socialismo es bueno, la responsabilidad personal es mala, la policía es racista, las matemáticas son racistas, Estados Unidos es racista, la ley es mala, la rebelión es buena, la perversión sexual es saludable, la verdad absoluta no existe y lo único malo es creer en el bien y el mal. Todas estas mentiras están literalmente en el plan de estudios, completado con libros para niños, ilustraciones coloridas, diapositivas, videos, oradores especiales, demostraciones, deberes, exámenes y castigos por “equivocarse”.

La radicalización subversiva de decenas de millones de niños estadounidenses tiene alarmados a los padres, que por fin están hablando. En las reuniones del consejo escolar, los administradores responden discutiendo con los padres, reprendiéndolos, ignorándolos, cortando sus micrófonos, cerrando las reuniones, y continuando el adoctrinamiento de sus hijos. Desde su punto de vista, los padres no deberían opinar.

Esto no es algo simplemente para sacudir la cabeza. Les dijimos que la familia está bajo ataque; ahora les decimos que este ataque literalmente destruirá esta nación. Esto es lo que profetiza la Biblia.

Sacrificio de niños

Uno de los ejemplos más contundentes de la agitación en las escuelas estadounidenses es lo ocurrido recientemente en el condado de Loudoun, Virginia.

Virginia es la tierra de George Washington, Thomas Jefferson, James Madison y otros grandes fundadores estadounidenses. Proporcionó el “Plan de Virginia” que condujo a la Constitución. Cedió cientos de miles de hectáreas cuadradas de tierra para ayudar a crear la Ordenanza del Noroeste y la mayor dotación educativa de la historia de la humanidad: 3 billones de dólares en tierras dedicadas específicamente a la escolarización, porque “la religión, la moral y el conocimiento, siendo necesarios para el buen gobierno y la felicidad de la humanidad, las escuelas y los medios de educación siempre serán fomentados”.

Ahora Virginia es la tierra de Ralph Northam, defensor del aborto después del nacimiento, de Terry McAuliffe, defensor de mantener a los padres fuera de la educación, y de las escuelas públicas del condado de Loudoun. Loudoun forma parte del área metropolitana de Washington, D.C. Su lema es “yo espero el momento”. Van unas doce generaciones de estudiantes desde George Washington y los miembros actuales del consejo escolar de Loudoun están entre los muchos que quieren ser considerados ilustrados, tolerantes y progresistas. Y están adoctrinando a los escolares en una revolución marxista.

Una parte importante del programa del Consejo Escolar del Condado de Loudoun es la Política 8040. Esta política obliga a los administradores y profesores a permitir que los chicos que dicen sentirse como chicas practiquen deportes de chicas y utilicen los baños de chicas, y viceversa. Mientras impulsaban esta política, un chico de 15 años con “fluidez de género” que llevaba falda entró en un baño de la escuela, sujetó a una chica de 14 años y cometió actos sexuales horribles con ella.

El padre de la niña, Scott Smith, dijo que le llamaron a la escuela y le dijeron que mantuviera en silencio lo sucedido y que dejara que los administradores lo manejaran internamente. El padre estalló en cólera y los administradores de la escuela llamaron a la policía para que viniera a confrontarlo (no al violador). Esa noche, Smith llevó a su hija a un hospital, que confirmó que había sido violada. Luego acudieron a la policía. Smith dice que los fiscales, los abogados y otras personas nuevamente le dijeron que guardara silencio para conseguir “justicia” para su hija. A regañadientes accedió.

La escuela continuó encubriendo la violación y siguió impulsando la Política 8040.

Tres semanas después, Smith asistió a una reunión del consejo escolar. No se inscribió para hablar, pero mientras estaba sentado entre el público, escuchó a un miembro del consejo decir literalmente: “Nuestros estudiantes no necesitan ser protegidos y no están en peligro. ¿Tenemos asaltos en nuestros baños o vestuarios regularmente?”. Oyó al superintendente decir: “Que yo sepa, no tenemos constancia que se produzcan agresiones en nuestros baños”, y luego: “El estudiante o persona transgénero depredador simplemente no existe”.

Smith no se dirigió al consejo escolar, pero una mujer pro-transgénero del público empezó a increparle. Él replicó, llamaron a la policía, que lo abordó y se lo llevó. No tuvo la oportunidad de decir al consejo y al público que su hija acababa de ser violada en el baño de chicas por un chico con falda.

Los administradores de la escuela siguen sin hacer nada con respecto al violador, excepto transferirlo de la escuela secundaria Stone Bridge a la escuela secundaria Broad Run. Allí, el 6 de octubre de 2021, el mismo chico obligó a una chica a entrar en un aula vacía y la agredió sexualmente.

Con resultados tan terribles de una política tan terrible, uno pensaría que los liberales mostrarían algo de arrepentimiento, o al menos tratarían de evitar el tema. Sin embargo, utilizaron el incidente de forma rápida, audaz y desafiante para seguir atacando a los padres. Utilizaron fotos de Smith para pintarlo a él y a otros padres como trastornados, fanáticos de la derecha. En una carta dirigida a Joe Biden, la Asociación Nacional de Consejos Escolares citó a este padre de una víctima de violación como una buena razón para que el gobierno federal no sólo se involucrara, sino que utilizara a los agentes del Departamento de Seguridad Nacional, a los agentes del Servicio Secreto y a los agentes de seguridad nacional y contraterrorismo de la Oficina Federal de Investigación para procesar a los padres por terrorismo doméstico y delitos de odio. El Departamento de Justicia de Biden dijo que accedería a la petición, alegando que hay “un aumento preocupante en el acoso, la intimidación y las amenazas de violencia” contra personas del sistema escolar.

Los consejos escolares estadounidenses llevan más de una generación sin dar a sus hijos una buena educación académica (y mucho menos moral). Ahora los están adoctrinando con ideología marxista atea hasta el punto de ponerlos en peligro, y si usted dice algo en una reunión del consejo escolar que ellos clasifican como “acoso”, lo castigan con agentes del fbi y fiscales bajo acusaciones de “crimen de odio” o terrorismo doméstico”.

Sí, vive en un país en el que la Asociación Nacional de Consejos Escolares y el régimen de Biden están invocando la (inconstitucional) Ley Patriótica, una ley que otorga al gobierno amplios poderes para impedir que los terroristas islamistas cometan otro 11 de Septiembre. La está utilizando para intimidar, perseguir y castigar a los padres que acuden a las reuniones del consejo escolar para quejarse de los profesores que les dicen a sus hijas cosas como “las niñas no son reales”.

Los educadores progresistas no están haciendo esto para proteger a los profesores de la violencia. Lo hacen para callar a los padres.

¡Todo lo relacionado con esta historia es insondablemente repugnante! Es tan repugnante y extraño que es imposible darle sentido, a menos que se de cuenta que esto es una parte central de una estrategia intencional. La estrategia, como ha declarado Barack Obama, es “transformar fundamentalmente a Estados Unidos”.

Monstruo desalmado

La educación de los niños estadounidenses fue el tema central de la batalla electoral por el próximo gobernador de Virginia. En un debate de campaña del 28 de septiembre de 2021, el candidato demócrata Terry McAuliffe declaró rotundamente: “No creo que los padres deban decir a las escuelas lo que deben enseñar”. Éste es el punto de vista de los izquierdistas, expresado claramente. Pronto, esa cita estuvo en todas partes. En ese momento, la marea empezó a volverse contra los demócratas. Pero en lugar de retroceder, los demócratas redoblaron la promoción de la educación marxista y, por extensión, el bloqueo de los padres. Durante el mes siguiente, Joe Biden, Kamala Harris y Stacey Abrams apoyaron a McAuliffe.

Y llegó Barack Obama. Obama vino a Virginia para apoyar al hombre que dijo: “No creo que los padres deban decir a las escuelas lo que deben enseñar”, porque él cree lo mismo. Criticando al candidato opositor y a los conservadores en general, dijo: “No tenemos tiempo para perderlo en estas guerras culturales falsas, inventadas, en esta falsa indignación que los medios de comunicación de la derecha hacen circular para aumentar sus índices de audiencia…”.

¿Cuál es la farsa “falsa, inventada” por la que Obama nos estaba corrigiendo? ¡La indignación de la gente de Virginia y de todo el país por un consejo escolar que encubrió a un estudiante violador!

Por ello, el comentarista de Fox News Tucker Carlson condenó a Obama como un “monstruo desalmado”. Carlson tiene más razón de lo que cree.

Una persona normal se horrorizaría al ver que una escuela oculta la violación de una niña de 14 años para proteger su mimada política transgénero. Una persona normal odiaría todo lo relacionado con esta historia. A una persona normal se le rompería el corazón por esa niña. Una persona normal se escandalizaría y tendría miedo de lo horrible, injusta, vana, engañosa y malvada que es nuestra nación. Una persona normal tendría miedo de cómo los radicales —tan rápidos para inventar agravios con el fin de avanzar en su agenda— están ahora sacrificando a nuestros niños por su ideología impía.

A los izquierdistas radicales les encanta ondear carteles con corazones, símbolos de la paz y arco iris mientras corean eslóganes como “El amor supera al odio”. Pero frente a un niño que es victimizado y violado por su horrendo proyecto de ingeniería social, son desalmados.

Barack Obama, líder de los radicales que han puesto el sentimiento de agravio y los reclamos en el nivel de una extraña religión, dice que si esto le molesta, su indignación es “falsa”. Él no es una persona normal. Es un monstruo desalmado.

La preocupación de Obama, al igual que la del consejo escolar, es sólo por el efecto de la violación en su agenda. Su objetivo es impulsar la fornicación, el adulterio, la poligamia, la homosexualidad, el transgenerismo y otras perversiones sexuales hasta que la institución de la familia sea destruida y EE UU sea transformado fundamentalmente. No va a dejar que un pequeño inconveniente como la violación de un niño se interponga en su camino.

Pero la marea podría estar cambiando. Obama disfrutó de la adulación de la prensa durante toda su campaña y su presidencia, y la utilizó en su favor. Incluso algunos conservadores tenían y tienen miedo de criticarlo por temor a ser llamados racistas. Pero ahora, mucha gente está reconociendo finalmente que Obama sigue impulsando su agenda, esta vez a través de Joe Biden: utilizando la raza como un arma, mutilando la economía, expandiendo el poder federal y destruyendo lo que Estados Unidos ha sido, particularmente aquellos aspectos de nuestra cultura que se remontan a la familia, y especialmente aquellos principios que se remontan a la Biblia.

En todo el país

La promiscuidad destruye el concepto mismo de paternidad y deja a muchos niños sin otra opción que depender del gobierno para la educación e incluso la alimentación. Ésta es una de las principales razones por las que tantos educadores marxistas apoyan la fornicación, el adulterio, la poligamia, la homosexualidad y el transgenerismo. Estos pecados sexuales destruyen la familia y dan poder al Estado.

Un madre del condado de Loudoun intentó leer un libro de la biblioteca escolar ante el consejo escolar. Fue escoltada a la salida por leer material explícito. Unos padres enfadados intentaron crear un anuncio publicitario para alertar al público del material pornográfico que se enseña a sus hijos en la escuela. El Consejo de Publicidad lo bloqueó por ser demasiado gráfico. Pero los profesores están mostrando dicho material a esos niños.

Durante un acto de bienvenida en la secundaria Hazard de Kentucky en octubre, profesores y administradores reían al ver a unos estudiantes desfilando por el gimnasio en ropa interior y al ver a un estudiante realizando bailes sexuales vestido con ropa interior femenina.

Durante el descanso de un partido de fútbol americano de una escuela secundaria en Vermont, 30 estudiantes y profesores realizaron un desfile “drag ball”. Los chicos se maquillaron, se pusieron pelucas y vestidos. Las chicas se pusieron trajes y se recogieron el cabello para apoyar a la Alianza de Sexualidad de Género de la escuela.

En Carolina del Norte, las autoridades escolares de la secundaria Hawthorne Academy suspendieron a una niña por contarles que un chico la seguía habitualmente al baño para abusar de ella. Han leído bien: la escuela suspendió a la niña por denunciar que estaba siendo abusada sexualmente. Las noticias locales dicen que los administradores de la escuela “acusaron a la estudiante de presentar una denuncia falsa y la suspendieron”. Cuando los alumnos se enteraron, ¡estaban tan molestos por la decisión de los administradores que organizaron una huelga! Una vez que la policía intervino y se llevó a cabo una investigación, el chico fue detenido y ahora se enfrenta a cargos por agresión sexual.

En Kansas, una escuela pidió a los alumnos que indicaran en qué etapa de la “identidad de género” se encontraban. En una escuela de Florida, un profesor llevó a los alumnos de excursión a un bar homosexual. Este tipo de historias aparecen todos los días.

Frente a los mandatos de máscaras y vacunas, las restricciones y el cierre de escuelas, los planes de estudio abiertamente racistas e incluso el encubrimiento de las violaciones, los padres finalmente están tomando nota y tratando de luchar. Los educadores marxistas están tomando represalias con el fbi de Barack Obama y Joe Biden para enjuiciarlos y seguir con el adoctrinamiento de sus hijos en la política de Karl Marx y la moral de Sigmund Freud.

Guerra cultural

¿Por qué los consejos escolares y los propagandistas de los medios de comunicación defienden a los violadores y atacan a los padres? Porque la abolición de la familia es esencial para su agenda. La familia no es un daño colateral. ¡Es el objetivo principal!

Muchos padres no se dan cuenta del poder positivo que pueden y deben tener sobre sus propios hijos. Pero los marxistas sí. Saben que deben socavar la autoridad de los padres para lograr el control estatal sobre las mentes y el futuro de los niños, y sobre la sociedad (barra lateral, “Está en el Manifiesto Comunista, amigos”). No se trata sólo de unos cuantos consejos escolares espeluznantes. Nos enfrentamos a un marxismo cultural puro al ataque.

Sí, estamos en una guerra cultural masiva. Y sí, el marxista Barack Obama lo sabe. Y sí, él está diciendo audazmente que no hay tal cosa.

Una señal que Obama sabe lo que hace es la agresividad con la que atrae a los jóvenes. Su campaña fue muy popular entre los jóvenes. Apareció en varios lugares de ocio. Apoyó a los jóvenes contra la generación de sus padres en la “Marcha por nuestras vidas”. Firmó un contrato con Netflix por decenas de millones.

Recientemente, en la cumbre del clima cop26 celebrada en noviembre en Glasgow (Escocia), dijo a los jóvenes que tienen que ayudar “a la generación mayor que nos metió en este lío a ver que todos tenemos la obligación de salir de él. Y si esos mayores no quieren escuchar, tienen que quitarse de en medio”.

“Mientras están en ello, tienen que ayudar a educar a sus padres y abuelos, a sus tíos y tías, a sus profesores, a sus empleadores”, dijo Obama, “porque mientras para muchos de ustedes un planeta calentándose peligrosamente es una realidad con la que han crecido como jóvenes, la han estudiado en la escuela, han leído sobre ella, ha sido parte del telón de fondo de su infancia, para los miembros de la generación mayor ése no es el mismo marco de referencia”.

¿Cree usted que el objetivo de Obama es limpiar la contaminación, y que la separación de las familias es un subproducto desafortunado? No, su agenda es exactamente la misma que la de la educación. El objetivo no es salvar los árboles o tolerar la “fluidez de género”. El objetivo es quitar a los padres de en medio.

En “La izquierda está atrapada en una lucha a vida o muerte con la familia”, Don Feder, del Congreso Mundial de Familias, escribió: “Para los marxistas, matar a la familia es la clave de todo. La guerra contra la familia no es periférica; es central para la revolución” (Front Page Magazine, 21 de octubre de 2021).

“Para la izquierda, el objetivo central de las escuelas públicas no es la educación sino el adoctrinamiento”, continuó Feder. “La educación pública ha fracasado estrepitosamente en lo primero (como puede verse en la caída de los resultados de los exámenes estandarizados), pero ha tenido un éxito espectacular en lo segundo (como puede verse en la deriva hacia la izquierda del electorado, especialmente de los votantes más jóvenes). El objetivo es alejar a los niños de los valores de sus padres y alinearlos con la visión del mundo del Partido Demócrata. La vanguardia es la tcr [teoría crítica de la raza] y la sexualización de los estudiantes, vista más recientemente en el abrazo entusiasta del transgenerismo”.

Hace apenas un año, estos principios marxistas fueron proclamados con orgullo por el grupo de extrema izquierda Black Lives Matter. Una de las fundadoras de blm se jactaba de haber sido formada como marxista. Uno de los objetivos declarados del grupo (ahora borrado de su sitio web) era “desbaratar la exigencia de la estructura del núcleo familiar prescrita por Occidente apoyándonos unos a otros como familias extensas y ‘pueblos’ que se cuidan colectivamente unos a otros, especialmente a nuestros hijos…”.

Frente al rechazo por sacar a la luz el marxismo, los demócratas han tenido que cambiar el nombre de Black Lives Matter y la teoría crítica de la raza. Pero no se engañen. Este movimiento no va a desaparecer.

Muchos consejos escolares están anunciando que no enseñan la teoría crítica de la raza. Técnicamente, los programas escolares no ordenan explícitamente a los profesores que la enseñen. En su lugar, la ocultan con descripciones que suenan bien, como educación “antirracista”. Después de todo, ¿quién podría oponerse a eso?

Mientras tanto, los niños blancos de apenas seis años preguntan a sus padres por qué nacieron siendo malos.

Los padres están tratando de resistir la marea marxista atea. En todo el país han tenido lugar concentraciones de “Parents Matter” (Los padres importan), ya que los padres y las madres se dan cuenta que los funcionarios de los consejos escolares y los políticos radicales piensan literalmente que no importan. Los marxistas quieren que el Estado controle todos los niveles de la educación, desde la cuna hasta la tumba, y que a los padres que se interpongan en su camino los remita al Departamento de Justicia para que sean procesados como terroristas de Al Qaeda.

Sí, hay un ataque a la familia.

Esto fue profetizado

“Una estructura familiar sólida es el fundamento mismo de cualquier sociedad estable y permanente”, escribió el fundador de Plain Truth (La Pura Verdad), Herbert W. Armstrong. “Pero hoy en día en los países prósperos se está desarrollando una conspiración que busca destruir el matrimonio como institución, así como la familia”. Él elaboró aún más con esta impactante revelación: “La conspiración consiste en un ataque de dos frentes: 1) un movimiento bien organizado para influir sutilmente en los estudiantes universitarios para que prefieran alternativas al matrimonio, y 2) un intento de influir en el público en general por medio de artículos en periódicos y revistas, programas de televisión, la plataforma de conferencias, el movimiento de liberación femenina, y estudiantes o ex estudiantes rebeldes de la ‘Nueva Izquierda’. Sólo se puede estimar cuánto de toda esta propaganda ha sido sembrada en las mentes de los psicólogos, profesores, escritores, editores, cruzados de la liberación femenina y otros por propagandistas comunistas entrenados” (Plain Truth, julio de 1976).

Han pasado 45 años desde que el Sr. Armstrong escribió esas palabras, y la conspiración contra la familia es ahora una guerra cultural abierta. Muchos “propagandistas comunistas entrenados” están pasando de la influencia sutil al dominio abierto. Los estadounidenses han rechazado a Dios y han tolerado, aceptado y abrazado la evolución, el ateísmo y la filosofía inspirada por Satanás de Karl Marx. Por eso están sufriendo un ataque orquestado contra las propias mentes de los niños.

“Antes de la Segunda Guerra Mundial, el Partido Comunista en EE UU estaba haciendo grandes progresos”, escribió el Sr. Armstrong. “Comenzaron a infiltrarse en los colegios y universidades. Si no podían “convertir” a los profesores, trabajaban con los estudiantes que luego se convertirían en profesores. Así reclutaron profesores para enseñar su doctrina en todo EE UU” (Plain Truth, abril de 1980).

“¡No estamos luchando contra una sola nación en una guerra militar, sino contra un gigantesco ejército mundial vestido de civil, disfrazado de partido político, que busca conquistar el mundo con un tipo de guerra totalmente nuevo!”, escribió el Sr. Armstrong en 1956. “Es un tipo de guerra que no entendemos, ni sabemos cómo afrontar. Utiliza todos los medios diabólicos para debilitarnos desde dentro, minando nuestra fuerza, pervirtiendo nuestra moral, saboteando nuestro sistema educativo, destrozando nuestra estructura social, destruyendo nuestra vida espiritual y religiosa, debilitando nuestro poder industrial y económico, desmoralizando nuestras fuerzas armadas, y finalmente, después de tal infiltración, ¡derrocando nuestro gobierno por la fuerza y la violencia! ¡Todo esto, astutamente disfrazado como un partido político inofensivo! El comunismo es una guerra psicológica mundial”.

¡Cuánta razón tenía Herbert Armstrong!

Pero ¿cómo pueden los estadounidenses ganar o siquiera sobrevivir a la guerra? Las concentraciones de “Parents Matter” no son suficientes. Las nuevas leyes no son suficientes. No basta con volver a las tradiciones. Ni siquiera un renacimiento de la religión tradicional estadounidense es suficiente. Ganar unas elecciones o incluso erradicar décadas de ideas comunistas en nuestro sistema escolar no hará que estos problemas desaparezcan. La herida mortal y supurante que padece EE UU es la anarquía y el pecado. Cuando los educadores de EE UU enseñan a los niños a desafiar a sus padres, a romper las reglas, a odiar la ley y el gobierno, y a rechazar la responsabilidad individual, no sólo están rechazando las tradiciones consagradas o el estilo estadounidense. Están violando la ley de Dios.

El núcleo de la infiltración comunista es el ateísmo y la anarquía. Lo que estamos experimentando como resultado está profetizado en la Biblia que ocurrirá en nuestras naciones y en este tiempo. Isaías 59:4 predice: “No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidad.” ¡Los acontecimientos recientes traen esta escritura justo al siglo xxi! ¡Crímenes atroces contra los niños están siendo encubiertos por los funcionarios responsables de protegerlos!

Aunque nos moleste el lavado de cerebro y la contaminación coordinada de las mentes y cuerpos de nuestros propios hijos, debemos afrontar el hecho de que no están aprendiendo sobre la verdad, la moralidad, Dios y la ley de Dios en la escuela o en casa. Y debemos reconocer lo desastroso de los resultados. Como escribió el Apóstol Pablo en Romanos 1:28-32: “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican”.

Pablo profetizó: “También debes saber esto: que en los postreros días [en los últimos días, vkj] vendrán tiempos peligrosos”, y dijo específicamente que “los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados” (2 Timoteo 3:1, 13). Estamos viviendo esa profecía. Si sus ojos están abiertos, debe admitir que nuestra sociedad va “de mal en peor”.

El desmoronamiento masivo de la vida familiar no es un accidente. Ni siquiera es una agenda ideada por el ser humano principalmente. La razón por la que los seres humanos están destruyendo cosas que son claramente buenas para ellos, como la familia, es que esta institución crucial es el blanco de ataque principal del diablo. Él existe, está activo, y está influenciando a la gente para que rechace la ley de Dios, la existencia misma de Dios, las funciones de Dios para la familia, y el uso que Dios hace de las naciones que descienden del antiguo Israel.

Sí, usted se encuentra en una guerra cultural. ¡Empiece a luchar! 

Este artículo fue traducido del artículo “The Communist Attack on Parents” de theTrumpet.com.


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