(JOE RAEDLE/GETTY IMAGES)
El argumento demócrata después de las elecciones de medio mandato: ¡Trump está acabado!
Aún no se han convocado elecciones importantes que podrían cambiar las cosas, pero la narrativa general que están pregonando todos los medios de comunicación respecto a las elecciones del 8 de noviembre en Estados Unidos es la siguiente: La ola roja fue sólo una onda pequeña, ¡y Donald Trump está acabado!
El estratega demócrata James Carville les dijo a los presentadores de msnbc que los demócratas hubieran perdido 57 asientos en la Cámara de Representantes y cuatro en el Senado si no fuera por el odio de la gente hacia Trump. El presentador de msnbc Joe Scarborough dijo que todo lo que Trump ha hecho por los republicanos es perder elección tras elección. El agitador racial profesional Al Sharpton llamó a Trump el “regalo que sigue dando”. El periodista del Atlantic David Frum escribió que la “decepción [de los republicanos] fue en gran medida culpa de Trump”. Incluso medios “conservadores” como el Wall Street Journal, el New York Post y Fox News están impulsando este argumento.
Todo es una maniobra, impulsada por gente que odia a Donald Trump. Y los republicanos que se suben a ese tren están vergonzosamente poniendo su odio hacia Trump por delante del bienestar del país.
La verdad es que los informes sobre la muerte política de Trump han sido sumamente exagerados. Incluso el liberal New York Times proyecta que los republicanos ganarán una mayoría de seis asientos en la Cámara. Y puede que incluso tomen el control del Senado, dependiendo de lo que ocurra en Arizona, Nevada y Georgia.
Trump mismo dijo que el martes había sido “una gran noche” para los republicanos, señalando que 174 de los candidatos que respaldó ganaron sus respectivas carreras.
La otra vía utilizada por los que odian a Trump es que Ron DeSantis es el futuro del Partido Republicano. Aquellos que quieren alejarse de Trump —incluyendo demócratas y republicanos que nunca han querido a Trump— están proclamando la victoria decisiva de DeSantis en la Florida como la prueba de que él es el presunto favorito para las elecciones presidenciales de 2024.
Hace apenas una semana, muchas de estas personas calificaban a DeSantis como el diablo. Ellos no quieren a DeSantis. Simplemente ven esto como una oportunidad para enterrar a Trump, para sembrar semillas de división entre los republicanos y para distraer a los republicanos de las investigaciones sobre las denuncias de robo electoral.
No es sorprendente que los medios de comunicación y los políticos de izquierda impulsen este argumento. Pero es una vergüenza que los “conservadores” también lo hagan.
Es vergonzoso que se hayan rendido tan rápidamente después del martes. Ellos prefieren ver la reputación de Trump destrozada que escuchar al electorado estadounidense, ganar el control del Congreso y quitarles el poder a las desastrosas políticas de la administración Biden.
¡Eso es una enfermedad profunda, en lo más alto de la república estadounidense!
Existen muchas pruebas de que estas elecciones se vieron manchadas por las mismas infracciones y fraudes que las de 2020. Los problemas en las zonas controladas por los demócratas no se solucionaron. ¡Y todavía existe la posibilidad de que los resultados de las elecciones del martes sean mucho más favorables para los republicanos de lo que se está informando!
Como explica mi padre, el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, en su libro Ezequiel: El profeta del tiempo final, los aparatos gubernamentales de Estados Unidos están enfermos de arriba a abajo (Isaías 1:4-6). Los agentes gubernamentales están enfermos; los legisladores están enfermos; los jueces están enfermos; los magnates de los medios de comunicación están enfermos; y los funcionarios que cuentan nuestros votos están especialmente enfermos. ¿Por qué creen que los funcionarios del condado de Clark, Nevada, tardan más de una semana en contar 50.000 votos por correo cuando deberían hacerlo en menos de un día? ¡Están buscando varias formas de rellenar el voto!
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por subvertir la democracia en Estados Unidos, una profecía en Amos 7 afirma que Dios va a tolerar a Estados Unidos una última vez para que la gente tenga la oportunidad de resolver este problema terrible. ¿Cómo? Arrepintiéndose de sus pecados. “[El Eterno] entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más” (Amós 7:8).
“Hemos estado observando esta profecía desde junio de 1990, en la segunda edición de la Trompeta que produjimos (edición en inglés)”, escribió mi padre en “Por qué sigo creyendo que Donald Trump va a volver”. “Habla de un tiempo en el que Dios se prepara para medir la destrucción de Israel del tiempo del fin, es decir, Estados Unidos y Gran Bretaña, y Él dice, “no lo toleraré más” (versículo 8). Esto es justo antes de la severa corrección que viene sobre estas naciones si no se arrepienten. Están recibiendo su última advertencia. (...) Así que todo el contexto de Dios diciendo no lo toleraré más es durante el tiempo de un ‘Jeroboam’, quien es un anti-tipo del tiempo del fin del rey Jeroboam ii de Israel”.
Esta profecía es la razón por la que hemos insistido constantemente en que el presidente Trump volverá al poder. No sabemos exactamente cómo se desarrollará esto. Pero siga observando los mítines que el Sr. Trump está realizando alrededor de la nación, porque él no ha terminado.
Pero no es suficiente reconocer el mal que está realizando la izquierda radical. No es suficiente poner su fe en Donald Trump, el Jeroboam moderno. Debe tener fe en Dios, y arrepentirse hacia el Dios que utilizó al Sr. Trump en primer lugar y que está a punto de utilizarlo de nuevo, o la maldición sobre Estados Unidos continuará.