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EE UU y el Reino Unido atacan a los hutíes por tercera vez

EE UU y el Reino Unido atacan a los hutíes por tercera vez

Las fuerzas estadounidenses y británicas atacaron el sábado 36 objetivos hutíes en Yemen. Fue su tercer gran intento de disuadir a la milicia terrorista respaldada por Irán de atacar buques de transporte marítimo en el mar Rojo.

El Pentágono dijo que atacó instalaciones de almacenamiento de armas enterradas, sistemas de misiles, lanzadores, sistemas de defensa aérea y radares en 13 lugares a través de Yemen controlado por los hutíes.

Esta acción colectiva envía un mensaje claro a los hutíes de que seguirán sufriendo las consecuencias si no ponen fin a sus ataques ilegales contra la navegación internacional y los buques navales.


—Lloyd Austin, Secretario de Defensa de los Estados Unidos


Escalada por escalada: según el ministro de Defensa británico, Grant Shapps, “esto no es una escalada”.

Ya hemos atacado con éxito puntos de lanzamiento y sitios de almacenamiento implicados en ataques hutíes, y confío en que nuestros últimos ataques hayan degradado aún más las capacidades de los hutíes.


—Grant Shapps


Sin embargo, los miembros de la milicia lo ven de otra manera. El oficial hutí Mohammed al Bukhaiti dijo en X que los ataques eran una escalada, pero que el grupo no se deja intimidar y seguirá atacando.


El portavoz hutí Ameen Hayyan también escribió en X que cualquier ataque contra ellos no pasará sin respuesta y castigo.

El arma de Irán: los hutíes —y sus patrocinadores en Irán— han continuado su agresión a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos y Gran Bretaña hasta ahora para neutralizarlos. Es uno de los ejemplos más descarados de la agresividad iraní que el mundo ha presenciado en los últimos años.

Irán patrocina a muchos grupos terroristas en todo el mundo. ¡Ayudar a los hutíes a ganar un punto de apoyo tan fuerte dominando esta zona estratégica le da a Irán un arma que puede utilizar contra el mundo!


—Gerald Flurry, redactor jefe de la Trompeta, “La batalla por el mar Rojo”.


La intratabilidad de Irán podría continuar hasta un grado que verdaderamente ponga a prueba y exponga la debilidad de voluntad estadounidense. Esta situación tiene un potencial verdaderamente explosivo y merece ser observada con atención.