Desde el principio
Transcripción de La Llave de David
Herbert W. Armstrong habló repetidamente de los dos árboles del Génesis, capítulos uno al tres, y me enseñó una de las mayores lecciones de mi vida en esos capítulos, y habló de los dos árboles simbólicos especiales y de cuál era su tremendo significado . ¿Por qué eran tan significativos? ¿Por qué estos dos árboles eran tan importantes para el mundo entero?
Fíjese en lo que dijo, y voy a citarlo aquí. Dijo: “¡El verdadero significado de estos dos árboles simbólicos explica el fundamento mismo del mundo!”. ¡El fundamento mismo del mundo! “En ellos está la respuesta al gran misterio de nuestros días, en este siglo veinte moderno”. Y luego continuó hablando de cómo hemos progresado tanto volando a la luna y creando todo tipo de maravillas tecnológicas en la producción de computadoras y todo eso, y, sin embargo, no tenemos paz en este mundo. ¡Nada de paz! Ahora, ¿a qué se debe? Bueno, ¡volvemos a esos dos árboles simbólicos!
Observe otra cita corta de él discutiendo esto, y lo hace en El misterio de los siglos. Él dijo: “No podremos entender el misterio de las condiciones y los acontecimientos actuales si no nos remontamos a la fundación del mundo para saber qué curso ha seguido desde su origen hasta el palpitante y confuso presente”.
Este es uno de los temas más importantes en los que se podría entrar. Dos árboles simbólicos explican el fundamento mismo del mundo, sea bueno o malo. Ciertamente tenemos este misterio de los eventos y el fundamento, y no entendemos por qué tenemos todos estos problemas, ¡y se remonta a esos dos árboles! ¡Regresa a esos dos árboles y a la fundación misma de este mundo! O tenemos un resultado exitoso o tenemos un desastre colosal, que es lo que se ve en este mundo hoy, ¡y es porque elegimos el árbol equivocado!
Está el árbol de la vida, y el otro ciertamente puede llamarse el árbol de la muerte porque plantea todo tipo de problemas, el árbol del conocimiento del bien Y del mal. Es ese mal el que realmente nos somete a toda clase de dificultades.
Si nos fijamos en estos dos árboles, creo que Herbert Armstrong, conociéndolo y sabiendo cómo estudiaba la Biblia, creo que obtuvo este mismo concepto de las epístolas de Juan. Juan hablaba de eso y lo repetía una y otra vez, hablaba de “desde el principio”. Hay que llegar al principio correcto para entender estos grandes eventos y grandes problemas que enfrentamos hoy. El apóstol Juan realmente lo recalcó mucho, y habló repetidas veces sobre “desde el principio”, “desde el principio”, “desde el principio”, una y otra vez.
Noten eso en I Juan 1 y verso 1. Fíjense en esta gran visión que todos necesitamos comprender: “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida”. El Verbo de vida. Bien, eso es lo que necesitamos, el Verbo de vida desde el principio. Verán, tenían a un hombre en esta Tierra que era el Verbo, ese Verbo vino a esta vida, y aquí los discípulos pudieron tratarlo, tocarlo. Supongo que a veces casi se quedaban estupefactos ante Él porque era el Verbo que había venido a esta Tierra, y podían hablar con Él y tocarlo, y pasar tiempo con Él día tras día, y era simplemente asombroso cuando lo pensaban. Dijeron: ¿Qué ES esto de lo que somos parte? De este gran Dios Eterno, el Verbo, el Portavoz de la Divinidad. Era Dios y el Verbo, y aquí tenían al Verbo ante ellos.
Y si piensan que eso no es algo que agite nuestra mente, bueno, entonces, supongo que no nos lo imaginamos como deberíamos. No lo entendemos. ¡Pero esto es de verdad inspirador si nos detenemos a pensarlo!
Pero miraron a este Ser de Dios y al Verbo, miraron atrás a ese tiempo antes de que hubiera ángeles, antes de que hubiera universo, y aquí este Verbo había venido a la Tierra porque, bueno, lo que hicieron con los ángeles no funcionó, y Él tuvo que volver con un nuevo plan. Tuvo que mostrarnos que se iba a Él se iba a reproducir en los hombres, ¡si pueden comprender eso! Eso no fue un sueño; ¡fue realidad! ¡y todavía es realidad hoy!
El “Verbo” se escribe con mayúscula, la v, porque bueno, necesita escribirse con mayúscula porque es Dios, el Dios que vino a esta Tierra y convirtió un Dios en un ser humano.
Observen Juan 1 y verso 1, otro verso relacionado aquí. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”. Así que esta es la perspectiva de Dios que están recibiendo. ¡La perspectiva de Dios! Esa es la perspectiva general, eso es lo que queremos ver, no lo que ven los hombres, sino lo que ve Dios. ¿Y por qué nos dio ese árbol de la vida? Ah, qué tremendamente importante es entender eso.
“El Lexicón de Thayer define Verbo así: ‘La doctrina que él [el Padre] mandó que se entregara y la “cosa hablada”. Ese fue un mensaje del ahora Dios el Padre. Bueno, ¿cómo sucedió eso? Bueno, lo veremos en unos momentos.
Y aquí en esta Tierra estaba Su Hijo, que era Aquel que era el Verbo, y por supuesto, ¡todavía lo es! Él es el Portavoz de la Divinidad o la Familia Dios.
Entonces aquí hay algo que necesitan entender, y necesito repetir esto. “Juan fue el único escritor del Nuevo Testamento que designó a Cristo como el Verbo”. Juan fue el único escritor del Nuevo Testamento que designó a Cristo como el Verbo.
Creo que ésta es una gran lección para ayudarle a construir sabiduría y entendimiento. No tengo ninguna duda al respecto. Esto le ayudará a hacerlo si aprende a regresar y estudiar y orar “desde el principio” sobre estos temas grandes e importantes. De eso habla Juan y de eso hablaba el Sr. Armstrong. Hay que regresar y trabajar desde el principio. Es algo así como una película. Si entramos pasada la introducción o en mitad de una película, no se sabe lo que está pasando. Es muy vago y no entendemos mucho, así que tenemos que ir y trabajar desde el principio y luego trabajar hacia adelante para construir de esa manera, y estudiar la Palabra de Dios de esa manera.
Este es el comienzo fundamental que estamos viendo. Querían ir atrás, y Juan habló con Jesucristo personalmente mucho de Su tiempo, y él tenía el comienzo fundamental en su mente, nos llevó todo el camino de vuelta al Verbo cuando no había nada más que Dios y ese Verbo, ¡y eso es todo!
Así que si quieren entender todo esto, entonces tienen que entender quién era este Ser que vino a ellos en la carne, y fue llamado el Hijo de Dios, y veremos por qué en un minuto o dos.
Pero necesitan reflexionar realmente sobre esto. Yo lo necesito, todos lo necesitamos, necesitamos comprender la profundidad de esto mucho más porque es profundo, ¡pero es real! ¡Esta es la realidad de este mundo! Esto no es un sueño, ni una fantasía. De esto se trata nuestra vida, y por qué estamos aquí. Dios se está reproduciendo en el hombre porque los ángeles no pudieron gobernar el universo, y Dios dijo: Sólo yo puedo hacerlo. Así que Él se está reproduciendo en nosotros, si es que pueden de verdad, de verdad creer eso porque la Biblia está llena de ello, y llena de esas escrituras que lo explican.
Ahora si miran I Juan 1 y verso 1 otra vez, habla acerca de “desde el principio”, pero entonces en Apocalipsis 19 y verso 13, note esto, esto es todavía acerca del Verbo: “Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: el verbo de dios”. ¡Bien, aquí lo tienen, desde el principio, ven, tienen al Verbo que vino, y tenía una vestidura, Él tenía vestiduras, ropas que Él mojó en sangre! Él derramó Su sangre para pagar por nuestros pecados y darnos una oportunidad de tener gloria eterna y gobernar con Él, las primicias, en todo caso; ¡aquellos llamados antes de la Segunda Venida incluso tienen la oportunidad de compartir el trono de David con Él por toda la eternidad! Por mil años, y luego gobernar sobre el universo después de eso. No podemos olvidar esto. ¡Una vestidura o un vestido bañado en sangre! Recuérdenlo. Regresen a ese comienzo. Necesitamos tener estos grandes comienzos en nuestras mentes, y por eso Juan no dejaba de repetirlos. ¡Desde el principio! Vuelva a ese principio y entonces lo entenderá si estudia de ahí en adelante. Y esa es la manera de construir y edificar el árbol de la vida en su propia vida. ¡No debemos olvidar eso!
Ustedes saben de Juan 3 y verso 16 donde habla de: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. ¡Ese es su futuro! Ese es nuestro futuro si lo queremos, y ciertamente deberíamos querer esto, de todos los deseos este debería ser el número uno.
Repito, tenemos que estudiar nuestras Biblias y orar con fervor y estudiarlas mucho para ver lo que Dios hizo por nosotros, y regresar a ese comienzo y realmente estar agradecidos con Dios y agradecerle diariamente por la oportunidad de ser parte de esto, y entender este futuro, y tener un significado tan profundo en su vida acerca de ¡por qué está aquí! ¿Cuán precioso es eso? Dios no quiere que perezcamos. De eso se trata. Estamos aquí en esta Tierra para recibir la gloria Eterna, dice Él. Y Él dio a Su Hijo Unigénito para arriesgarse a perder esa vida para pagar por nuestros pecados. Y fue brutalmente golpeado y crucificado, pues Su vestidura estaba empapada en sangre. Así que tenemos que recordar eso, desde el principio sin duda.
¿Pero creemos en Él? ¿creemos en Su Palabra? ¿creemos lo que Él dice? ¡Deberíamos! Él dice que nos dará la fe y lo que necesitemos para hacerlo, el poder que necesitemos. ¡Pero tenemos que creer a Dios! Y eso es fundamental.
Vayamos a otra escritura en I Juan 2 y verso 24. Esto es lo que dice: “Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros”. Lo han oído desde el principio. ¿Qué principio? “Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre”. Bien, aquí están el Hijo y el Padre. Ahora, es un Padre y un Hijo, no es Dios y el Verbo. Bueno, ¿cómo sucedió eso? ¿Dónde ocurrió esa transición? Bueno, Dios ciertamente nos lo dice. ¿Cuándo comenzó el Padre? Tenemos que volver a ESE comienzo. ¿Y cuándo comenzó el Hijo? Bueno, tenemos que volver a ese comienzo.
El “Evangelio” significa “la buena nueva de la venida de la Familia de Dios”, o Reino de Dios. ¡Dios está construyendo una Familia! Padre, Hijo, ¿y qué más? Bueno, el Verbo fue hecho Hijo, y fue hecho Hijo por el engendramiento del Padre en María, la virgen María. Así que Su Hijo fue engendrado; eso hizo que el Padre fuera el Padre. Eso le hizo a Él el Padre. Eso hizo a Dios el Padre. Y aquí tenemos el comienzo de la Familia Dios, ¡el principio de ella!
¿Y a dónde nos lleva todo esto? Bien, veamos Hebreos 2, versos 9 y 10. Aquí se habla de “... aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús”, cuando vino a esta Tierra, para que “gustase la muerte por todos”. Y luego el verso 10 dice: “Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos”. Vean, ahora hay muchos hijos que vienen a la gloria.
Ahora si revisan realmente la doctrina de la trinidad, encontrarán que ellos limitan los Seres Dios a tres, pero eso no es lo que la Biblia enseña. Dios dice que hay un Padre y un Hijo, ¡y lo están abriendo a miles de millones de hijos! ¡muchos hijos de gloria! ¡Eso ES el Evangelio! ¡Tenemos que ver que esto se nos abrió para que todos pudiéramos convertirnos en hijos de Dios! Eso es tan inspirador que es difícil realmente comprenderlo y metérselo en la mente.
¿Sabían que la única esperanza en este mundo está en la resurrección? La mayoría de la humanidad va a ser resucitada en el Último Gran Día, o ese último día santo. Y si no saben de los días santos, necesitan nuestro folleto Las fiestas santas de Dios, que les mostrará el Plan Maestro de Dios para la humanidad, ¡y es algo asombroso! ¡Realmente lo es!
Ahora, I Juan 2 y verso 13, “Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno…”. Y luego en el verso 14, dice: “… Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno”. Bueno, tenemos que vencer al diablo en este mundo y en esta vida.
Y luego, I Juan 3 y verso 8, dice: “El que practica el pecado es del diablo…”. Aquí hay otro “desde el principio”. Bien, necesitamos saber sobre el principio del diablo. ¿De qué se trata? Bueno, hay que ir al principio y volver a eso y estudiar desde ahí, y entonces se puede desarrollar un tema tremendo que es importante para su salvación.
“El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”. ¿Lo ven? Satanás pecó desde el principio. ¿Se dio cuenta de que este gran ser una vez gobernó la Tierra?
Ahora observe Ezequiel 28 y verso 15: “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad [o anarquía]”. ¡Oh, no le gustaba el gobierno de Dios! Estaba aquí para gobernar la Tierra, ¡pero él y un tercio de los ángeles fallaron y se convirtieron en Satanás y los demonios! Y ustedes pueden ver cómo él tenía sabiduría, como dije antes, ¡y sin embargo la perdió! Dios le enseño sabiduría y Él quiere enseñarle a usted sabiduría y entendimiento, estas preciosas verdades sobre los dos árboles y todos estos temas relacionados, ¡desde el principio!
Pueden ver en Apocalipsis 3 y verso 21 que tenemos que vencer como Cristo venció. Él tuvo que vencer a Satanás el diablo, y ayunó 40 días y 40 noches antes de hacerlo.
Repito, como ven, Dios nos lleva de vuelta al principio, donde están los dos árboles. Tenemos que, les digo, ¡tenemos que entender esto y darnos cuenta de lo que significa para nuestras vidas!
En Juan 20 y verso 2 donde habla del hombre “a quien Jesús amaba”, Juan pasó todo este tiempo con Jesucristo y él es el único que habla del Verbo, en toda la Biblia, y en sólo cuatro lugares diferentes. Pero habla de esto, y esa expresión es un poco inexacta en la Reina Valera donde dice “al que amaba Jesús”. Bueno, Él nos ama a todos, pero amaba a Juan de una manera especial que realmente podían conversar bien, y Juan era un hombre muy inteligente. Aunque Pedro estaba a cargo de la Iglesia, Juan era ciertamente un gran intelecto de la Iglesia, y Cristo pasó tiempo con él y lo preparó para una obra futura. Escribió todo el libro de Apocalipsis, y las Epístolas de Juan, y el Evangelio de Juan. Y Jesucristo estaba allí trabajando con él, el verbo, a quien él podía tocar y amar y pasar tiempo con Él. E incluso se les encontraba a menudo recostados sobre sus hombros; eran muy unidos. Y así fue como Juan le amó y aprendió de Él, y por eso tenía verdades tan profundas para que las entendiéramos. ¡Qué bendición es esa! ¡Qué enorme bendición es esa!
En el folleto La última hora, escribimos: “Él recibió una abundancia de verdad e información de Cristo que los otros discípulos no recibieron”. Verán, Juan vivió mucho más que los otros, y estuvo cerca, y Cristo tenía más trabajo para él después de que los otros habían sido martirizados. ¡Martirizados! ¡Todos ellos asesinados!
En este mundo, así son las cosas, ven, ¡porque están comiendo del árbol equivocado! Mataron al Hijo de Dios, ¡y son hostiles hacia Dios Padre y la Familia de Dios! Ese es el problema con este mundo. Si alguna vez vamos a entender realmente el fundamento de este mundo, vamos a tener que darnos cuenta de que estamos comiendo del árbol equivocado: ¡el árbol de la muerte! ¡Y Dios dice que quiere que comamos del árbol de la vida! ¡Qué verdad tan maravillosa y majestosa es esa! ¡Es monumental en nuestras vidas espirituales! Debemos aprenderla y estar agradecidos de estar aquí y de que Dios nos permita ser parte de todo esto y entender los árboles, y regresar desde ese principio —esos dos árboles— y ¡ah, qué futuro verán para ustedes!