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¡Descubriendo la antigua Jerusalén!
Cuando terminó la Guerra de los Seis Días el 10 de junio de 1967, Israel se hizo con el control de algunos territorios cruciales histórica y estratégicamente. De todas las tierras que consiguió, ninguna era más importante que la relativamente pequeña porción de terreno en el lado sureste de la Ciudad Vieja.
Por primera vez desde que se convirtió en una nación soberana en 1948, la nación de Israel tenía el control de la tierra más antigua e importante, el corazón mismo de la historia judía: ¡la antigua Jerusalén!
Los líderes israelíes estaban ansiosos por explorar la tierra recién obtenida, especialmente la historia que yacía bajo ella. Muchos arqueólogos israelíes no podían esperar a meter las manos en la tierra y empezar a remover milenios de escombros y ruinas con la esperanza de revelar la ciudad original de Jerusalén.
En 1968, poco más de un año después de la victoria de Israel, comenzaron las enormes excavaciones del Monte del Templo, que duraron varios años. El esfuerzo fue dirigido por el arqueólogo y presidente de la Universidad Hebrea, el profesor Benjamín Mazar. El nuevo proyecto electrizó a mucha gente en Israel e incluso en todo el mundo. Cuando el profesor Mazar comenzó a reunir a su “equipo del Monte del Templo”, muchas universidades y organizaciones de todo el mundo estaban entusiasmadas por participar. En diciembre de 1968, después de numerosas reuniones y visitas, el profesor Mazar y la Universidad Hebrea consolidaron una asociación con Herbert W. Armstrong y Ambassador College, una pequeña universidad de artes liberales con sede en Pasadena, California.
El rector Armstrong estaba extasiado. Sabía que esta oportunidad era única y especial. En una carta dirigida a sus colaboradores, escribió: “Ambassador College acaba de recibir el gran honor y la responsabilidad de participar conjuntamente con la Universidad Hebrea de Jerusalén en la excavación arqueológica más importante de nuestro tiempo, ¡que abarca 3.000 años de historia!”.
Teniendo en cuenta que las excavaciones apenas habían comenzado, la afirmación de que saldrían a la luz restos de 3.000 años de antigüedad y que sería la “excavación arqueológica más importante de nuestro tiempo” era bastante atrevida. ¡Pero el Sr. Armstrong demostró tener razón!
Estuve en Jerusalén en marzo y pude visitar el Ofel y la Ciudad de David. Durante mi estancia, estudié y contemplé la carta del Sr. Armstrong de 1968 y me conmovió la visión y el entusiasmo de este hombre por la antigua Jerusalén. También me sorprendió la exactitud de su previsión: en los últimos 50 años, gracias a los esfuerzos de organizaciones como la Universidad Hebrea, la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Fundación Ciudad de David, se ha descubierto una gran cantidad de vestigios de 3.000 años de antigüedad.
Y estoy de acuerdo con el Sr. Armstrong: ¡La arqueología que se está realizando en la Ciudad de David y en el Ofel es la más importante! Se están llevando a cabo muchas otras excavaciones arqueológicas importantes en Israel e incluso en otros lugares del mundo. Arqueólogos de gran talento están llevando a cabo excavaciones cruciales en todo Israel. ¡Pero sólo hay una Jerusalén antigua!
Desde 2006, el Herbert W. Armstrong College ha tenido el privilegio de recoger el manto del Sr. Armstrong y se ha asociado con la Universidad Hebrea para continuar la búsqueda de la Jerusalén original. Trabajando bajo la dirección de la nieta del profesor Mazar, la difunta Dra. Eilat Mazar, hemos realizado excavaciones en la parte norte de la antigua Ciudad de David y en la esquina sureste del Ofel, una zona excavada originalmente por Benjamín Mazar.
Nos asociamos con la Dra. Mazar porque creemos, al igual que el Sr. Armstrong y el profesor Mazar, que la Jerusalén original no sólo estaba esperando ser descubierta, sino que proporcionaría algunos hallazgos verdaderamente monumentales.
(Reese Zoellner/Let the Stones Speak)
Muchos eruditos modernos afirman que los reyes David y Salomón eran insignificantes jefes de tribus; unos pocos incluso afirman que estos hombres no eran reales. Descartan por completo el registro bíblico, que dice que David y Salomón fueron reyes impresionantes que construyeron grandes estructuras en Jerusalén, incluyendo sus palacios y el templo. Se puede leer sobre sus logros en 2 Samuel 5 y 1 Reyes 5-8. Pero muchos estudiosos y arqueólogos no creen en la Biblia; algunos llaman “fanáticos religiosos” a quienes la consideran una fuente histórica fiable.
La Dra. Eilat Mazar no era una fanática religiosa. Pero consideraba que la Biblia era un documento histórico legítimo, y la utilizaba mucho en su práctica de la arqueología. ¿Cuál fue el resultado? ¡Eilat hizo algunos de los mayores descubrimientos arqueológicos jamás realizados! ¡Ella encontró restos palaciegos tanto de David como de Salomón!
“Un examen cuidadoso del texto bíblico combinado con los resultados, a veces inadvertidos, de las modernas excavaciones arqueológicas en Jerusalén nos permiten, creo yo, localizar el emplazamiento del palacio del rey David”, escribió la Dra. Mazar en la edición de enero-febrero de 1997 de la Biblical Archaeology Review [bar, por sus siglas en inglés]. Era una afirmación audaz, pero estaba respaldada tanto por la ciencia como por la Biblia.
Eilat continuó: “Y lo que es más emocionante, se encuentra en una zona que ahora está disponible para la excavación. Si algunos consideran demasiado especulativa la hipótesis que expondré en este artículo, mi respuesta es simplemente ésta: pongámosla a prueba de la forma en que los arqueólogos siempre intentan poner a prueba sus teorías: excavando”.
Todavía me maravilla el audaz planteamiento de la Dra. Mazar. En el artículo de bar, había incluso una gran flecha roja que señalaba el lugar donde Eilat creía que podía encontrarse el palacio. Y sin embargo, por muy emocionante que fuera la sugerencia, y por muy sólida que fuera desde el punto de vista científico, la Dra. Mazar tardó 10 años en encontrar a alguien que financiara su excavación. En 2005, gracias a la generosidad de Roger Hertog, Eilat pudo por fin comenzar a excavar.
Casi inmediatamente, ella y su equipo comenzaron a descubrir una enorme estructura que databa del periodo de tiempo que incluye al rey David. (Hemos escrito extensamente sobre la Gran Estructura de Piedra; puede encontrar estos artículos en nuestro sitio web, ArmstrongInstitute.org). Cuando la gente visita hoy la Ciudad de David, puede ver los muros del palacio que descubrimos; ¡puede ver y tocar la antigua Jerusalén!
Después de sus excavaciones en la Ciudad de David, Eilat dirigió su atención a la zona del Ofel, que está a sólo un par de cientos de metros al norte. Aquí continuó las excavaciones de su abuelo. Esperaba encontrar también aquí algunas estructuras monumentales. ¿Por qué? Porque la Biblia registra que aquí es donde el rey Salomón construyó el templo, su propio palacio y la Casa del Bosque del Líbano (su arsenal), así como otras estructuras significativas (1 Reyes 6-7). La Dra. Mazar solía referirse a la zona de Ofel como el complejo real salomónico.
Excavamos en el Ofel con Eilat desde 2009 hasta su última temporada en 2018. Juntos, excavamos a través de siglos de ocupación posterior y revelamos una enorme muralla del siglo x a. C., así como una enorme puerta de entrada. Algunas secciones de estas estructuras tienen más de 5 metros de altura, lo que evidencia el carácter monumental de la estructura.
En apoyo de la Dra. Mazar y de la Universidad Hebrea, también hemos hecho otros descubrimientos de importancia bíblica, como las impresiones de sellos del rey Ezequías y de Isaías. La bula de Isaías todavía se está analizando; aunque es convincente, las pruebas de que la bula pertenecía al profeta Isaías no son absolutamente concluyentes. Pero en la bula de Ezequías se lee: “Perteneciente a Ezequías, [hijo de] Acaz, rey de Judá”.
(AIBA)
Hasta la fecha, estos diminutos artefactos de arcilla son las únicas impresiones de sellos pertenecientes a un rey israelita o de Judea, así como a un profeta, que se han encontrado en excavaciones científicas controladas. De nuevo, puede obtener más información sobre estos hallazgos en ArmstrongInstitute.org.
El palacio del rey David, la Jerusalén real del rey Salomón y la impresión del sello personal del rey Ezequías y de Isaías son sólo algunos de los sensacionales descubrimientos de la Jerusalén original que se remontan 3.000 años, frutos tangibles de la historia bíblica que los visitantes de Jerusalén pueden experimentar ahora.
La Dra. Mazar hablaba con nosotros con bastante frecuencia sobre cómo era el público, la gente común y corriente de Israel (no los eruditos) quienes valoraban más profundamente la antigua Jerusalén y su historia bíblica. La visión de compartir la historia bíblica de Israel con la gente común y corriente también motivaba al profesor Mazar, a Herbert Armstrong y a los primeros líderes como el ex presidente Zalman Shazar y el alcalde de Jerusalén, Teddy Kollek.
Es difícil creer que hayan pasado 50 años desde que el Sr. Armstrong y el profesor Mazar comenzaron a excavar la antigua Jerusalén. Juntos, estos hombres lograron una gran arqueología en torno al Monte del Templo. Y lo que es más importante, estos hombres generaron la visión y sentaron las bases para el maravilloso y crucial trabajo que aún se realiza en la Ciudad de David y en el Ofel.
En cierto modo, todo comenzó en 1968 con el profesor Mazar y Herbert Armstrong.
El Sr. Armstrong, el profesor Mazar y la Dra. Mazar ya no están con nosotros. Pero su visión y su legado siguen siendo fuertes. En realidad, creo que su visión no hará sino fortalecerse a medida que sigamos excavando la Ciudad de David y el Ofel. En los últimos 50 años se han producido muchos avances grandes y maravillosos en la antigua Jerusalén, ¡y creo que todavía quedan por hacer grandes y maravillosos descubrimientos y logros!
JERUSALÉN EN PROFECÍA
Jerusalén significa “ciudad de paz”. Sin embargo, ¡la historia de esta ciudad está llena de ríos de sangre! Ninguna ciudad ha sufrido como Jerusalén. Ésta casi no ha conocido la paz. Pero hay muy buenas noticias. Dios estableció a Jerusalén para ser una ciudad de paz, ¡y un día Él se asegurará de que así sea! En realidad ésta es la ciudad desde la cual la Familia de Dios gobernará ¡a todo el universo!