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¿Debería Israel confiar en Alemania?
“Agradecemos el hecho de que esté aquí con nosotros, que esté de nuestro lado”, dijo el 17 de octubre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al canciller alemán de visita, Olaf Scholz, tras el “peor crimen contra los judíos desde el Holocausto”.
El Estado israelí se formó en 1948 inmediatamente después de ese aún mayor crimen contra los judíos. Ese Holocausto, perpetrado por Alemania, mató a 6 millones de hombres, mujeres, niños y bebés judíos. Antes de eso, los judíos habían sido perseguidos durante milenios en Europa, incluyendo cruzadas, inquisiciones y pogromos.
El Estado de Israel debía ser un refugio seguro, en gran medida para protegerse de los alemanes. Toda una vida después, una Alemania reconstruida, de nuevo a la cabeza de Europa, está junto a Israel.
Alemania se adelantó a Estados Unidos enviando a su jefe de gobierno a Israel e iluminando de azul y blanco los monumentos de su capital. La mayoría de los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea intentaron limitar la respuesta de Israel, pero el presidente alemán de la Comisión Europea rechazó imponer tal límite. Mientras tanto, una encuesta reveló que el 70% de los alemanes estaba de acuerdo en que Israel tenía derecho a defenderse. La UE quería seguir proporcionando ayuda al desarrollo de Gaza, totalmente controlada por Hamás, pero Alemania y Austria se opusieron.
Alemania lleva años acercándose cada vez más al asediado Estado judío. La canciller Angela Merkel pronunció un discurso histórico en la asamblea legislativa israelí en 2008, en el que afirmó: “Todos los gobiernos federales y todos los cancilleres que me han precedido se han comprometido con la especial responsabilidad histórica de Alemania respecto a la seguridad de Israel. Esta responsabilidad histórica de Alemania forma parte de la razón de Estado de mi país”.
Alemania ha colaborado con Israel en maniobras militares, le ha vendido submarinos con capacidad nuclear y ha adquirido su sistema de defensa antimisiles Arrow-3. Tras el ataque, Israel recurrió a Alemania para obtener municiones para buques de guerra y Alemania le proporcionó dos drones avanzados para luchar contra Hamás.
En una guerra de gran envergadura, las Fuerzas de Defensa de Israel siempre necesitan municiones y suministros, por no hablar del apoyo político, del exterior del país. EE UU desempeñó ese papel en la Guerra de los Seis Días en 1967, la Guerra de Yom Kippur en 1973 y otros conflictos.
Pero el trato de Barack Obama y Joe Biden a Israel y a Netanyahu ha mostrado un cambio de rumbo. En muchos aspectos han demostrado hostilidad hacia Israel y a otros aliados de larga data. Y tras la desastrosa retirada de Afganistán, la empañada credibilidad de EE UU y sus evidentes limitaciones estratégicas han dejado temerosos a sus aliados.
Cabe esperar que esta tendencia continúe, y que Israel recurra cada vez más a Alemania.
Al día siguiente del ataque de Hamás, una gran mayoría de la asamblea legislativa alemana resolvió: “El derecho de Israel a existir y su seguridad no son negociables para los miembros del Bundestag [el parlamento] alemán”. Su ministro de Asuntos Exteriores subrayó: “Cualquier ayuda que Israel necesite, la obtendrá de Alemania. Incluso apoyo militar”.
Esta promesa de apoyo arrastrará a Alemania a la batalla y a un posible conflicto con Irán.
Ante el Bundestag, el 12 de octubre, el canciller Scholz declaró: “Sin el apoyo iraní durante los últimos años, Hamás no habría sido capaz de estos ataques sin precedentes en territorio israelí”. Después de que Irán lanzara amenazas, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán respondió el 16 de octubre: “Cualquiera que juegue con fuego en esta situación, le eche combustible al fuego o lo encienda de cualquier otra forma, debería pensarlo dos veces”. Fue todo un contraste con Biden y EE UU sugiriendo que Irán no era responsable de esta masacre en particular.
Se trata de un cambio drástico para Alemania. En los últimos años, ha sido el mayor socio comercial de Irán en Europa. ¿Está ahora Alemania dispuesta a apoyar a Israel en la guerra no sólo contra Hamás, sino también contra Irán?
En un artículo publicado en 2013 en el Wall Street Journal (“Alemania debe respaldar a Israel”), el ex ministro de Defensa Karl-Theodor zu Guttenberg instó al gobierno alemán a plantearse qué ocurriría “si la diplomacia fracasa e Israel se ve obligado a emprender acciones militares contra la amenaza nuclear iraní. (…) Berlín también debería comenzar a pensar en cómo apoyar a Israel tras posibles ataques aéreos contra Irán. (…) Los riesgos son altos. Alemania no puede permitirse estar en el lado equivocado de la historia”.
En un debate en Fox Business en 2019 sobre la búsqueda de armas nucleares por parte de Irán, Guttenberg señaló que los líderes de Oriente Medio le habían dicho que “no hay posibilidad de enfrentarse a Irán, de la forma en que se les ha mimado militarmente, sólo con un país. Y hay que construir una alianza”.
Durante años, el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, ha detallado cómo Alemania está forjando exactamente esa alianza y que la Biblia profetiza un choque violento entre Irán y sus aliados y Alemania y sus aliados.
Daniel 11 gira en torno a una lucha de poder sobre Jerusalén. En El rey del sur, el Sr. Flurry escribe: “Y parece que ellos van a la guerra nuevamente por el territorio de Judea, específicamente de Jerusalén”.
Hoy los judíos poseen Tierra Santa, pero el islam y el catolicismo la codician. El islam radical, liderado por Irán, está decidido a apoderarse de esa tierra, pero la profecía bíblica revela que este intento conducirá a la guerra. La agresión de Irán está despertando a un león dormido en Europa.
La profecía de Daniel 11:40 sobre “el tiempo del fin” aún no se ha cumplido. Europa reunirá una fuerza abrumadora para destruir a Irán y sus aliados.
Pero como señaló Guttenberg, no se puede detener al islam radical, liderado por Irán, sin una alianza. Alemania ha estado exportando armas a Arabia Saudí, a Turquía y a otras naciones árabes moderadas para sentar las bases de una alianza. Y su alianza con la otan, que realizó ejercicios militares en el Mediterráneo una semana después de la masacre de Hamás, le proporciona acceso a armas nucleares para contrarrestar a unos iraníes potencialmente nuclearizados.
“Si observa de cerca a Alemania, podrá ver que ya se está preparando para su ataque como ‘torbellino’ contra Irán”, señala el Sr. Flurry. “Y parte de estos preparativos sientan las bases para esta futura alianza con Estados árabes” (ibíd.).
El Salmo 83 describe una futura alianza entre Alemania, Turquía y varios países árabes. Además de Edom (Turquía), los ismaelitas (Arabia Saudí) y Asur (Alemania), el salmo también menciona a Moab y Amón (Jordania), los agarenos (Siria), los filisteos (árabes palestinos), Gebal y Tiro (Líbano). ¡Estas son las naciones que rodean a Israel!
El Sr. Flurry explica que la “alianza del Líbano con Irán está a punto de romperse, y Alemania será la causa principal. Los filisteos —los palestinos de Gaza e incluso los de Cisjordania— también cambiarán su alianza hacia Alemania”.
Pero el Salmo 83 tiene un giro en la trama. “Esta profecía revela una verdad crucial: esta alianza no tiene como objetivo principal y último contrarrestar a Irán, sino destruir a Israel” (ibíd.). La Biblia revela que Alemania sustituirá a Irán como potencia dominante en Oriente Medio ¡y cometerá la mayor traición nacional de la historia!
Este giro también está profetizado en Daniel 11: después de que Israel invite a las fuerzas europeas a Jerusalén como fuerzas de paz, Alemania, en una traición mortal, buscará apoderarse de ella violentamente (versículos 41-45).
Pero hay buenas noticias (vea Isaías 19:23-25). Estas mismas profecías que han demostrado y están demostrando ser ciertas pronostican que la próxima guerra por Jerusalén será sofocada por una fuerza abrumadora, por un poder mayor que el Irán islámico o la Alemania católica. Este poder detendrá toda rebelión, establecerá un nuevo gobierno literal sobre israelíes, alemanes, iraníes y todas las demás naciones, e impondrá la paz en todo el mundo, todo desde esta misma ciudad que está en el epicentro de tanto sufrimiento hoy en día: ¡Jerusalén!