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¿De qué lado está el Papa?

VATICAN POOL/GETTY IMAGES

¿De qué lado está el Papa?

En la actual guerra por Ucrania, la Iglesia católica ha jugado un papel similar al de Alemania.

En 2013, Rusia se preparó para invadir Ucrania por primera vez. Muchos esperaban que el Papa Francisco se manifestara en contra de Vladimir Putin y de la guerra, ya que habla en voz alta sobre las causas que le apasionan, y los católicos ucranianos son mayoritariamente proeuropeos. En cambio, los medios de comunicación se quedaron perplejos ante su silencio.

En 2015, a medida que la tensión sobre Ucrania empeoraba, Putin viajó al Vaticano y se reunió con el Papa. ¿Llegaron estos dos a algún tipo de acuerdo? Putin le da mucha importancia a lo que dice el Papa. “El Kremlin ve al Vaticano como un poder multidimensional, más grande, en algunos aspectos, que lo que Rusia considera ‘Occidente”, escribió Anna Nemtsova en el Daily Beast (13 de febrero de 2016). Foreign Affairs señaló que el Papa ha “cultivado pacientemente” una relación sólida con Putin.

Cuando el Papa pronunció un raro discurso sobre la situación ucraniana en 2015, no describió el conflicto como una invasión rusa. En cambio, lo calificó de “violencia fratricida”, haciendo eco a la descripción de Putin sobre el conflicto como una guerra civil. Cuando un arzobispo católico rechazó esa descripción, ¡Francisco le dijo al clero ucraniano que se mantuviera al margen de la política! Otros funcionarios católicos que se opusieron a los argumentos del Papa fueron trasladados a otros países.

Por el contrario, el Patriarca Kirill, líder de la Iglesia ortodoxa rusa, le agradeció públicamente al Vaticano por su posición sobre Ucrania. Dijo que las autoridades católicas inferiores que se habían expresado habían hecho “afirmaciones extremadamente politizadas, que no ayudaron a poner fin al enfrentamiento civil. Me gustaría señalar con satisfacción que la propia Santa Sede siempre ha mantenido una postura equilibrada respecto a la situación en Ucrania y ha evitado cualquier evaluación desigual, pero ha hecho un llamado a las conversaciones de paz y a poner fin a los enfrentamientos armados”.

A finales de 2021 y principios de 2022, la posibilidad de que Putin ampliara drásticamente la guerra en Ucrania provocó una renovada oleada de diplomacia entre el Vaticano y Moscú. En un telegrama de cumpleaños del 17 de diciembre de 2021 dirigido al Papa, Putin escribió: “Es difícil sobrestimar su contribución personal al desarrollo de las relaciones entre las iglesias ortodoxa rusa y católica romana, y al fortalecimiento de los lazos ruso-vaticanos. Estoy seguro de que, con nuestros esfuerzos conjuntos, podremos hacer mucho para proteger los derechos e intereses de los cristianos y asegurar el diálogo multiconfesional [o entre religiones]”.

A principios de mes, Francisco había dicho que una reunión con el Patriarca Kirill no está lejos en el horizonte. Rusia tiene la mayor población de cristianos ortodoxos orientales y, según algunos recuentos, es la segunda denominación cristiana más grande. ¿Ha prometido Putin algún tipo de restauración entre la Iglesia ortodoxa rusa y Roma a cambio de que el Papa apoye su guerra en Ucrania?

Los católicos ucranianos se están frustrando con la respuesta del Papa a la invasión y su rechazo a hablar en su favor. Como parte de las celebraciones de Pascua, el Vaticano hizo que una mujer ucraniana y una rusa llevaran juntas una cruz. El Papa siguió negándose a criticar a Rusia. En cambio, indicó que ambas partes compartían la culpa, y retrató a los rusos no sólo como agresores, sino también como víctimas parciales de la agresión ucraniana. Sviatoslav Shevchuk, un arzobispo griego católico ucraniano, condenó las palabras y acciones del Papa como “incomprensibles e incluso ofensivas”. Yurii Pidlisnyi, de la Universidad Católica de Ucrania, dijo que la posición del Papa “parece un sacrificio de la verdad por el beneficio ilusorio de la Ostpolitik”.

La gente se pregunta si, al igual que Alemania, el Vaticano ha hecho o está intentando hacer un trato con Rusia.

De cualquier modo, la forma en que Alemania y el Vaticano han adoptado la misma posición en la guerra de Ucrania es extremadamente preocupante. Los hombres fuertes alemanes y el Vaticano tienen una larga historia de colaboración en lo que se ha llamado el Sacro Imperio Romano. Este imperio tiene una historia sangrienta. Y la profecía bíblica advierte que estamos a punto de verlo resurgir, impulsado por una gran riqueza, una gran población y armas modernas de destrucción masiva.