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Shabaka, Stone

Wikimedia Commons

¿De dónde vino el lenguaje?

La evolución, y la Biblia con la arqueología proveen dos respuestas opuestas.

Si todos hacen alguna cosa, ¿significa que está bien hacerlo? Pues... no. Sin embargo si todos hacen algo, eso se convierte en un cultural universal , lo que es un término arqueológico para algo que se hace, en una forma u otra, por toda cultura humana alrededor del mundo. Esto incluye la religión, la música, el arte, el matrimonio, la guerra, las hambrunas, los roles de género, las leyes, los tabús, los nombres personales, los modales, la moralidad, etc. Pero para los evolucionistas lo cultural universal puede serles difícil tratar de explicarlo. ¿Cómo podría ser que toda cultura hace estas cosas en un mundo donde se supone que las sociedades han migrado, evolucionado, cambiado, desarrollado y enfrentado varias extinciones separadamente?

Un cultural universal principal y obvio es el lenguaje. Y no solo el lenguaje en general. Muchos elementos básicos del lenguaje también son culturales universales, usados por todos los humanos.

El lenguaje es uno de los grandes atributos humanos. La conformación y el uso combinado de la lengua humana, la laringe y las vías orales y nasales relacionadas, posibilitan la naturaleza única del habla humana, la cual es más grande que la de cualquiera de otra criatura. “El lenguaje animal” es un sistema cerrado, con un pequeño número finito de simples “ideas” expresables. El lenguaje humano es un sistema abierto, infinito en lo que puede ser expresado.

¿De dónde viene el lenguaje humano? ¿Cómo empezamos a hablar y escribir? ¿Cómo lo explica la evolución y qué dice la Biblia? ¿Nos da la arqueología pistas sobre los primeros desarrollos del lenguaje?

La universalidad del lenguaje

Los aspectos del lenguaje que son culturales universales incluyen sinónimos y antónimos, metáforas, conceptos abstractos, “malas” palabras, clasificaciones de varias cosas, nombres personales y el tiempo. Basado en un estudio cerrado de 30 lenguajes diferentes, el lingüista Joseph Greenberg obtuvo una lista de al menos 45 “lingüísticos universales” separados.

Estudios científicos recientes han ayudado a mostrar que el lenguaje está incorporado directamente al cerebro humano. Cerebros escaneados muestran sensaciones comunes para los “universales del lenguaje”. Patrones de sonido en los lenguajes “reflejan limitaciones lingüísticas compartidas que ya están conectadas en el cerebro humano al nacer”, de acuerdo con el Colegio de Ciencia de la Universidad Northeastern. Por ejemplo, un estudio mostraba a los participantes palabras extranjeras (o inventadas) y se les preguntaba, qué se imaginaban que significaban. Por ejemplo, les preguntaron que cuál de las dos palabras (inventadas), baluma y takete representaba un objeto redondo, y cuál uno angular. Casi siempre todos los participantes daban la misma respuesta. Otra tendencia común es organizar adjetivos en el mismo orden, incluso en un lenguaje inventado. También existe en nosotros la habilidad de discernir lo que son palabras, de las que no son palabras. Y la lista continúa.

Punto de vista de la evolución

El intento de explicar el desarrollo del lenguaje usando la evolución ha producido dos corrientes principales de pensamiento, ambas centradas alrededor del hecho de que el lenguaje humano es increíblemente complejo. De hecho no hay nada incluso cercano a éste en el reino animal.

Teoría #1 (la “teoría de la continuidad”): Dado que el lenguaje es complejo, éste no pudo haberse desarrollado repentinamente. Este debe haberse desarrollado gradualmente desde los ancestros primates. Por lo tanto, los “gruñidos” y “graznidos” primordiales gradualmente se desarrollaron en vocalizaciones más precisas, en palabras y oraciones con significado. Fijar la fecha de este desarrollo es puro azar, tal vez comenzando hace alrededor de 2,5 millones de años y culminando en la lingüística “moderna” general hace alrededor de 100 mil años; punto en el cual los diferentes lenguajes humanos comenzaron a diversificarse. La mayoría de los eruditos lingüistas creen la teoría de la continuidad hasta cierto punto.

Teoría #2 (la “teoría de la discontinuidad”): Dado que el lenguaje es complejo y único para los humanos, éste debe haberse desarrollado repentinamente. Habiéndolo desarrollado gradualmente desde los ancestros primates, luego nosotros esperaríamos algunas formas de lenguaje algo humano entre nuestros “primos” los changos antepasados, o entre otros primates. El lenguaje debe haberse desarrollado rápidamente, tal vez hace alrededor de hace 150 mil años.

El famoso lingüista y filósofo estadounidense, Noam Chomsky, se adhiere a la Teoría de la Discontinuidad creyendo que una mutación singular y repentina causó la habilidad para que el lenguaje humando se realizara. “Alguna mutación fortuita tuvo lugar, tal vez después de alguna extraña lluvia de rayos cósmicos”, declaró él en el 2000, “y esto reorganizó el cerebro, implantando un órgano de lenguaje en el cerebro de un primate común”.

Chomsky advirtió contra tomar su declaración tan literal, pero insistió que podría ser la descripción más precisa de los eventos, que otras explicaciones evolucionistas. Y aunque sus puntos de vista son generalmente impopulares, los científicos admiten que sus ideas en el desarrollo del lenguaje están siendo “validadas” por nuevos experimentos, probando que el lenguaje es una habilidad “innata”, formada integralmente en el cerebro humano.

Dentro de estas dos teorías hay varias otras explicaciones de cómo el lenguaje se desarrolló, ya sea a través de gestos inicialmente, por replica de sonidos de animales o herramientas, o un desarrollo de gruñidos naturales hechos mientras se levantan objetos o al lesionarse. Hay un océano de teorías, pocas conclusiones y un montón de preguntas sin contestar.

Origen del lenguaje en la Biblia

La Biblia no describe el desarrollo original del lenguaje. Más bien, el lenguaje es mostrado como un atributo de Dios Mismo. Justo en el tercer versículo de Génesis 1, leemos: “Y dijo Dios, Sea la luz…”. En el relato de la creación que sigue, cada elemento de nuestro planeta fue formado con un comando verbal Divino.

La Biblia declara que los animales fueron creados “según su especie” (versículos 21, 24-25). Sin embargo, los hombres no porque fueron creados según la especie de Dios: “a nuestra imagen; conforme a nuestra semejanza” (versículo 26). Así, al hombre le fue dada la habilidad divina de pensar y traducir pensamientos en palabras. Después de la creación del hombre y la mujer, Dios inmediatamente les habló, “Fructificad y multiplicaos…” (versículo 28).

La primera referencia a escribir podría estar en Génesis 4:26, que puede ser traducido como “leer, para publicar el nombre del Señor”. Cualquiera que sea el caso, eso hace referencia a escribir, como un desarrollo temprano en la historia humana.

Otro punto bíblico significativo acerca del lenguaje es que Dios permitió al hombre la flexibilidad y la creatividad de desarrollar su vocabulario, acuñando nuevas palabras. Dios trajo los animales ante Adán “para que él viese cómo los llamaría; Y como Adán llamara a cada criatura viviente, ese era su nombre. Así que Adán les dio nombres a todos…” (Génesis 2:19-20; Nueva Versión King James).

El punto de vista bíblico no solo explica la razón de porqué toda la humanidad (y sólo la humanidad) tiene lenguaje, sino que también la razón de porqué la humanidad universalmente comparte los aspectos únicos más pequeños del lenguaje.

El relato bíblico no hace ninguna mención significativa del desarrollo del lenguaje después de la creación hasta el de la torre de Babel. “Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras” (Génesis 11:1), después del diluvio, las multitudes crecientes se reunieron en la planicie de Sinar a fin de establecer una civilización unida y poderosa, y construir una torre que alcanzaría hasta los cielos, una torre que (relatos posteriores explican) le permitiría al hombre sobrevivir otro diluvio, desafiando a Dios.

Los versículos 6-8 declaran: “Y dijo [el Eterno]: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció [el Eterno] desde allí sobre la faz de la tierra…”.

Dios previó el rápido desarrollo de los propósitos malvados entre personas con un solo lenguaje viviendo en un solo lugar. Así que Él intervino para confundir el lenguaje, forzando al hombre a esparcirse alrededor del mundo con aquellos de su mismo lenguaje.

Esto explica los primeros cambios importantes en los lenguajes y la existencia de “aislamientos lingüísticos”, idiomas sin conexión conocida o desarrollo desde otros idiomas. De esos lenguajes separados iniciales, menores desarrollos de lenguajes y dialectos ocurrieron naturalmente por cientos de años, trayéndonos hasta el punto hoy día, donde hay cerca de 7.000 idiomas diferentes alrededor del mundo.

El recuento bíblico explica por qué el lenguaje es exclusivo de los humanos y por qué éste está conectado directamente en nuestros cerebros y a la anatomía vocal: Porque Dios deliberadamente lo diseñó de tal forma.

¿Qué nos dice la arqueología acerca de esta cultural universal?

Primer lenguaje

De acuerdo con el relato bíblico, el hombre ha estado hablando y escribiendo alrededor de 6.000 años; a saber, el curso total de su existencia. Los arqueólogos han fechado el uso más antiguo del lenguaje escrito, y generalmente han aceptado ser de alrededor de 5.500 años.

Esto definitivamente apoya el registro bíblico. Si los humanos comenzaron a evolucionar en el “habla” hace 2,5 millones de años, y alcanzaron la lingüística “moderna” hace 100.000 años, entonces cerca de 95.000 años es un tiempo largo para esperar, antes de registrar en el “papel” la palabra hablada.

Y no fue solo una cultura aislada y singular que comenzó a escribir hace 5.500 años. Desde este tiempo y justo después, varios pueblos y culturas de diferentes áreas alrededor de Oriente Medio y Asia comenzaron a escribir. De hecho, las fechas para escrituras tempranas a través de ciertos países son tan similares que los científicos argumentan sobre cuál lenguaje se desarrolló primero.

Algunos de los ejemplos tempranos son la escritura del Indo (India, indescifrada, de alrededor de 3.500 a.C.), cuneiforme Sumeria (Iraq, 3.100 a.C.), cuneiforme Proto-Elamita (Irán, indescifrado, de alrededor de 3.100 a.C.), y los jeroglíficos Proto-egipcios (de alrededor de 3.300 a.C.). Los primeros textos descubiertos generalmente están en la forma de pictogramas; imágenes representando ideas que gradualmente se transformaron en signos simples pero más abstractos.

El debate abunda respecto a las fechas, e incluso la autenticidad, de los primeros descubrimientos de escritura, tales como los símbolos europeos de Vinca (fechado aproximadamente a 5.500 a.C.). Excluyendo estos puntos controversiales, el consenso general es que el lenguaje escrito se originó en el cuarto milenio a.C.

El recuento bíblico y la arqueología

La Biblia describe primero el lenguaje en el contexto de Dios hablando a fin de crear la Tierra. Un mito interesante de Egipto sobre la creación se centra alrededor del dios Ptah, el dios egipcio creador del universo. De acuerdo con la Piedra Shabaka del siglo séptimo a.C., Ptah dio órdenes habladas para traer el mundo a la existencia, y para hacer surgir la tierra seca de las aguas que cubrían la Tierra. La similitud con el recuento hebreo de fecha mucho anterior refleja una memoria similar del origen de la Tierra y de aseveraciones de que el habla ya estaba establecida al inicio de la existencia del hombre.

El recuento bíblico de la torre de Babel y el desarrollo resultante de los idiomas fue registrado por varias culturas alrededor del mundo. Las variaciones en la idea pueden ser encontradas en tales lugares tan alejados como Corea, México, Kenia, Estonia, Guatemala, Grecia y Alaska. Estas culturas se unen con las tradiciones del antiguo Oriente Medio usadas por los sumerios, asirios, caldeos, siro-fenicios y hebreos. De acuerdo con la cronología bíblica, el incidente y la difusión de los lenguajes ocurrió probablemente alrededor del 2.250 a.C.

Una antigua epopeya sumeria, fechada alrededor de 2.100 a.C., llamada “Enmerkar y el señor de Aratta”, tiene un diálogo con respecto a enviar tributo para construir una torre a Eridu en Sumeria. (Sumeria es el equivalente bíblico de “Sinar”, donde la torre de Babel fue construida. Adicionalmente, hay paralelos adicionales entre la ciudad de Eridu y la bíblica Babel, incluyendo una torre parcialmente completada). En parte de la larga descripción de este pasaje, dice: “Cántale (…) el encantamiento de Nudimmud: ‘(…) todo el universo, el pueblo bien protegido, ¡que todos se dirijan juntos a Enlil en un solo lenguaje! para los señores ambiciosos, para los príncipes ambiciosos, para los reyes ambiciosos, Enki, el señor de la abundancia (…) cambiará el hablar en sus bocas, tantos como él había colocado allí, y así el hablar de la humanidad es verdaderamente uno’” (énfasis añadido).

Aquí leemos, en el contexto del intento de construir una torre, un encantamiento para tratar de causar a la gente que todos hablen el mismo lenguaje. Vemos que el “señor de la abundancia”, Enki, ha “colocado” muchos lenguajes entre las naciones, y este encantamiento era destinado para capacitar a la humanidad de trabajar junta, con una sola lengua. Otras traducciones del texto llevan incluso semejanza con la confusión de los lenguajes en la Biblia. Aquí está otra traducción del mismo pasaje: “Una vez (…) todo el universo, los pueblos al unísono, hablaron para Enlil en una sola lengua. (…) Luego Enki, el señor de la abundancia (…) cambió el hablar en sus bocas, trajo disputa en él, en el hablar del hombre que había sido uno”.

Las conexiones con el recuento bíblico son claras. Es consistente con el inicio de una tierra con un solo lenguaje al tiempo del diluvio con la familia de Noé. La confusión de lenguajes por la divina intervención en Génesis 11 es evidente. Y en esta historia sumeria el gobernador, para cumplir sus objetivos, quiso una restauración de la unidad del lenguaje, después que habían sido cambiados y confundidos. Estas conexiones están reforzadas por la similitud en la fecha entre estos textos, y la fecha cronológica bíblica para el episodio de la torre de Babel.

Reitero, las tradiciones de una confusión en la “torre de Babel” y la difusión de lenguajes puede ser encontrada por todo el mundo. Uno puede casi llamarla una “cultural universal”.

Conclusiones

Entonces, ¿qué significa todo esto?

Tan difamado como lo es el relato bíblico, encaja en los descubrimientos materiales. Solo una creación deliberada explica satisfactoriamente cómo el lenguaje está conectado directamente en el cerebro de los humanos. Esto explica cómo nuestro lenguaje es tan completamente diferente e infinitamente más complejo que el de cualquier animal, y está un mundo aparte del de nuestros supuestamente “primos más cercanos”, los grandes simios. El marco de tiempo bíblico general, para la existencia del hombre, coincide con la cronología general de los primeros descubrimientos arqueológicos de los escritos, y provienen exactamente de los mismos lugares del mundo de donde se dice que surgió la humanidad. El relato bíblico del desarrollo de los diferentes lenguajes, comenzando en la torre de Babel es hallado en diferentes historias nacionales en todo el mundo. Una idea común apunta a una experiencia común; a la realidad de que nuestros antepasados realmente fueron dispersados de acuerdo con sus nuevos idiomas. Incluso el relato bíblico del comienzo de la Tierra creada por la palabra hablada es corroborado por el descubrimiento arqueológico.

“Edenics” es un pequeño movimiento científico que provee evidencia de que los lenguajes del mundo se remontan a su lengua madre original. La comparación de varios elementos en diferentes lenguajes revela similitudes centrales; “como sombras” que trazan elementos que apuntan a lo que el lenguaje original del hombre pudo haber sido y sonado. Investigadores en este campo han señalado que este lenguaje, “Edenic”, del cual varios lenguajes fueron divididos, es muy similar al hebreo. (Ref.: libro El origen del habla, por Isaac Mozeson, [disponible comercialmente]).

El concepto evolutivo del lenguaje, sin embargo, es completamente especulativo. Éste no provee respuestas concretas, solo levanta más preguntas. Realmente, la teoría de la discontinuidad, la cual es mucho menos popular, pero está ganado alguna validación a través de experimentos lingüísticos científicos, es más cercana al relato bíblico.

De acuerdo con la hipótesis evolutiva, el lenguaje debería estar evolucionando desde sus formas “primitivas” hace miles de años a medida que la sociedad “progresa”. En cambio, los lenguajes alrededor del mundo han estado degradándose notablemente desde formas más altas y complejas. Al igual que el mundo físico que está sujeto a la degradación y la degeneración, también lo está el lenguaje. Solo vea el cambio desde el antiguo inglés tipo Shakespeare del rey James [de Inglaterra] hasta el lenguaje de texto plagado de emojis [caritas expresivas] de hoy día, y la apenas coherente jerga de la calle. El idioma acadio escrito (la lengua franca de la antigua Mesopotamia), es un texto cuneiforme temprano que “debería” ser extremadamente simple basado en su edad. Pero en realidad es increíblemente complejo (y solo descifrado en el siglo XIX).

La Biblia tiene mucho que decir en la historia del lenguaje. También describe el futuro del lenguaje. La Biblia profetiza de un tiempo cuando la humanidad regresará a un solo lenguaje, como en los días poco después del diluvio. Pero éste será un lenguaje diferente. Sofonías 3:9 dice: “En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios, para que todos invoquen el nombre de [el Eterno], para que le sirvan de común consentimiento”.

Éste describe un tiempo luego de la venida del Mesías, cuando la humanidad no tendrá la misma invención maligna como la torre de Babel. Los idiomas corruptos y degradados de nuestros días serán reemplazados por un lenguaje puro, con el cual la humanidad junta le servirá a Dios con una sola mente.

La historia de los lenguajes ayuda a probar la veracidad de la Biblia. Así pues, junto con los varios indicios de lo cultural universal, se hace claro el relato bíblico de la herencia común del hombre, que se apunta hasta la familia original creada. 

Boletín, AD