La Trompeta
Dando poder al enemigo
En la Biblia, el libro de Daniel describe un choque militar increíble que se producirá entre dos grandes potencias justo antes de una guerra global fatalmente destructiva que amenazará con destruir a todo ser humano que quede en la Tierra. Uno es llamado “el rey del norte”, y el otro, “el rey del sur” (Daniel 11:40). El jefe editor de La Pura Verdad , Herbert W. Armstrong identificó al rey del norte como la Alemania moderna. El editor en jefe de la Trompeta , Gerald Flurry ha identificado al rey del sur como el Islam radical, liderado por Irán.
En esta confrontación profetizada, Irán acornea contra Alemania, provocando al rey del norte a venir contra el Islam radical “como un torbellino”.
Sin embargo, la parte más significativa de esta profecía es lo que ésta no dice. Ni siquiera menciona a Estados Unidos de Norteamérica, la superpotencia solitaria del mundo. ¿Por qué está EE UU ausente en esta profecía crucial? ¡Porque en el momento en que se cumpla, Estados Unidos ya no será una superpotencia! Estará demasiado débil como para ser incluido en estos enfrentamientos trascendentales.
Incluso al mismo tiempo de pronosticar el surgimiento de aquellas dos potencias profetizadas, esta profecía revela indirectamente la pasmosa caída de Estados Unidos.
Estados Unidos hoy está en su camino de bajada y a punto de desaparecer, ¡pero lo que es aún más increíble es que EE UU en realidad está empujando a aquellos dos reyes a convertirse en poderes mundiales!
Obama y los mulás
La Trompeta identificó a la República Islámica de Irán como el “rey del sur” a principios de la década de 1990 cuando el enemigo número uno de Estados Unidos en Oriente Medio era Sadam Husein en Irak. Incluso después del 11 de septiembre, cuando el presidente estadounidense George W. Bush identificó a Irán como una de las tres naciones de un “eje del mal”, le dijo al pueblo estadounidense que la guerra contra el terrorismo no terminaría hasta que todos los grupos terroristas fueran derrotados. La Trompeta dijo que la guerra contra el terrorismo estaba condenada al fracaso porque Estados Unidos carecía de la voluntad para afrontar el problema de lleno.
A las pocas semanas de la catástrofe del 11 de septiembre, escribimos que Irán sobreviviría la vengativa ira de Estados Unidos y saldría de la guerra “más fuerte que nunca”. Hoy, la cabeza iraní de la serpiente terrorista está incuestionablemente más fuerte que nunca. ¡Y Estados Unidos ha sido en gran parte responsable de eso!
Incluso antes de su elección en noviembre de 2008, Barack Obama utilizó canales secretos para asegurarle al líder supremo de Irán que sería un amigo de la República Islámica. En un discurso histórico en El Cairo, Egipto, el 4 de junio de 2009 él le dijo al Estado número uno patrocinador del terrorismo que la matanza y mutilación que Irán había apoyado activamente desde la Revolución Islámica de 1979, estaba en el pasado. Y que Barack Obama no estaba dispuesto a quedarse “atrapado” en el pasado.
Nada iba a impedir que el Sr. Obama les extendiera la amistad de Estados Unidos.
Así que cuando el Movimiento Verde de Irán se levantó contra el líder supremo de la nación pocos días después de ese discurso en El Cairo, el Sr. Obama vergonzosamente se hizo el de la vista gorda hacia aquellos que estaban buscando la libertad de la opresión religiosa radical, y que estaban exigiendo la democracia. En realidad, él tomó medidas agresivas para evitar que un levantamiento popular derrumbara al régimen tiránico de Irán.
A partir de ese momento, a través de una serie de decisiones de política exterior, Obama ayudó a fortalecer e incentivar al rey iraní y sus delegados.
Este empuje para empoderar a Irán culminó en la ceremonia de coronación simbolizada por el acuerdo nuclear con Irán. El Plan de Acción Conjunto y Completo entró en vigor el 16 de enero de 2016. Ese mismo día, el Presidente Obama firmó una orden ejecutiva que levantó las sanciones contra Irán, liberando sus valiosos activos, devolviendo a terroristas y decenas de miles de millones de dólares, y despejando el camino para que Irán construya una bomba nuclear.
¡En aquel tiempo escribimos que Estados Unidos había coronado a Irán como el “rey del sur”!
Empujando a Alemania al liderazgo
Estados Unidos tiene ahora un nuevo presidente que está haciendo todo lo posible, por ayudar a otra nación a acumular más poder: a Alemania. Según el National Interest del 28 de mayo, el presidente Donald Trump está presionando a la canciller alemana Angela Merkel a crear una “superpotencia alemana”. Puede que no lo parezca, pero esto es aún más peligroso que habilitar a la República Islámica de Irán, ¡el patrocinador terrorista con hambre nuclear!
Durante su viaje a Europa en mayo, el Sr. Trump hizo algunas declaraciones notables sobre Alemania y la Unión Europea. El 25 de mayo en Bruselas él reprendió a los miembros de la OTAN, por no pagar su parte justa en la alianza militar. Este ha sido uno de los refranes más consistentes de su presidencia hasta ahora. En su primer encuentro con la canciller Merkel en marzo, el presidente Trump criticó a Alemania, diciendo en un tweet que “deben grandes sumas de dinero a la OTAN y a Estados Unidos” por su falta de gasto militar.
Si Alemania aumentara al 2 por ciento de su PIB su gasto en defensa, casi duplicarían la cantidad que gasta en sus fuerzas armadas. Esto es lo que las naciones de la OTAN habían acordado, y es lo que el Sr. Trump quiere que Alemania haga. Siendo así, ¡ésta gastaría aún más en defensa que ni Rusia! También significaría que Alemania tendría la fuerza militar más poderosa de Europa, siendo ya la mayor economía europea.
Los funcionarios de la administración Trump no sólo están conscientes de esto, sino que lo quieren así. Una de las principales prioridades de la política exterior de esta administración hasta ahora, es obligar a Alemania a tomar la delantera económica, política y militarmente en Europa.
Como era de esperar, algunas naciones europeas son afectadas por este plan. Politico escribió el 24 de mayo: “Cualquier movimiento muscular rápido de Alemania tiene repercusiones en todo el Continente, y despierta a viejos fantasmas”.
La sorpresa del artículo 5
Lo que más sacudió a Europa en el discurso del presidente Trump del 25 de mayo, fue lo que él no dijo. El artículo 5 de la alianza de la OTAN estipula que cuando un miembro es atacado, todos los demás miembros de la OTAN deben acudir en su ayuda. Él estaba hablando en frente de un nuevo monumento conmemorativo de la única vez que ha sido invocado el Artículo 5, durante la respuesta unificada de la OTAN al 11de septiembre (9/11). Y fue en este contexto que un presidente de Estados Unidos hizo todo lo posible para evitar decir que Estados Unidos estaba comprometido a honrar el artículo 5.
“La omisión fue la gran noticia”, dijo Charles Krauthammer a Fox News. “Cualquier elemento de disuasión de Estados Unidos se debilita, por el simple hecho de no haber dicho la frase que todo el mundo estaba esperando” (25 de mayo).
Peter Zeihan, ex analista geopolítico de Stratfor, lo puso en términos más claros: “El 25 de mayo de 2017, la [otan] Organización del Tratado del Atlántico Norte efectivamente dejó de existir; el cimiento para la seguridad estadounidense durante las últimas siete décadas”.
El compromiso de Estados Unidos con la OTAN está retrocediendo, poniendo la alianza en peligro. Sin la inmensa fuerza armada de Estados Unidos en quien confiar en caso de un ataque, las naciones europeas no tendrán más remedio que buscar protección en Alemania.
“No hay esperanza para Polonia sin decenas de miles de soldados alemanes luchando en suelo polaco”, dijo Zeihan. Sin embargo, explicó que cuando las tropas alemanas entran en Polonia, ¡éstas tienden a no salirse! “Cada vez que los alemanes se han armado, el resultado ha sido una guerra europea de extensión múltiple”. Y continuó él: “Es demasiado pronto para llamarlo algo inevitable. Pero a menos que los alemanes demuestren sentirse cómodos con las tropas rusas a unos doscientas millas de Berlín, la era del pacifismo alemán está a punto de terminar”.
¿Cuál nación es la más responsable por terminar esta era de pacifismo alemán? Es Estados Unidos de Norteamérica, la nación que luchó contra el imperialismo alemán en dos guerras mundiales.
Enfadando a Alemania
Mientras el presidente Trump está presionando a Alemania para que se refuerce militarmente, también ha hecho muchas declaraciones que han enfurecido a los líderes alemanes en la política y los negocios.
“Los alemanes son malos, muy malos”, dijo en una reunión de líderes de la UE el 25 de mayo, según Der Spiegel. “¿Ven los millones de autos que se están vendiendo a Estados Unidos?” preguntó. ¡Dijo que la relación comercial era terrible y que Estados Unidos detendría eso!
El 30 de mayo, inmediatamente después de su gira por Europa, el presidente dobló sus críticas a Alemania con este tweet: “Tenemos un enorme déficit comercial con Alemania, además de que pagan mucho menos de lo que deberían en la OTAN y en lo militar. Muy malo para los EE UU. Esto va a cambiar”.
Este sentimiento representa una verdadera amenaza para la economía alemana, la mitad de la cual depende de las exportaciones. Muchos empresarios alemanes ven a Trump como una amenaza directa a la prosperidad alemana.
El 1 de junio, el presidente Trump anunció que Estados Unidos se retiraría del acuerdo climático de París; el que el presidente Obama firmó en 2015. Esto no fue bien recibido en Europa.
“El rechazo del presidente a París es un gancho al hígado colectivo de Alemania”, escribió el Financial Times. “Combatir el cambio climático es una cuestión de consenso que une a los partidos políticos del país” (1 de junio).
“En ninguna parte es más ‘verde’ que en Alemania el consenso social”, escribió el periódico alemán Handelsblatt. “Eso sitúa a Angela Merkel como líder de la resistencia contra Donald Trump” (2 de junio: énfasis agregado).
La respuesta de Alemania
La política alemana ha “incluido durante mucho tiempo una tensión anti-EE UU, vista en manifestaciones masivas contra el posicionamiento de misiles nucleares de mediano alcance por parte de la OTAN en los años de 1980, y en el distanciamiento del entonces canciller Gerhard Schröder con George W. Bush sobre la guerra de Irak en 2003”, escribió Financial Times. “Tales tensiones se intensificaron después de las filtraciones de Edward Snowden sobre la vigilancia masiva por parte de los servicios de seguridad de EE UU, y los reclamos de que éste interceptaba el teléfono móvil personal de la Sra. Merkel. La impertinencia del Sr. Trump ha intensificado esa tendencia antiestadounidense”. (op. cit).
Teniendo en cuenta este contexto, no es de extrañar que Merkel eligiera criticar a Trump en un discurso de campaña el 28 de mayo. Los europeos deben tomar las cosas en “sus propias manos”, dijo ella. “Los tiempos en los que podíamos confiar plenamente en otros (una referencia clara a EE UU y Gran Bretaña) han terminado a cierto grado”.
Y agregó que, “esto es lo que he experimentado en los últimos días”, eliminando cualquier duda de que esta crítica fue el resultado de su reciente reunión con el Sr. Trump.
Este tipo de declaraciones son muy populares en Alemania. La difusión pública alemana lidera al mundo en una cobertura negativa del Presidente. Un estudio reciente de Harvard encontró que el 98 por ciento de sus propios informes le dieron al Sr. Trump una cobertura negativa, en comparación con el 80 por ciento de los reportes de los medios de comunicación estadounidenses.
La oposición de Merkel a Estados Unidos es una postura que le gana votos. El ex ministro alemán de Defensa Karl-Theodor zu Guttenberg dijo que Trump “se está convirtiendo en el mejor director de su campaña [de Merkel] en este momento”.
El ex representante de Estados Unidos para la otan, Ivo H. Daalder, dijo: “Esto parece ser el final de una era, una en la que Estados Unidos lideraba y Europa lo seguía”.
Con Estados Unidos de salida, Alemania se está moviendo rápido “para crear un eje franco-alemán que persiga un camino económico y militar en común”, escribió el National Interest. El Sr. Trump está “animando a Alemania a convertirse en la superpotencia de Europa, e inevitablemente ésta perseguirá lo que considera sus propios intereses” (op. cit).
Este reportaje concluyó con lo que es proféticamente una afirmación electrizante: “Hasta ahora, la relación fundamental en la política exterior estadounidense en Europa ha sido con Alemania. Ese lazo no parece simplemente deshilacharse sino que está a punto de romperse. No será una pequeña ironía si Trump haya impulsado a Europa a transformarse en un gran poder unificado”.
¡Estamos siendo testigos de un giro radical en las relaciones transatlánticas que están pavimentando el camino para el cumplimiento de Daniel 11:40!
Un monstruo de Frankenstein
Regrese y mire lo que la Trompeta ha escrito sobre Irán durante las últimas dos décadas. Repase lo que Herbert Armstrong escribió sobre Alemania en los años posteriores al final de la Segunda Guerra Mundial hasta los 80s. ¡Usted verá cuán exacta es la profecía bíblica!
En nuestro folleto Él tenía razón [en la versión en inglés] dijimos que “en los años transcurridos desde 2001, Estados Unidos no ha hecho nada efectivamente, para atacar a Irán o degradar su apoyo al terrorismo. La ‘guerra contra el terror’ ha dejado a Irán más fuerte”. Las guerras estadounidenses en Irak y Afganistán, seguidas por la retirada de EE UU de Oriente Medio (ordenada por Obama), efectivamente pusieron a esta región en manos del poder más dominante. Luego, el acuerdo nuclear que Obama firmó antes de dejar el cargo, consolidó la posición de Irán como “rey” sobre la región.
¡Tan pronto como terminó la Segunda Guerra Mundial, el Sr. Armstrong dijo que Estados Unidos ayudaría a reconstruir Alemania, el mismo “monstruo Frankenstein” que la profecía advierte que regresará y nos destruirá!
“Ahora, Estados Unidos está decidido a no dejar que nada se interponga en la construcción de una Alemania rearmada e independiente”, escribió el Sr. Armstrong en 1952. “Este será el corazón y centro de la Europa unida que resucitará al Imperio Romano”. En 1961, él escribió que esta séptima y última resurrección del Sacro Imperio Romano había sido “propuesta, alentada, ayudada e instigada” ¡por Estados Unidos!
Estados Unidos literalmente reconstruyó Alemania desde cero. Entonces, impulsó la creación de la Unión Europea. El Sr. Armstrong nombró ese proyecto: una superpotencia “hecha en USA”, para ser dominada por Alemania. Estados Unidos por supuesto, creía que una unión de muchos estados europeos ayudaría a suprimir la disposición dominante de Alemania.
Además, estaba la alianza de la otan. Después que la coalición fue formada, el Barón Hastings Ismay afirmó que ésta fue diseñada para “mantener a los rusos fuera, a los estadounidenses dentro y los alemanes abajo”.
“Estados Unidos hizo una simple negociación con Europa Occidental: Ya no es necesario mantener un ejército de clase mundial; En su lugar, nosotros los protegeremos”, escribimos en 2014. “Este acuerdo ayudó a traer un nivel extraordinario de estabilidad y tranquilidad a una parte del mundo que se ha convulsionado repetidamente, con asombrosa violencia y destrucción a lo largo de su historia” (Trumpet, enero de 2014).
Ese tiempo ha terminado. Estados Unidos ha ayudado a construir una superpotencia europea. Y ahora el presidente Trump quiere sacar a USA y empujar a los alemanes a dominar.
“¿Realmente queremos ver una Europa unida liderada por Alemania?”, preguntó Charles Krauthammer el 30 de mayo. “La última vez que eso sucedió no terminó realmente bien. (...) Hay una razón por la cual cada presidente desde Truman ha querido vincular a Europa con Estados Unidos. (...) Bien pudiéramos llegar a lamentar el día en que los alemanes no estén atados por los lazos transatlánticos”.
¡Esto es exactamente lo que el Sr. Armstrong advirtió desde la década de 1940!
Una ruptura en la Alianza de la OTAN
¡Es impresionante ver cuánto detalle profetiza la Biblia sobre estos días en los que estamos viviendo! Ezequiel 23 se refiere a Alemania como “amante” de Estados Unidos. Mi padre explicó el significado de esta relación en su artículo de 2014 titulado, “The Significance of Germany’s Break From America” (Lo significativo de la ruptura de Alemania con Estado Unidos). Él escribió: “Desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha estado abrazando a Alemania. ¡En realidad ha hecho enormes esfuerzos por ayudar a Alemania a convertirse en el poder número uno en Europa! (...) En 2009, el embajador de Estados Unidos en Alemania calificó la asociación Washington-Berlín como ‘la relación más importante de los últimos 60 años’. Durante muchos años, EE UU ha estado alentando a Alemania para que asuma un papel de liderazgo mundial más fuerte y para que incluso fortalezca su poderío militar”.
Pero él escribió que Ezequiel 23 muestra “lo que será de Estados Unidos y Gran Bretaña por causa de esta aventura amorosa”. ¡Esta relación termina con una traición gigantesca que derriba a estas naciones!
“Está profetizado que Alemania se apartará de Estados Unidos, y eso ya está sucediendo ante nuestros ojos” él escribió. “Sin embargo, la animosidad que vemos hoy día, ¡es solamente el más pequeño comienzo!”
Eso fue de la edición de la Trumpet de Nov./Dic. de 2014, a raíz de un escándalo de espionaje en la Administración de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Ya está claro que la animosidad era sólo un pequeño comienzo. “Usted puede saber con absoluta certeza hacia dónde se conduce la relación entre Alemania y EE UU”, escribió. “Los eventos actuales se dirigen hacia un final aterrorizante, y usted lo puede reconocer si presta atención”.
El aliado “amoroso” de Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial se está convirtiendo rápidamente en su mayor enemigo. Y Estados Unidos es responsable en gran parte de crear esta pesadilla tipo Frankenstein, de la misma manera que ha empoderado al “rey del sur” islámico extremista.
¡El choque de Daniel 11:40 se está acercando rápidamente! El rey del norte y el rey del sur han sido identificados. ¡Cualquier persona vigilando y orando puede ver que estos reyes están ascendiendo rápidamente! Y es irónico y vergonzoso que Estados Unidos está decidido a no dejar que nada se interponga en el camino, ¡para reconstruirlos y rearmarlos! ▪