LA TROMPETA
¿Cuánto gobierna la Unión Europea SU vida?
Es correcto, este artículo está dirigido a usted. Si es como la mayoría de los lectores de la Trompeta, vive fuera de la Unión Europea y del Reino Unido. No sabe mucho ni le importan las decisiones que vienen de la capital de la UE en Bruselas. Pero donde sea que viva en el mundo, la UE está influenciando su vida de una forma importante, ahora mismo.
¿Cómo la UE ejerce tanto poder? ¿Y acaso importa?
Las reglas que gobiernan el mundo
Muchos aspectos de nuestras vidas son gobernados por detalladas, pero a menudo invisibles regulaciones. Su comida, su carro, su banco, sus viajes. Lo que postea en las redes sociales, qué información puede recolectar su teléfono inteligente, qué estándares deben cumplir los juguetes de sus hijos, cómo el asiento de su automóvil mantiene a su hijo seguro, cómo su computadora localiza el sitio web que está buscando.
Estas regulaciones tienen enormes efectos en su vida. Estándares de seguridad de automóviles más estrictos, por ejemplo, pueden salvarle la vida. Pero también pueden hacer que éste sea más costoso tanto al comprarlo como para manejar. Un oscuro detalle de la regulación alimenticia podría costarle cientos, o incluso miles de dólares al año. Sin embargo, en muchos casos estas importantes decisiones no son tomadas por los gobiernos nacionales. En cambio, las reglas que gobiernan lo que se incluye en los alimentos que usted come cada día son decididas por grupos más oscuros.
La presencia de muchas de estas regulaciones no son necesariamente algo malo. Es útil tener audífonos Bluetooth comprados en un país que puedan funcionar en otro. Un estándar alimenticio mínimo común hace el comercio mucho más fácil. Estándares comunes son esenciales en un mundo globalizado.
Pero estas regulaciones son a menudo administradas por organizaciones remotas y comisiones técnicas. Y nadie es más influyente en la elaboración de estas reglas que la UE. Un examen de estas reglas revela un poder levantándose en Europa que tiene mucha más influencia global de lo que la mayoría se da cuenta.
“Hoy, pocos estadounidenses saben que las regulaciones de la UE determinan la configuración de privacidad predeterminada en sus iPhones o el tipo de discurso que Twitter borrará como inaceptable”, escribió la profesora de Derecho de Columbia Anu Bradford en su libro El efecto Bruselas–Cómo la Unión Europea gobierna el mundo. “La UE determina cómo se recoge la madera en Indonesia, cómo se produce la miel en Brasil, qué pesticidas usan los agricultores de cacao en Camerún, qué equipamiento es instalado en las fábricas de lácteos en China, qué químicos se incorporan a los juguetes plásticos en Japón, así como cuánta privacidad se les permite a los usuarios de Internet en Latinoamérica”.
El Efecto Bruselas es similar al Efecto California. California es el Estado más poblado en EE UU, y tiene algunas de sus leyes más estrictas. Las empresas quieren venderles a los 40 millones de residentes de California, por lo que hacen sus productos conforme a las leyes de California. No es rentable aplicar las leyes de California sólo a los productos vendidos allí. Así que las empresas aplican esas leyes a todo lo que venden en EE UU. Es por eso que la mitad de lo que usted compra tiene una pequeña nota explicando que se sabe que el producto causa cáncer en el Estado de California.
Europa tiene una población de 445 millones de consumidores relativamente ricos y es uno de los mercados más grandes y lucrativos del mundo. También tiene algunas de las regulaciones más estrictas del globo. Las grandes empresas siguen las reglas de la UE para poder vender a los clientes de la UE, y luego venden los mismos bienes y servicios a aquellos en otras naciones.
Las grandes empresas que quieren tener acceso al mercado europeo deben gastar millones de dólares adicionales en abogados, equipos, honorarios, impuestos y otros costos para cumplir con las regulaciones de la UE. Pero a estas empresas les encanta. ¿Por qué? Porque es más fácil enfrentarse a un conjunto de regulaciones estrictas que a docenas de diferentes conjuntos en decenas de países europeos. También significa que las empresas más pequeñas no pueden competir.
Una vez que las grandes empresas se comprometen a aplicar las regulaciones de la UE, se convierten, efectivamente en agentes de la UE. El competidor doméstico más pequeño de una gran empresa en un país no perteneciente a la UE no tiene que seguir estas mismas reglas, y por lo tanto es más pequeño, más ágil y capaz de reducir parte de su cuota de mercado. Por lo cual las grandes empresas son motivadas a presionar a los gobiernos nacionales de todo el mundo a adoptar las reglas de la UE, lo que les ayuda a aplastar a la competencia.
El resultado son algunas alianzas extrañas. Es posible que piense que las grandes corporaciones y las organizaciones benéficas ambientalistas serían enemigos acérrimos. Pero ambas trabajan juntas para presionar a la UE a adoptar un conjunto de estándares para informar los registros ambientales de las empresas. Luego trabajaron juntas para persuadir a la Organización Internacional de Estandarización a aplicar las mismas reglas en todo el mundo. Greenpeace y Copa-Cocega, un organismo que representa a los agricultores europeos, trabajaron juntos para impulsar fuertes reglas europeas que limitan los cultivos genéticamente modificados.
No es que los burócratas de la UE necesiten ayuda. Ellos son bastante agresivos al forzar sus normas en otros países alrededor del mundo.
Bradford afirma que este empuje comenzó alrededor de 2007. Fue entonces cuando la Comisión Europea vio lo que llamó “una ventana de oportunidades para impulsar soluciones globales. La UE está en una buena posición para tomar ventaja…”. El mismo año, otro documento de la UE decía que los esfuerzos de ésta para crear un conjunto simple de reglas internas podrían ser “la plataforma de lanzamiento de una ambiciosa agenda global”.
Eso ahora se ha convertido en una realidad mundial.
La UE firma muchos acuerdos comerciales. Ha completado más de 50 acuerdos comerciales preferenciales, comparados con los 18 de Japón y los 14 de EE UU. Bradford escribe que “la UE puede usar su mercado de gran tamaño como una ficha de cambio asimétrica que le permite exigir cambios significativos” para las reglas de otros países. Y estos acuerdos comerciales preferenciales son solo un tipo de tratado—la UE firma muchos otros diferentes tipos y casi todos impulsan las regulaciones de la UE.
La UE hace todo lo posible para ayudar a otros países a adoptar sus normas. Proporciona experiencia técnica para redactar variantes locales de sus reglas, y paga a los países para que las implementen, algo que no suelen hacer otros países.
Los tribunales de la UE también desempeñan su parte. El Tribunal de Justicia Europeo (tjue) ha querido aplicar justicia aplicando las normas de la UE a otros países. En 2012, célebremente dictaminó que Google, una empresa estadounidense, tenía que respetar el derecho de una ciudadana española a ser “olvidada” y eliminar ciertos datos de los resultados de búsqueda con su nombre.
Luego están los clones de la UE alrededor del mundo. La Comunidad Andina, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental y el Mercado Común para África Oriental y Meridional copian los sistemas y regulaciones europeos. Incluso tienen sus propias copias de la tjue. El Tribunal Andino de Justicia, de la Comunidad Andina, por ejemplo, está basado en el tjue y a menudo cita fallos del tjue en sus propios fallos. Es uno de los 11 tribunales alrededor del mundo que son esencialmente clones del tjue.
Una vez que las grandes empresas se comprometen a aplicar las regulaciones de la UE, se convierten, efectivamente en agentes de la UE.
Ya que la UE comenzó a instituir regulaciones estrictas antes que la mayoría del resto del mundo, influye a otras organizaciones a implementar estándares internacionales, como la Organización de Alimentación y Agricultura. La Organización Mundial de la Salud siguió los principios europeos en su Comisión del Codex Alimentarius, que establece estándares alimenticios globales. La Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas ha provocado que las normas de seguridad para automóviles de la UE se exporten a países de Latinoamérica y Asia.
Otra razón por la que otros países y organismos internaciones implementan regulaciones al estilo UE es simple conveniencia. Es más fácil copiar fragmentos de la legislación de la UE que escribir la suya propia. La ley estadounidense se basa menos en la autoridad central que la UE: para preservar los derechos individuales, se apoya más en los fallos judiciales. Esto hace más difícil para otros países copiar y pegar leyes estadounidenses en sus propios sistemas legales. Las leyes europeas, por el contrario, se basan en una autoridad central fuerte; ya están diseñadas para funcionar en una variedad de países y se traducen cómodamente a muchos idiomas, incluidos el francés, el español y el portugués. Esta es otra razón por la que en África y Latinoamérica a menudo copian las leyes de la UE y los fallos del tjue.
Así que las regulaciones ambientales de Latinoamérica son similares a las de la Unión Europea. Los tribunales africanos copian los fallos del Tribunal de Justicia Europeo. Ecuador ha plagiado casi de manera exacta las leyes españolas sobre competencia empresarial, las que se basan en las de la UE.
Algunos de los casos más llamativos de la UE provienen de su ley de competencia. En 2001, General Electric quería comprar Honeywell, ambas firmas estadounidenses. El Departamento de Justicia de EE UU aprobó la compra. Pero la UE usó sus leyes de competencia para bloquearlo. Más recientemente, la UE ha multado a Google, Apple, Microsoft, Intel y otros con miles de millones de dólares. El miedo a estas enormes multas ha hecho que estas empresas cambien sus prácticas en todo el mundo.
Pero también ha dado forma a leyes en otros países.
Más de 130 jurisdicciones tienen leyes de competencia. “Una mirada más cercana a estas leyes revela que una gran mayoría de ellas se han redactado para parecerse mucho a la ley de competencia de la UE. (…) La mayoría de los mercados mundiales están cubiertos, en práctica, por una variante de la ley de competencia de la UE”, escribe Bradford.
Por lo tanto, las reglas que rigen empresas y productos en su país están escritas en la UE. ¿A quién le importa? Bueno, algunas de estas reglas restringen su libertad individual, incluyendo lo que usted puede o no puede decir.
Las reglas que gobiernan Internet
Intente enviar el tipo de video “incorrecto” a un amigo, y rápidamente se familiarizará con la nueva censura de Internet.
YouTube, Facebook y otras plataformas de redes sociales han estado minimizando, escondiendo y borrando contenido que su liderazgo desaprueba. Esas son noticias viejas. Pero ahora la censura se está volviendo más agresiva.
YouTube ha pasado el periodo del coronavirus jugando a “machaca al topo”: le da un golpe a los videos que presentan cualquier tipo de visión disidente sobre la crisis, solo para ver el mismo video subido una y otra vez. Algunos de estos videos son obvios charlatanes, pero muchos no lo son.
Intente compartir uno de estos videos problemáticos en privado con algunos amigos en WhatsApp, que es propiedad de Facebook, y se encontrará bloqueado. WhatsApp puede detectar lo que está haciendo, incluso en su mensajería “privada”, y limitar la cantidad de videos que comparte con contenido que desaprueba.
Busque información sobre el coronavirus en Google, y se le dirigirá a un apartado especial del sitio que vincula sólo a las principales fuentes que promueven el mismo tipo de narrativa principal. Anime a la gente a protestar contra las órdenes de bloqueo en Twitter, y verá que su cuenta será suspendida.
Los gobiernos europeos quieren que la censura vaya aún más allá. Francia y Alemania han presentado leyes contra el discurso de odio en línea. Aunque no son idénticas, ambas leyes requieren que el contenido que se considere “odioso” se elimine rápidamente de los sitios de redes sociales, con amenazas de fuertes multas si no lo hacen. El ministro de Asuntos Digitales, Cédric O, llamó a la ley de Francia “el primer ladrillo de este nuevo paradigma de regulación de plataformas”.
Algunas de estas leyes serán buenas, especialmente las disposiciones contra la pornografía infantil. El problema es que las leyes contra los “discursos de odio” y “propaganda terrorista” puede extenderse bastante lejos. La Quadrature, una organización sin fines de lucro de derechos digitales advirtió que, en la ley francesa, la definición de terrorismo es lo suficientemente amplia como para que pueda usarse para detener protestas pacíficas y, por lo tanto, legales. Los tribunales europeos han contado anteriormente incluso la crítica académica del islam como “discurso de odio”.
Uno de los voceros de La Quadrature dijo a cnn que esto podría darle al gobierno “una nueva herramienta para abusar de su poder y censurar Internet con fines políticos”.
El tribunal constitucional de Francia expresó preocupaciones similares, por lo que la implementación de su ley ha sido retrasada.
Incluso si vive en EE UU, lo sitios web que utiliza regularmente ya cumplen la legislación de la UE.
Sin embargo, Alemania está moviéndose a toda máquina hacia adelante. Su Ley de Aplicación de la Red de 2017 fue tan restrictiva que Human Rights Watch la atacó por ser “vaga, demasiado amplia, y convertir a las empresas privadas en censores demasiado celosos por evitar multas elevadas, dejando a los usuarios sin supervisión judicial ni derecho a apelar”. Este verano Berlín le añadió aún más, exigiendo a las redes sociales a reportar cierto tipo de “contenido criminal” a la policía. Tech Crunch escribió que “Ahora la preocupación es que las gigantes redes sociales están siendo nombradas para ayudar a los Estados a elaborar enormes bases de datos de los ciudadanos sin una justificación legal sólida”.
La UE está trabajando actualmente en una directiva que podría forzar a todo el bloque a adoptar un estándar similar; está trabajando en una Ley de Servicios Digitales. Aunque la ley aún está en sus primeras etapas, hay indicios de que la UE quiere vigilar el contenido “dañino”, no solo ilegal, en las redes sociales. El año pasado el Financial Times reportó, citando a funcionarios anónimos de la UE, que esta ley crearía un nuevo “regulador tecnológico centralizado de la UE” con “amplios poderes legales para regular el discurso de odio, otro contenido ilegal y publicidad política”.
Esto difícilmente sería sorprendente. Cuando se trata de vigilancia de contenido en línea, la UE en general ha seguido el ejemplo de Alemania.
Es una lástima para Francia y Alemania, se podría pensar. Menos mal que no vivo en Europa. Pero esto lo afecta también a usted. Incluso si vive en EE UU, lo sitios web que utiliza regularmente ya cumplen la legislación de la UE.
En 2018, por ejemplo, la UE implementó el Reglamento General de Protección de Datos (gpdr), que regula cómo las empresas de Internet usan sus datos personales. Facebook, Microsoft y Google han aplicado esta política a nivel mundial. Probablemente ya se haya encontrado teniendo que seguir pasos y verificaciones adicionales para abrir, o incluso mantener, una cuenta en línea.
“De forma similar, las reglas de la UE influyen en los tipos de discurso que las compañías de Internet permitirán en sus plataformas”, escribió Bradford. “En vez de ser guiados por las protecciones de la libertad de expresión de la Primera Enmienda de EE UU, Facebook, Twitter y YouTube siguen la definición de la UE de discurso de odio en todo el mundo cuando deciden qué contenido eliminar de sus plataformas”. Google solía tener una dirección más abierta, pero ahora han tomado “una decisión estratégica para cambiar a un estilo europeo más restrictivo de la regulación del discurso de odio”.
Muchas de estas empresas ya han firmado un código voluntario de la UE sobre el discurso de odio, bajo la amenaza de una regulación mucho más estricta si no lo hacen. Estas regulaciones se han incorporo a los términos de servicio oficiales de las empresas, incluso en EE UU. Cuando YouTube elimina un video porque viola sus estándares, lo que no le dice es que esos estándares incluyen reglas impuestas por la UE.
El año pasado, el Tribunal de Justicia Europeo dictaminó que un juez de un país de la UE puede ordenar que se retire contenido de las redes sociales en todo el mundo. Un estadounidense puede escribir una publicación en Facebook dirigida a estadounidenses en EE UU, pero el tjue dice que los tribunales europeos tienen la autoridad para ordenar que se elimine. El tjue admitió en su sentencia que vigilar el discurso en todo el mundo es un paso drástico para tomar. ¿Qué salvaguarda propone para prevenir que las cortes abusen de ese inmenso poder? Deben “adoptar un enfoque de autolimitación” (énfasis agregado en todo). No hay salvaguardas.
Este verano ha mostrado que estas empresas tecnológicas estadounidenses no se resisten a la censura. Incluso si la UE no hace nada, una gran parte de esta censura continuaría. Los ceos de las Big Tech apoyan a los demócratas de forma arrolladora. Pero aún importa que la UE escriba las reglas. Ha trazado los límites de un discurso aceptable y los jueces europeos los patrullan. Ya están presionando a Facebook y Google hacia más censura de la que los gigantes tecnológicos hubieran implementado de otra forma.
La Worldwide Web (www) está cambiando delante de nuestros ojos. Alguna vez fue gratis para todos, con todo lo bueno y lo malo que venía con ello. Ahora la gran mayoría del tráfico se canaliza a través de un puñado de porteros, que le permitirán ver sólo ciertas cosas. Y es la Unión Europea liderada por Alemania la que está determinando lo que usted puede o no puede ver.
Haciendo las reglas, volviéndose gobernantes
Bradford escribió que el poder normativo de la UE significa que “sigue siendo una superpotencia influyente que da forma al mundo a su imagen”.
Entonces, ¿por qué no escuchamos más acerca de este poder? Porque la gente está cómoda con la UE. En la actualidad, nadie le teme; Bruselas no es una amenaza. Pero esto es ingenuo, y falla en reconocer quién está realmente detrás de esta importante tendencia.
Alemania es el líder indiscutible de Europa, y el más influyente en el establecimiento de sus reglas. Sus leyes ambientales se convirtieron en las leyes ambientales de la UE, que ahora están teniendo un impacto mayor en el mundo.
Más importante aún, Alemania, junto con Francia, es el principal arquitecto detrás de las regulaciones de Internet de la UE. Los alemanes han liderado el camino en reprimir el discurso de odio. Con Francia uniéndosele, toda la UE está rápidamente siguiendo su ejemplo, llevando las leyes del discurso de odio en toda la UE ampliamente en línea con Alemania.
Imagine si la cobertura de este tema hubiera hablado de “Alemania” en vez de “Europa” y “Berlín” en vez de “Bruselas”. El mundo estaría mucho más preocupado si los alemanes escribieran las reglas que se aplican desde Bolivia hasta Belice, desde Trondheim hasta Timbuktú.
Bruselas no está 100% bajo el control de Alemania. Pero para los alemanes, tener un fallo ocasional en su contra es un pequeño precio que pagar por el manto de invisibilidad que proporciona Bruselas.
“Debemos poner este tema en el contexto de la profecía bíblica y la historia”, escribió el jefe editor de la Trompeta, Gerald Flurry en “Alemania está tomando el control de Internet”. “La UE liderada por Alemania está comportándose de la forma que el Sacro Imperio Romano siempre se ha comportado. Alemania busca una vez más imponer su voluntad en el mundo. Este es un mensaje difícil de aceptar, y muchas personas no estarán de acuerdo con esto, ¡pero es la verdad!” (la Trompeta, julio de 2019).
Este nuevo poder ya se está haciendo sentir, y quiere controlar todo lo que usted lee y dice. Este es exactamente el tipo de poder que predice la Biblia, y uno que hemos estado pronosticando por décadas.
En mayo de 1945, mientras el polvo de la Segunda Guerra Mundial se asentaba en Berlín, Herbert W. Armstrong hizo un pronóstico asombroso: Alemania se levantaría otra vez. Pero no lo haría como un poder único como lo hizo en la Primera y la Segunda Guerra Mundial. En cambio, dijo el Sr. Armstrong que sería parte de “una Unión Europea”.
También dijo que sería una potencia económica. Sólo unos pocos años después de los primeros comienzos de la UE, en 1959, el Sr. Armstrong escribió que esta próxima potencia liderada por Alemania “va a comenzar primero como un sistema económico con gran prosperidad. Luego se convertirá en una unión política”.
Hemos visto a Europa caminar exactamente por ese camino. ¿Cómo hizo el Sr. Armstrong estos pronósticos?
Apocalipsis 18 describe un poder que domina el comercio mundial. “Todas las naciones” están influenciadas por esta superpotencia. “[L]os mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites”, grandes empresas se han enriquecido por trabajar con ella (versículo 3). Una vez que este poder cae, “los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías” (versículo 11).
Ya puede ver algo de esto cumplido. La UE está en el centro de un sistema global de comercio y regulación. Ejerce el poder de empobrecer o enriquecer a los comerciantes modernos por medio de la regulación de una de las regiones más ricas de la Tierra. Trabaja mano a mano con las grandes empresas en beneficio de ambos.
Apocalipsis 17 confirma que este poder está en Europa, pues da una descripción de un imperio que no se encuentra en ninguna otra parte. Este imperio es controlado por una mujer, o en el simbolismo bíblico, una iglesia (Apocalipsis 17:3). Y se levanta y cae siete veces (versículos 9-10). Solo Europa ha visto el ascenso y caída de poderes sucesivos, dirigidos por la Iglesia católica.
Lo que se está levantando hoy es una extensión de lo que sucedió antes. El versículo 8 llama a este poder “la bestia que era y no es, y será”. Existe un poder con un carácter censurador similar que ha entrado y salido de la escena europea a través de la historia: el Sacro Imperio Romano.
Apocalipsis 13 describe este mismo poder interviniendo en la actividad empresarial del día a día. Impone una “marca” simbólica sobre todo lo que controla. Si alguno la rechaza, no podrá “comprar ni vender” (versículo 17) ni participar en el comercio.
La UE ya controla parcialmente lo que la gente puede y no puede decir en línea. No es difícil imaginarla yendo más allá e imponiendo fuertes restricciones a quienes discrepan de sus creencias.
Ésta es la verdadera razón para temer el aumento del poder regulatorio de la UE. En la actualidad la UE sobresale exactamente en las áreas de “poder blando” que la Biblia dijo que dominaría. Las mismas Escrituras nos dicen que pronto tendrá el poder de imponer sus reglas a otros, en lugar de simplemente engatusar, incentivar y persuadir.
El resultado será un nuevo sistema económico brutal que dominará al mundo. Apocalipsis 18 nos dice que sus comerciantes incluso comerciarán con esclavos (versículo 13).
Tal pronostico puede parecer inverosímil. Pero también lo fueron los pronósticos de que Alemania se levantaría como la cabeza de un poder económico, allá por 1945. Usted puede ver muchos de estos pronósticos y profecías ya cumplidos. ¿Creerá el resto antes de que sea demasiado tarde?
Si lo hace, la Biblia también ofrece una gran esperanza. Las mismas Escrituras que describen a este poder muestran cómo encaja en el plan general de Dios para el hombre. Él tiene el control, Él permite que este poder se levante, lo destruye cuando es tiempo, y al final, Él está elaborando un plan fantástico para toda la Tierra. ▪
¿QUIÉN O QUÉ ES LA BESTIA PROFÉTICA?
¿Quién o qué es la ‘bestia’ de los capítulos 13 y 17 del libro de Apocalipsis? ¿Qué revela la Biblia sobre los acontecimientos mundiales que culminarán en Armagedón y el fin de esta era? Este folleto, dividido en dos partes, trata sobre los gobiernos y las guerras que conducirán al fin de este mundo.