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¿Cuáles amenazas son reales y cuáles son falsas?
La mayoría de la gente está de acuerdo en que nuestro mundo enfrenta amenazas graves, pero están en enorme desacuerdo respecto a cuáles son esas amenazas.
Después de dos tiroteos masivos en EE UU, el 3 y 4 de agosto, periodistas y políticos de izquierda inmediatamente se centraron en la amenaza “real” subyacente a tales atrocidades: la falta de control de armas y el nacionalismo blanco.
Exageraron esta amenaza usando no solo una lógica distorsionada sino también hechos falsos. El asesino de 21 años de El Paso no es conservador, ni siquiera es seguidor de Trump. El manifiesto que parece haber publicado muestra a los inmigrantes hispanos como una amenaza para EE UU, no porque sean racialmente inferiores sino porque la cantidad de ellos pondrá en peligro la atención médica universal gratuita, los ingresos básicos universales y el medioambiente. Sin embargo, los periodistas y los políticos convirtieron a este desquiciado socialista eco-terrorista que favorece grandes programas de gobierno, en un “nacionalista blanco”, aseverando y predicando que los tiroteos masivos y el odio en general se detendrían si tan solo el Presidente dejara de alentar a la supremacía blanca.
Todos los tiroteos masivos son trágicos, independientemente del motivo. Pero desde 1989 hasta 2014, todos los tiroteos masivos representan un 0,13% de todas las muertes por disparos en EE UU, la mayoría de las cuales no pueden ser ni remotamente asociadas al nacionalismo blanco. Pero un tercio de las 33.000 muertes por armas de fuego cada año en EE UU es por homicidios, de los cuales una porción descomunal es de hombres negros matando a otros hombres negros. Los otros dos tercios son suicidios. Por cada muerte en un tiroteo masivo, hay más de 500 suicidios por disparo. Y eso sin decir nada del millón de abortos en promedio realizado cada año en EE UU durante ese periodo.
Matemáticamente, estas son amenazas reales. Pero los izquierdistas no están llorando, pataleando y maldiciendo por esto; no como lo hacen por el “nacionalismo blanco”.
Mientras tanto, la inmigración ilegal es otra amenaza real. Un gran número de inmigrantes, incluyendo adultos desesperados, niños vulnerables, traficantes de drogas, terroristas y otros delincuentes están cruzando la frontera. Matemáticamente es imposible que millones de personas empobrecidas inundando al país no presionen las economías a las que están entrando. Es imposible que ellos no cambien la sociedad y, si los demócratas logran otorgarles el derecho al voto, el gobierno.
Estas son amenazas objetivamente serias. Pero si tan solo las menciona, los liberales dicen que usted es un nacionalista blanco. Si quiere enfrentar los tiroteos o la inmigración haciendo cumplir la ley, entonces usted es racista. La amenaza real planteada por los nacionalistas blancos es apenas un punto en el radar comparado con la amenaza de las fronteras abiertas. Algunos en la izquierda gritan por el racismo y el peligro de otro Holocausto, mientras insisten en que la solución es eliminar el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE UU y ofrecerles a estos “solicitantes de asilo indocumentados” atención médica gratuita.
Usted pudiera tener un problema de termitas afectando, digamos, menos del 1% de su casa. Pero si su casa está en llamas, ¡usted atiende el fuego! Pero no ignora las llamas y comienza a arrancar los paneles de yeso para ocuparse de las termitas.
De hecho, los izquierdistas en Estados Unidos están intentando remediar el problema de las termitas, ¡quemando la casa!
El baleador de El Paso apoya la atención médica gratuita y el ingreso básico universal. Y sucede que son dos de las “soluciones” promovidas por los candidatos demócratas a la presidencia para resolver la crisis de la desigualdad económica. Sus otras propuestas incluyen impuesto al patrimonio, aumentos del salario mínimo, universidad gratis, donaciones de dinero en efectivo, incluso indemnizaciones por esclavitud. Mientras tanto, en EE UU la deuda nacional es de 22 billones de dólares y asciende rápidamente. Esta es una amenaza existencial no solo para nuestra economía sino para nuestra seguridad nacional.
Los ejemplos de ignorar las amenazas reales abundan. ¿Qué hay de las familias destrozadas e impías que generan a estos tiradores en masa, miembros de pandillas y otros criminales? ¿Qué hay de la peligrosa agitación en China, Rusia, Corea, Turquía, India y Pakistán? ¿Qué hay de la corrosión de la democracia europea? ¿O del Brexit? ¿O de cómo cualquier cantidad de estas situaciones volátiles podría afectar los mercados y las economías nacionales? Todo esto es ruido de fondo en comparación con las amenazas del nacionalismo blanco, tiroteos policiales, masculinidad tóxica, emisiones de carbono, estatuas Confederadas, restricciones al aborto, desventajas de los lgbtq y “mal designando” a un hombre que dice ser una mujer.
Cuando uno ve todo a través de una lente distorsionada, las amenazas falsas parecen enormes, y nunca verá venir las amenazas reales.
Si oye una mentira muchas veces, finalmente la creerá, a menos que constantemente luche contra ella y tenga una verdad clara y sólida para compararla. Dios dice que pruebe todas las cosas y que se aferre a lo que es bueno (1 Tesalonicenses 5:21).
Este es el modo de evaluar el nivel de amenaza real sobre un tema determinado: mire lo que la profecía bíblica dice. Le ayudará a distinguir las crisis reales de las falsas. Una forma práctica de hacer esto es leyendo “But What Do I Watch For?” (Pero, ¿qué debo vigilar? Disponibles en inglés). Otra es mirar nuestra página de Tendencias (disponibles en inglés). En ella se desglosan las noticias en las cuatro áreas principales que la profecía de la Biblia enfoca. Éstas, son las amenazas reales, no basadas en ideologías ni discursos, sino en la profecía bíblica revelada por Dios. Esto le ayudará a mantener su perspectiva, le ayudará a mantenerse lejos de ser engañado y absorbido en peleas contra amenazas falsas; y lo mantendrá fundamentado en la verdad. ▪