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¿Cree usted todo lo que los profetas han hablado?
¿Qué es un cristiano verdadero? Alguien que sigue a Jesucristo. Un cristiano verdadero también sigue a Sus verdaderos apóstoles, profetas y otros líderes que miran a Cristo.
Después de que Cristo fue crucificado y resucitado, se apareció a un grupo de judíos que no lo reconocieron. Hablaban de las palabras y hechos poderosos de un profeta llamado Jesús, que había sido asesinado, pero cuya tumba se encontró vacía. Estaban decepcionados porque habían esperado que este hombre se levantara para salvar a la nación de Israel. No entendieron el propósito de la primera venida de Cristo ni que Él no gobernaría a Israel ni a las demás naciones hasta Su Segunda Venida.
Luego Cristo les dijo algo muy importante: “Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!” (Lucas 24:25).
¿Cree usted todo lo que los profetas han dicho? ¿Todo? Cristo dijo que, si vamos a seguirlo, si vamos a ser cristianos verdaderos, debemos hacerlo.
Sin embargo, muchos cristianos reducen la profecía a mera historia. Menosprecian las profecías del Antiguo y del Nuevo Testamento, ¡incluidas las profecías que pronunció Jesucristo Mismo!
A los que no creen en los profetas del Antiguo Testamento, ¡Cristo los llama “insensatos”! Cristo amaba mucho a las personas a las que les hablaba, ¡pero fíjese cuán severamente los reprendió!
Profecías de la primera venida
Jesús procedió a mostrar que Su primera venida cumplió profecías. Tenía que venir primero para calificar para remplazar a Satanás, quien actualmente gobierna el mundo (2 Corintios 4:4). “¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?”, dijo (Lucas 24:26). ¡Él vino como ser humano, sufrió y calificó para entrar en la gloria, gobernando la Tierra y el universo para siempre! Y aquellos que lo sigan a Él hoy recibirán recompensas magníficas y también una tremenda gloria.
“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (versículo 27). Estos judíos no conocían los pasajes bíblicos sobre la primera venida del Mesías. ¡Así que Cristo Mismo se las estaba mostrando, y en el proceso les hacía saber que habían sido perezosos en su estudio bíblico! Cristo mostró Su amor y bondad al enseñar a estas personas durante horas, pero también les comunicó Su frustración porque no conocían mejor la Biblia (versículo 29). No entendían las enseñanzas de los profetas del Antiguo Testamento, o de lo contrario habrían conocido la diferencia entre las dos venidas profetizadas de Cristo a la Tierra.
Él les estaba mostrando que, si creían en los profetas del Antiguo Testamento, comenzando con Moisés, sabrían que el Mesías, el Cristo, tendría dos venidas.
Jesús dijo: “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Estaba citando el Antiguo Testamento: Deuteronomio 8:3. Y el Nuevo Testamento aún no existía, así que “toda palabra que sale de la boca de Dios” se refería al Antiguo Testamento. ¡Debemos creer cada palabra de Dios como nos fue transmitida por Sus profetas!
El profeta Moisés
El primer profeta del Antiguo Testamento es Moisés. ¿Cree usted todo lo que escribió el profeta Moisés? Moisés escribió historia y profecía en el libro del Génesis.
Aquí hay una clara profecía que Moisés registró en Génesis 49:1: “Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los días venideros”. ¡Esta profecía, y aproximadamente el 90% de todas las profecías bíblicas, están registradas para su cumplimiento en los últimos días! ¡Profecías como éstas son más relevantes que nunca!
Moisés fue un gran profeta, ¡uno de los más grandes! ¿Cree usted lo que escribió sobre Adán y Eva? ¿Los creó Dios, o los seres humanos evolucionaron a partir de los animales? ¡Lo que escribió Moisés es absolutamente cierto! ¿Qué hay de sus escritos sobre los dos árboles? ¿Es sólo una fantasía? Es verdadero y profundamente relevante: el problema con el mundo hoy es que la gente está comiendo del árbol equivocado, espiritualmente; ¡el árbol de la muerte! Podrían tener felicidad, gozo y paz si comieran del árbol de la vida sobre el que escribió Moisés.
¿Le cree usted a Moisés y todo lo que los profetas han dicho? Tiene que hacerlo, si es que va a seguir a Cristo. Cristo ciertamente lo creyó. De hecho, Dios creó a Adán y Eva a través de Él.
Después de los primeros cinco libros de la Biblia, escritos por Moisés, un profeta, está la sección de la Biblia llamada los profetas anteriores. Ésta se compone de Josué, Jueces, Samuel y Reyes. ¿Cuántas personas realmente creen que estos profetas anteriores contienen profecía? La traducción de Ferrar Fenton dice que los libros de los profetas anteriores son “la historia de Israel”. No, en realidad es historia y profecía, ¡principalmente profecía! Es historia que se convierte en profecía, historia que Dios Mismo ordenó e inspiró para explicar lo que está haciendo en la Tierra. ¡Las personas que piensan como estos eruditos son “tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho”!
Otra gran sección de la Biblia, específicamente llamada “los profetas”, contiene libros más extensos como Isaías, Jeremías y Ezequiel, seguidos de los 12 libros más cortos de los profetas menores. ¡Estos libros del Antiguo Testamento están llenos de profecía! E incluso más allá de los profetas anteriores, los profetas mayores y los profetas menores, todavía hay más profecías en el Antiguo Testamento.
Para el tiempo del fin
El libro de Daniel es un libro crucial de profecía, y está escrito sólo para este tiempo del fin (Daniel 12:4, 9). Este mensaje fue “cerrado y sellado hasta el tiempo del fin”. Lo que este profeta habló no fue para sí mismo, ni para su pueblo, ni para algún tiempo en el pasado. Es algo que Dios le reveló para que nosotros creyéramos. ¿Seremos tardos de corazón para creerlo?
¿Qué le reveló Dios a Daniel acerca de la gente en el tiempo del fin? “Hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas…” (Daniel 9:5-6). Esto concuerda con lo que Cristo dijo después: ¡no escuchar a los siervos de Dios, los profetas, es un terrible error!
“Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos” (versículo 11). Daniel llamó pecado ignorar el mensaje de Moisés.
Otra clara referencia que muestra que la profecía es para ahora se encuentra en los profetas menores, en el libro de Habacuc, donde dice: “Mas al fin hablará…” (Habacuc 2:3, versión rvg). No va a hablar en la Edad Media, sino “al fin”, el tiempo en el que estamos ahora. Mucha gente piensa que todo es historia, pero están equivocados. El 90% de las profecías de la Biblia son para el tiempo del fin. A veces la profecía es dual, lo que significa que se cumplió en el pasado y se cumplirá de nuevo “en los últimos días” o “en el fin”. La historia de la Biblia se repite. Y Dios quiere mostrarnos lo que está a punto de suceder en nuestros días.
¡Necesitamos entender la profecía!
Profecía del Nuevo Testamento
Hay profecía tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. A menudo, el Nuevo Testamento cita profecías del Antiguo Testamento.
Aquí hay un ejemplo de muchos: “Mirad, pues, que no venga sobre vosotros lo que está dicho en los profetas: Mirad, oh menospreciadores, y asombraos, y desapareced; porque yo hago una obra en vuestros días, Obra que no creeréis, si alguien os la contare” (Hechos 13:40-41). Esto se cita de Habacuc 1:5. Dios dice que si lo obedecemos y escuchamos a Sus profetas, ¡Él llenará nuestras vidas de asombro! La mayoría de la gente “no creerá”, pero Dios habla a través de un hombre en este tiempo del fin. Usted debe ser capaz de reconocer a través de quién habla Dios. Vea y crea a Dios, y estará extasiado de cómo cambia su vida.
El Nuevo Testamento comienza con una profecía mayor: “Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin” (Lucas 1:30-33). Esta es una profecía y una clara señal de Dios para enfocarse en el Hijo del Altísimo y en “el trono de David su padre”. Ese trono comenzó con David, y Dios se lo va a dar a Cristo, ¡quien vendrá a la Tierra para gobernar desde éste!
Ahora note este pasaje, también del Nuevo Testamento: “Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme: Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar” (Hechos 15:13-16). Esta es otra cita del Antiguo Testamento: Amós 9:11.
Ese versículo dice: “En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado”. Dios usa esta profecía para comunicar lo que sucedió en la verdadera Iglesia de Dios. Lo que Dios había construido en esa Iglesia cayó hace varias décadas. Alguien tuvo que volver a levantarlo antes del regreso de Cristo. También se trata del trono de David. Ese trono todavía está en la Tierra hoy, ¡Cristo no regresará a un trono inexistente! ¿Sabe usted dónde está? ¡Esta es una pregunta crítica que debemos responder! (Solicite un ejemplar gratuito de El nuevo trono de David para saber más).
¡Cristo viene! Dios Le dará el trono de David. ¡Qué verdad y profecía tan inspiradoras! La profecía se trata de personas y naciones, ¡pero también se trata del glorioso plan que Dios está desarrollando!
Vivir por cada palabra
Dios quiere que vivamos según cada palabra de todos estos profetas. ¡Esto llenará nuestras vidas de gloria, maravilla, majestad y realeza! La Palabra de Dios está a punto de inundar la Tierra (Isaías 11:9), ¡pero podemos absorberla ahora mismo! Este mundo está sufriendo por no prestar atención a los profetas de Dios. Pronto, Dios levantará las ruinas del mundo tal como lo ha hecho en Su Iglesia.
Un cristiano verdadero, un verdadero seguidor de Cristo, no debe ser “lento de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho”. ¿Creemos todo lo que los profetas han hablado, o solo una parte?
¡Ignorar la profecía es ignorar la comunicación de Dios con nosotros!
Dios el Padre es perfecto. Jesucristo es perfecto. La Biblia es Jesucristo en imprenta. Recuerde esto cuando estudie la Biblia. Los traductores imperfectos cometieron algunos errores, pero esto no anula los mensajes de ninguno de los libros bíblicos.
Estamos a muy poco de la Segunda Venida de Cristo, un momento en el que todas las personas finalmente escogerán el árbol correcto sobre el que escribió Moisés. ¡Cristo llenará la Tierra de maravillas que encenderán nuestra imaginación!
Estas profecías conducen a la gloria para los cristianos verdaderos, para Judá, para todo Israel y para el mundo entero. Se tratan de Dios construyendo Su carácter en Su pueblo como un edificio “bien coordinado”. Los profetas del Antiguo Testamento son el fundamento de la Iglesia de Dios (Efesios 2:19-21). Debemos comprender esto o de lo contrario nuestra casa espiritual caerá.
La recompensa de Dios es gloria suprema. ¡Cristo ha invitado a todos los que lo seguirán antes de Su Segunda Venida a proclamar Su mensaje al mundo para gobernar con Él por la eternidad! ¡Qué recompensa!
Dios quiere guiarnos. Una gloria magnífica está disponible para nosotros, si estamos dispuestos a hacer lo que dicen los profetas. Escuche a los profetas, porque Dios los envió para enseñarnos lo que necesitamos saber para entrar en Su Reino, que también es Su Familia. ¡Las recompensas más grandes y magníficas que pueda imaginar están disponibles si estamos dispuestos a escuchar lo que los profetas han dicho. ▪
EL NUEVO TRONO DE DAVID
Un cambio dramático sobre cómo Dios está manejando este trono muestra cuán pronto ¡Jesucristo mismo estará sentándose en éste!