La Trompeta
Cómo planea Alemania ganar la Tercera Guerra Mundial
Imagine vivir bajo un partido político totalitario que vigila y controla todos los aspectos de la sociedad: los tribunales, los medios de comunicación, sus finanzas, su atención médica, sus creencias. Los padres temen que sus hijos los denuncien a la policía secreta por conversaciones sostenidas en la mesa de comedor. Personas que apenas son sospechosas de estar en desacuerdo con el partido han desaparecido repentinamente. Las personas son reeducadas, esclavizadas, esterilizadas e incluso asesinadas por pertenecer a una raza o grupo étnico que el partido ha declarado como inferior.
Usted estaría viviendo en un mundo así si Alemania hubiera ganado la Segunda Guerra Mundial.
¡Esto casi sucede!
La estrategia original de Alemania para el conflicto era conquistar y subyugar a Europa occidental, luego traicionar y derrotar a la Unión Soviética. Después crearía unos Estados Unidos de Europa bajo el dominio alemán que ocuparía al menos la mitad de la Unión Soviética antes de declarar un armisticio. Los nazis tenían planes de esclavizar a todos los británicos aptos entre los 17 y 45 años de edad y enviarlos a campos de trabajos forzados en Europa continental. Planeaban usar el período de la posguerra para forjar riqueza y poder, en gran parte colonizando África.
Pero a medida que Europa, Alemania y los nazis se hicieran cada vez más poderosos por medio de sus víctimas sometidas y esclavizadas, ellos se prepararían para más guerra. Adolfo Hitler declaró públicamente que una invasión a Estados Unidos sería “tan fantástica como una invasión a la luna”; pero Hitler declaró muchas cosas. Sus científicos en realidad diseñaron un bombardero de largo alcance llamado Amerikabomber para conquistar la ciudad de Nueva York. Armas como ésta se habrían convertido rápidamente en realidad, sobrevolando una multiplicada cantidad de soldados, tanques, misiles balísticos, submarinos, portaviones y otros buques de guerra controlados por los alemanes. Al otro lado del Atlántico, el último gran poder democrático intentaría desesperadamente impedir su destrucción.
Según el libro Visiones de la victoria del historiador Gerhard L. Weinberg, Alemania planeaba con el tiempo conquistar a su aliado del Eje, el imperio japonés, después de haber conquistado a EE UU. Los alemanes habrían dominado el mundo.
En la Segunda Guerra Mundial, Alemania fue una máquina de guerra impresionante. Pero cometió errores estratégicos, y Dios obró milagros para frustrar a Alemania y entregar en su lugar la victoria a los Aliados.
La profecía bíblica indica que los alemanes han aprendido de sus errores y han ideado una estrategia para ganar la próxima guerra mundial. Y esta vez, EE UU y Gran Bretaña no deberían esperar que Dios les dé la victoria.
El dilema de Hitler
A pesar de ser una de las potencias industriales más poderosas del mundo, Alemania no tiene reservas de petróleo significativas. Esta realidad geopolítica convirtió rápidamente la Segunda Guerra Mundial en una lucha por el petróleo.
La guerra más mortal de la historia comenzó el 1 de septiembre de 1939, cuando la Alemania nazi invadió Polonia. Dos días después, Gran Bretaña y Francia declararon la guerra a Alemania, pero no pudieron detener al coloso de Hitler. Los nazis rápidamente conquistaron Polonia y luego Francia. Con todas las naciones en Europa occidental, excepto Gran Bretaña bajo su influencia, Hitler envió una fuerza nazi al norte de África, bajo el mando del General Erwin Rommel.
Cuatro meses después, ¡lanzó un ataque sorpresa contra la Unión Soviética!
Hasta este punto, la Unión Soviética era un aliado oficial de la Alemania nazi. El ministro de relaciones exteriores de Hitler, Joachim von Ribbentrop, había firmado un pacto de no agresión con los soviéticos antes de que estallara la guerra; un pacto que dividía a Polonia entre las dos dictaduras. Entonces, ¿por qué Hitler invadió el norte de África y la Unión Soviética antes de conquistar Gran Bretaña? Esta sorpresiva decisión transformó la guerra de Alemania, de ser un conflicto de un frente contra una Gran Bretaña debilitada, a una lucha de tres frentes contra Gran Bretaña, la Unión Soviética y las colonias francesas del norte de África.
Una de las razones principales para esta decisión aparentemente irracional fue que Alemania necesitaba petróleo.
El General Erwin Rommel estaba tratando de conquistar el Canal de Suez, el cual habría abierto una ruta al campo petrolero de Oriente Medio. Mientras tanto, el General Wilhelm List estaba tratando de conquistar el campo petrolero soviético en las montañas del Cáucaso. Sin embargo, las tropas británicas detuvieron el avance de Rommel en la Segunda Batalla de El Alamein y las tropas rusas detuvieron el avance de List en la Batalla de Stalingrado.
Estas dos derrotas alemanas perjudicaron gravemente al Tercer Reich de Hitler. “En junio de 1944, el acceso alemán al petróleo se había visto gravemente afectado, y los resultados fueron devastadores”, escribió Gregory Brew en el artículo “How Oil Defeated the Nazis” [Cómo el petróleo derrotó a los nazis]. “La Luftwaffe, la poderosa fuerza aérea de Alemania, estaba en tierra. Las divisiones Panzer no podían maniobrar por miedo a que se acabara el precioso petróleo. Las unidades del ejército alemán carecían de movilidad y no pudieron responder rápidamente cuando los ejércitos Aliados llegaron a las costas de Normandía. La falta de combustible paralizó al ejército alemán” (OilPrice.com).
El General Rommel lamentó su derrota en una nota para sí mismo que sería utilizada en sus memorias de la posguerra: “Podríamos haber derrotado y destruido al Ejército británico, y eso habría abierto el camino hacia el Canal de Suez. (…) Con toda la costa mediterránea en nuestras manos, los suministros podrían haberse enviado al norte de África sin problema. Hubiera sido posible avanzar hacia Persia e Irak para aislar a los rusos de Basora [la que se convirtió en una importante fuente de petróleo ruso después de la invasión de Hitler], tomar posesión de los campos petroleros y crear una base para un ataque en el sur de Rusia”.
En resumen: Rommel creía que Alemania hubiera ganado la Segunda Guerra Mundial, si hubieran invadido primero el Oriente Medio. Muchos historiadores y analistas militares están de acuerdo con esta apreciación. Ellos creen que Hitler podría haber ganado la Segunda Guerra Mundial si hubiera dirigido a las fuerzas de Alemania hacia el sur, en vez de hacia el oriente. Con un pacto de no agresión con la Unión Soviética ya firmado y la mayor parte de Europa occidental bajo su control, Hitler podría haber enviado barcos alemanes, aviones y tropas en gran cantidad a través del Mediterráneo en una campaña para apoderarse de todo el petróleo en Oriente Medio.
Esta historia alternativa nunca sucedió: los nazis perdieron la guerra y Hitler se suicidó el 30 de abril de 1945, luego de que sus ejércitos se derrumbaran por falta de hombres, equipo y combustible. Pero la Biblia revela que los estrategas alemanes adoptarán en la próxima guerra mundial una estrategia muy similar a la que Rommel describió.
Estrategia de torbellino
El día después de que la Alemania nazi se rindiera ante los Aliados, el difunto Herbert W. Armstrong advirtió a los oyentes del programa de radio El Mundo de Mañana, que Alemania estaba planeando un regreso.
“No entendemos la minuciosidad alemana”, declaró él. “Desde el principio mismo de la Segunda Guerra Mundial, ellos han considerado la posibilidad de perder este segundo asalto, como perdieron el primero; y han planeado cuidadosa y metódicamente, en tal eventualidad, un tercer asalto: ¡la Tercera Guerra Mundial! Hitler ha perdido. Este asalto de guerra terminó en Europa. Y los nazis ahora se han ido a la clandestinidad. (…) Ahora una clandestinidad nazi es planeada metódicamente. Ellos planean volver y ganar en el tercer intento”.
Ahora, casi 75 años después, Alemania es una vez más una gran potencia militar. Es el cuarto mayor exportador de armas del mundo. El año pasado, los fabricantes de armas alemanes vendieron armamento a otras naciones por un valor de 5 mil millones de dólares. Los tanques de batalla Leopard 2 y los armamentos alemanes de alta tecnología son un producto especialmente apetecido entre los monarcas árabes, los autócratas del norte de África y los presidentes latinoamericanos.
Como la mayoría de las naciones que venden armas, Alemania busca más que las ganancias. Está construyendo alianzas militares. En particular, Alemania está armando a las naciones árabes en una estrategia a largo plazo para socavar a la República Islámica de Irán.
Irán controla el 15% del petróleo mundial, y tiene influencia en otros productores de petróleo de Oriente Medio. Si Alemania quiere convertirse en una potencia militar autosuficiente, independiente de EE UU y de Rusia, necesita de este petróleo. Las realidades geopolíticas que Alemania enfrenta hoy día, son similares a las que enfrentó durante la Segunda Guerra Mundial, y muchas élites alemanas están pensando en el petróleo de Oriente Medio tal como lo hizo el General Rommel.
Pocas personas se dan cuenta de esto, pero el jefe editor de la Trompeta, Gerald Flurry, informó sobre esta tendencia en julio de 2013. Al armar a los rivales árabes de Irán, Alemania está rodeando a Irán en preparación para una futura guerra.
“Los iraníes están tan enfocados en conquistar sus propios objetivos que no ven lo que están haciendo los alemanes”, escribió el Sr. Flurry en “The Whirlwind Prophecy” (La profecía del torbellino, disponible en inglés). “¡Ellos no reconocen cómo Alemania está planeando la guerra más grande por venir! ¡Nadie más que la Trompeta lo reconoce! Pero los hechos son visibles para que cualquiera los vea. Alemania ha esperado para enfrentarse con Irán, y ha estado trabajando en una estrategia durante una década o más. Esa estrategia está casi completa. Alemania ha rodeado a Irán” (Trumpet, julio de 2013).
¡La Trompeta reconoce esta estrategia secreta porque nuestro análisis de noticias se basa en la profecía bíblica!
Tercera Guerra Mundial
La verdadera razón por la cual los aliados ganaron la Segunda Guerra Mundial es porque Dios hizo muchos milagros en su favor. En Dunkerque, Dios salvó milagrosamente a la Fuerza Expedicionaria Británica enviando una densa niebla para ocultar su evacuación de regreso a Inglaterra. En El Alamein, Dios protegió milagrosamente el Canal de Suez al otorgarle la victoria a Gran Bretaña. Y en Peenemünde, Dios guio milagrosamente a los aviones Aliados para destruir el centro secreto de investigación de armas nucleares de Alemania.
Pero la Biblia profetiza que si EE UU y Gran Bretaña olvidan a Dios y se apartan de Sus leyes, Dios levantará a Alemania una vez más para castigar al pueblo anglosajón por sus pecados. El libro de Isaías llama a EE UU y Gran Bretaña por su antiguo nombre, Israel, y Alemania por su antiguo nombre, Asiria. (Solicite nuestro libro gratuito, Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, de Herbert W. Armstrong, como prueba de estas identidades nacionales). Específicamente, Isaías dice que Dios usará a Asiria como “la vara (…) de [su] furor” contra Israel (Isaías 10:5).
El libro de Daniel se refiere a Alemania como “el rey del norte”, y dice que este rey conquistará “al rey del sur” y a muchas otras naciones. “Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad [torbellino], con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará. (…) Extenderá su mano contra las tierras, y no escapará el país de Egipto. Y se apoderará de los tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto; y los de Libia y de Etiopía le seguirán. Pero noticias del oriente y del norte lo atemorizarán, y saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos” (Daniel 11:40, 42-44).
Desde la década de 1990, el Sr. Flurry ha pronosticado que el islam radical, liderado por Irán, cumplirá el papel de este rey del sur bíblico. Y predijo que el petróleo podría ser uno de los factores motivadores en la estrategia secreta de Alemania para conquistar Oriente Medio. En el Capítulo 5 de Alemania y el Sacro Imperio Romano, el Sr. Flurry escribe: “Alemania, que no tiene petróleo, está esperando una oportunidad para tomar el control de Oriente Medio. Han planeado esto durante años. La necesidad de tener petróleo fue lo que causó que Japón atacara Pearl Harbor, y comenzara la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico. Esa misma causa podría ser la razón principal para el conflicto entre el rey del norte y el rey del sur”.
Por lo tanto, Daniel 11:40-44 revela el orden en que Alemania conquistará a sus enemigos. Primero, los líderes alemanes conquistarán Irán, Egipto, Libia y Etiopía. Una vez que estas naciones estén bajo su dominio, Alemania controlará los vastos recursos petroleros de Oriente Medio y los puntos estratégicos de los estrechos marítimos de Ormuz, Bab el Mandeb y el Canal de Suez. Pero luego, las “noticias del oriente y del norte” incitarán a Alemania a “salir con gran ira” para destruir a muchas naciones, incluyendo a EE UU, Gran Bretaña y el Estado de Israel. Finalmente, una vez que EE UU, Gran Bretaña e Israel sean eliminados, el rey del norte lanzará un ataque preventivo contra Rusia y sus aliados asiáticos (Apocalipsis 9:1-11).
La Biblia registra que la humanidad enfrentará la extinción en una devastadora guerra nuclear entre Europa y Asia, a menos que Jesucristo Mismo intervenga en los asuntos mundiales (Mateo 24:22). Afortunadamente, la Biblia registra una promesa definitiva de Dios, que Jesucristo intervendrá para poner fin a esta locura. ¡Después de acumular 6.000 años de maldad y sufrimiento, la raza humana finalmente estará lista para escuchar a Dios y aprender Su camino de vida! ▪