Cómo construir su fe
Transcripción de La Llave de David
Hay una escritura en Mateo 13 verso 58 donde Cristo estaba en un área, y dijo que Él no podía hacer muchas obras poderosas allí debido a su incredulidad, porque ellos carecían de fe. Ellos no tenían fe, y no podía hacer ninguna obra poderosa. Pues bien, creo que esta es una de las grandes lecciones que necesitamos aprender de la Biblia, la del poder de la fe; si es que confiamos en Dios y en lo que Él hará, las obras poderosas que hará, si confiamos en Él.
Uno puede aplicar esto al tiempo actual porque también dijo en otro lugar (es decir, Cristo dijo) que cuando regrese ¿encontrará fe? Sugiriendo que Él no encontraría mucha fe. Así que necesitamos esta lección, y necesitamos aprender a cómo aplicarla. Cristo no pudo hacer muchas obras porque ellos simplemente no tenían fe. Si Él va a hacer obras a través de nosotros, tendremos que tener Su fe viviendo en nosotros. Gálatas 2 verso 20 nos dice eso.
Si usted revisa en el libro de Santiago, él le dice cómo construir fe. El apóstol Santiago era el hermano de Jesucristo y nos dice cómo construir la fe, y de una forma poderosa creo, y es una lección gigantesca que necesitamos aprender. Así que me gustaría hablarles de eso hoy, de cómo construir la fe.
Y este es realmente un libro del tiempo del fin; pueden leerlo en Santiago 5 y verso 3, donde dice: “…para los días postreros”. En realidad debería decir: “…EN los días postreros”. Así que esto es para los últimos días.
Y Santiago 5 verso 7 habla de hacer esta obra hasta la venida de Jesucristo, así que es sobre la segunda venida de Jesucristo.
Fíjense en Santiago 1, versos 2 y 3, fíjense lo que dice aquí: “Tened por sumo gozo, hermanos míos”, este es el propio pueblo de Dios, “Tened por sumo gozo, hermanos míos, cuando os encontréis con diversas pruebas, (3) porque sabéis que la prueba de vuestra fe produce constancia [paciencia]”. Es de la Versión Estándar Revisada. Y mire lo que Dios dice. Vean, esta “paciencia” se traduciría mejor como “poder de permanencia”. Entonces si realmente quieren tener poder de permanencia con Dios, así se consigue, para realmente PERMANECER con Dios y no sólo estar de arriba a abajo y sacudido de un lado a otro. Queremos ser estables. Queremos estar profundamente arraigados en Jesucristo.
Santiago 1 verso 4 dice: “Mas tenga la paciencia” (repito: eso es ‘poder de permanencia’) “su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”. Así que Dios quiere que seamos perfectos, y quiere que tengamos gozo incluso en estas pruebas. Esta es una vida de gozo y una vida de abundancia si atendemos el mensaje de Dios. Él promete todo eso.
Verso 5 de Santiago 1: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente”, es como una sabiduría cósmica. En otras palabras, es una sabiduría que viene del cosmos o del universo, directamente del propio trono de Dios, y Él dice, Si ustedes piden, ¡yo se las daré! Y no creo que haya nada hoy que la gente necesite más que la sabiduría. Solo miren la falta de sabiduría en este mundo, es patético. Y continúa diciendo: “Y sin reproche, y le será dada”. Se le dará a usted, si la pide. Pero aquí está la condición:
Verso 6: “Pero que pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a una onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. (7) No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor”. Esas son palabras muy, muy fuertes. Dios dice que no se puede andar de aquí para allá dudando. ¡Tiene que creerle a Dios! ¡Tiene que creerle... y confiar en Él!
Así que Dios lo deja muy claro a través de Santiago que no podemos andar titubeando, dudando. Habrá tiempos tormentosos en nuestras vidas, pero no podemos dudar. ¡Tenemos que seguir confiando en Dios en esas pruebas, y Él dijo que se pueden gozar en esas pruebas porque son para su bien! ¡Están construyendo su fe! Dios sabe exactamente lo que está pasando en nuestras vidas.
Luego en el verso 8: “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”. Bueno, seguro que todos queremos ser estables, queremos ser vistos como alguien estable, digno de confianza, comprometido con Dios. Queremos ver eso, y Dios dice, tú tienes eso, y Yo te lo daré. A través de la fe, te lo daré.
Luego en los versos 9 al 11: “El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba”. Como todos los demás, él va a morir, “(11) Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas”. Ahora, Dios nos está diciendo de nuevo, que no hay nada malo en ser rico. Abraham era rico, David era rico. Pero ser rico en fe, es de lo que habla Dios. ¡Él no quiere que pongamos la riqueza por delante de la fe! Lo diré de esta manera: ¡Tener riqueza no es nada comparado con ser rico en fe! Eso es lo que Dios quiere para todos nosotros, pero Él dice, Ahora mira, este hombre rico, él es como una flor que se desvanece, y la vida es tan corta, y es tan pronto que tendremos la oportunidad de entrar en la propia Familia de Dios, en la eternidad. Dios nos ha dado un lapso de vida muy corto… para tener la oportunidad de estar realmente comprometidos con Él y construir el carácter de Dios, y eso es lo que está sucediendo con aquellos que son llamados primicias, que son llamados antes de la Segunda Venida de Cristo y Dios los va a recompensar como a ningún otro pueblo que haya sido llamado por Dios. Así que aquí tenemos la comparación entre la vida eterna y la riqueza en esta Tierra.
El verso 12 de Santiago 1 dice: “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba” en su fe, cuando sea probado en su fe, “recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”. Una recompensa eterna, una corona de vida para siempre. ¡una corona! Usted va a regir con Jesucristo durante mil años, compartiendo el trono de David con Él si hacen la Obra de Dios antes de la Segunda Venida. ¡Compartirán ese trono con él para siempre! Se extiende hacia el universo, y lo embellece, lo cual es algo que Lucifer y un tercio de los ángeles no hicieron. ¡Pero ellos no deberían haber fallado! No hay razón para eso. Mas ahora son Satanás y los demonios, y todos ellos están confinados aquí en la Tierra en este tiempo del fin. Y si alguna vez hubo un momento en que necesitamos fe, ¡es ahora mismo! ¡Necesitamos fe!
Satanás está en su máxima ira en este momento, dice en Apocalipsis 12 y verso 12, él sabe que su tiempo es corto. él sabe que el fin está aquí. Que haya sido arrojado es una señal de que el fin está muy, muy cerca. Y él ha sido arrojado, recientemente, en los últimos años, y usted leerá sobre eso en nuestro material.
Santiago 2 verso 14: “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?”. Ahora, esa es una gran pregunta. ¿Puede la fe salvarnos, la fe sola? No, no puede.
(15) “Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día” (está hablando espiritualmente de estas personas, sus propios compañeros, si usted está en la Iglesia de Dios).
Verso 16: “Y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? (17) Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”. En otras palabras, si usted tiene su propia familia, familia espiritual, y algunos de ellos están hambrientos, y usted dice, Bueno, está bien, ellos vienen y piden, y usted dice, Bueno, está bien, yo oraré por ustedes, pero no les da nada, bueno, eso es fe sola. Eso es fe sin obras. Esto se refiere a su propia familia espiritual. Ahora bien, la fe sola no nos salvará; debemos aplicar esa fe. Debemos traerla a la vida con obras, motivadas por la fe, para salir y hacer lo que Dios nos manda hacer, y construiremos fe, fe poderosa, dice Dios, y tendremos obras poderosas si lo hacemos. Pero la fe sola es una fe muerta; eso es lo que nos dice Santiago. Está muerta si sólo tenemos fe y no tenemos obras, y las obras que Dios nos manda hacer salen directamente de la Biblia, por supuesto. Pero vean, incluso en este mensaje hoy, incluso si la gente no se convierte hoy, todavía tendrán la oportunidad de conocer a Dios en una resurrección en el futuro. Pero habrá algunos que se comprometerán con el mensaje de Dios y se convertirán a causa del mensaje, pero si no aplican este mensaje, el mensaje de Dios, entonces todo esto será al menos un testimonio contra ellos, y lo verán cuando sean resucitados de estar muertos. Y eso asegurará que todos tengan la oportunidad de entrar y recibir la Familia de Dios, o entrar en ella.
Fíjense en el verso 18 del capítulo 2: “Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”. Eso es lo que dijo Santiago. Mira, ¡yo te mostraré mi fe por mis obras! En otras palabras, si usted tiene fe, va a tener obras porque sale en fe y hace lo que Dios dice que haga, y hace las obras de Dios. ¡De eso se trata la fe!
Ahora, si sólo proclama las palabras de Dios, se necesita valor para hacerlo. Se necesita fe para hacerlo. Santiago fue martirizado por predicar este mismo mensaje del que les estoy hablando hoy. Él fue martirizado en el año 62 d. C., el hermano de Cristo. ¿Pueden imaginarse eso? ¡Sólo por predicar la verdad! Sólo por proclamar el mensaje de Dios, ¡fue condenado a muerte! La verdad no siempre es bien recibida. De hecho, la mayoría de las veces no lo es. Así son las cosas en este mundo.
Pero la fe nos motiva a crecer en la gracia y el conocimiento de la Palabra de Dios, para construir el propio carácter de Dios. Y luego, después de eso, asegúrese de salir y hacer las obras que Él quiere que haga, y envíe este mensaje alrededor del mundo como un testimonio principalmente, para este mundo porque la mayoría de ellos no responderán a él hoy. Aun así, será un testimonio contra ellos.
Así que Dios nos va a dar gobierno sobre todo el universo si hacemos lo que nos dice, si solo le obedecemos.
Noten el verso 19: “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. (20) ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?”. ¿Cree usted que Satanás y los demonios tienen fe en Dios? No tienen fe en Dios, pero creen en Dios y tiemblan ante Dios, pero no le creen a Dios. No creen en la Biblia, y la fe es creer lo que está en ese Libro.
Es así de simple. Lo que está en ese Libro debemos creerlo si vamos a tener fe, y eso requiere algunas grandes obras. Dios siempre nos da una obra que hacer, un mensaje que entregar a este mundo. Pero tenemos que tener fe en Dios y salir y mostrar nuestra fe por nuestras obras, y eso es fe viva porque usted sale y hace lo que Dios dice que haga. Y usted obedece a lo que Él dice que se obedezca, y de ahí… vendrán las bendiciones, de Dios mismo.
Pero si mira esto de cerca, tiene que ver que hay dos clases de fe. Hay una fe ciega, que es la que tiene la mayoría de la gente que es religiosa en el mundo. Tienen una fe ciega. ¡Tienen una fe muerta! Pero Dios dice que para tener una fe viva tendrá que tener una fe con obras, las obras de Dios, lo que Dios nos dice que hagamos, y el carácter que Él quiere que construyamos, y el mensaje que quiere que entreguemos. Para que este mundo tenga la oportunidad de arrepentirse y recibir a Dios ahora mismo y ser protegido y amado y guiado por Dios mismo hoy. Eso es lo que Dios quiere de todos, pero este mundo se rebela contra Dios, les es rutinario rebelarse contra Él.
Pero si quiere ser salvo, bueno, va a necesitar fe con obras. Fe con obras. Así es como se construye la fe. crecemos. Mientras hacemos eso, crecemos en fe, mientras construimos el carácter, y mientras hacemos la Obra de Dios. ¡Lo hacemos por fe! Y tenemos el valor de hacerlo por fe, y es una gran bendición para este mundo, como quiera que se mire.
Fíjense en el verso 21: “¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? (22) ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?”. Aquí está Abraham quien en su corazón (dice la Biblia) su hijo ya estaba muerto. Iba a dar muerte a su hijo como sacrificio de acuerdo con lo que Dios le dijo que hiciera. Y estaba a punto de hacerlo y Dios lo detuvo porque supo, supo que lo iba a hacer.
Y eso fue realmente un tipo de Dios el Padre mismo, dando a su Hijo a este mundo para ser golpeado sin misericordia… y… crucificado, puesto a muerte para pagar por nuestros pecados. ¡Para pagar por nuestros pecados! Él murió por todos nosotros, y era perfecto, nunca pecó. Ahora, Él y el Padre se sacrificaron mucho cuando eso se hizo, de seguro, porque con un sólo pecado, Cristo habría perdido Su salvación, y nosotros no tendríamos la oportunidad de ser salvados. ¡Así de importante es eso!
¿Puede usted creer que así es eso realmente? ¿Podemos creerlo con fe? Que Dios dio el máximo sacrificio, Su propio Hijo al que amó como ni podemos comprender, porque tiene un amor que la mayoría de nosotros no tiene. Pero todos deberíamos construirlo si entendemos y realmente obedecemos a Dios. Necesitamos Su amor.
Continúa diciendo en verso 23: “Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios…”, él sabía, bueno, que si daba muerte a su hijo, sabía (por las promesas de la Biblia) que Dios tenía que resucitarlo, porque había prometido qué cosas se harían a través de su hijo, es decir, Isaac, y Abraham lo sabía. ¡Él le creyó a Dios! ¡Simplemente le creyó a Dios! ¡Eso es fe! De eso se trata la fe. Sólo créale a Dios, a este Dios [el de la Biblia], y eso es la fe. Y, “Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. (24) Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe”. Dios dice que hagamos algo que pensamos que no tiene sentido, o que nunca deberíamos hacer, simplemente debemos obedecerle. Pero asegúrense de que es de Dios y no de algún hombre, sino de Dios mismo. Porque están bajo maldición si obedecen al hombre (Jeremías 17 verso 5). ¡Están bajo maldición! ¡Así que no podemos permitir que eso ocurra! Abraham le creyó a Dios, y estuvo dispuesto a dar a su propio hijo como sacrificio.
Verán, Abraham fue un tipo de Dios Padre. Permítanme darles una cita de Herbert Armstrong. “Entonces, ¿somos salvos por las obras en vez de la fe?”. Hizo la pregunta. “¡No, nunca! ¡Somos salvos por la fe! Pero la fe funciona con nuestras obras, y por las obras nuestra fe se perfecciona. Esa es la FE viva”. ¡Eso sí es fe viva! Por la fe con las obras. ¡La fe se perfecciona al salir y hacer lo que Dios nos dice que hagamos! ¡La fe con obras es fe viva! Eso es lo que queremos, y eso es lo que necesitamos en este momento de nuestras vidas.
El verso 25 dice: “Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? (26) Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”.
Pueden mirar en Santiago 1 en verso 22, sólo les diré una parte que dice: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”. En otras palabras, si usted sólo es un oidor y no tiene obras, ¡se está engañando a sí mismo! Usted no quiere engañarse a sí mismo ni yo tampoco. Eso es lo que dice Santiago, y eso es lo que Dios nos dice aquí. Si sólo es un oidor, así es.
Así que Dios prueba nuestra fe, y tenemos que confiar en Él. Como por ejemplo, si vamos a ser sanados tenemos que confiar que Él nos sanará, en la sanación que aún no se ha hecho. Tenemos que tener fe en eso, no en nuestras emociones sino sólo en la Palabra de Dios. Tenemos que vivir de acuerdo con eso.
Hay una Escritura en Mateo 9 y verso 29 que dice: “Conforme a vuestra fe os sea hecho”. ¡Es conforme a su FE!
“La fe es la seguridad de que las cosas que Dios dijo en Su Palabra son verdaderas, y que Dios actuará de acuerdo con lo que ha dicho en Su Palabra. Esta seguridad, esta confianza en la Palabra de Dios, esta certeza, es FE”. Y es una verdadera definición bíblica lo que se acaba de decir allí. Esta obra de Dios se ha construido poniéndola en práctica; se ha construido así.
Dios dice en Santiago 5: “(14) ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. (15) Y la oración de fe”, la oración de fe, “salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”. Así pues, en otras palabras, la sanación (ser sanado físicamente) es un tipo de la resurrección de alguien muerto. Tenemos que tener fe para ser sanados para también tener la fe para ser resucitados de la muerte. Esa es una parte importante de lo que la Biblia enseña. Tenemos que hacer eso.
Pero Santiago no está hablando principalmente de la sanación física. Está hablando principalmente de lo que nos va a ocurrir en el futuro. ¡Debemos estar en esa resurrección! Esa primera resurrección es una resurrección mejor porque entonces vamos a gobernar con Jesucristo para siempre en el trono de David, ¡como la Esposa de Jesucristo! ¡Qué maravillosa bendición!
Así que aquí, como ven, tenemos de parte de Dios una simple y absoluta promesa de que Él nos sanará, que nos resucitará, que nos dará toda clase de bendiciones hoy, ¡y en el futuro nos depara la mayor recompensa que Dios dará a alguien! Vamos a ser reyes y sacerdotes (Apocalipsis 1 verso 6). Reyes y sacerdotes para siempre, gobernando con Jesucristo, allí mismo como Su Esposa y trayendo mucha enseñanza y gozo a este mundo hasta que se convierta todo el que quiera convertirse.