China ayuda en la producción de cannabis en EE UU
Desde hace años, los estadounidenses saben que China es la principal fuente del fentanilo que se importa ilegalmente a Estados Unidos. Ahora, parece que China podría ser la fuente principal del cannabis que se trafica dentro de Estados Unidos. El 21 de marzo, Politico publicó un informe en el que destacaba cómo los inversionistas, propietarios y trabajadores chinos han surgido como la fuente principal de financiación para la producción ilegal de cannabis.
Citando entrevistas con economistas, agentes policiales estatales y expertos en comercio de drogas, Politico afirma que el número de cultivos de cannabis financiados por fuentes que pueden rastrearse hasta inversionistas chinos se ha disparado en los últimos años (especialmente en California, Oklahoma y Oregón). En Oklahoma, cerca de 2.000 de las casi 7.000 plantaciones de marihuana con licencia del Estado fueron etiquetadas el año pasado por tener actividades económicas vinculadas a China, según un portavoz de la Oficina de Estupefacientes de Oklahoma.
Ataque comunista: Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Washington, D.C., declaró a Politico que China “adopta una actitud de ‘cero tolerancia’ hacia las drogas” y ha “estado combatiendo rigurosamente la producción y el tráfico de drogas y otros tipos de delitos relacionados con las drogas”.
Sin embargo, esta política de “cero tolerancia” sólo se aplica al consumo de drogas en China. El Partido Comunista Chino tiene un largo historial de tráfico de drogas a naciones enemigas. En 1955, según la obra de Edward R. Slack Opium, State and Society [Opio, Estado y Sociedad], el primer ministro chino Zhou Enlai dijo al presidente egipcio Gamal Abdel Nasser que los comunistas utilizarían las drogas contra la moral de las fuerzas estadounidenses en Asia. Y el estadista soviético Mikhail Suslov señaló en 1964 que la estrategia de Zhou era “desarmar a los capitalistas con las cosas que les gusta probar”.
Voluntad quebrantada: el Partido Comunista Chino está facilitando y beneficiándose de esta autodestrucción estadounidense, pero en última instancia la culpa recae en las depravaciones del pueblo estadounidense. Puede que los traficantes de drogas estén poniendo esta arma química en manos de los estadounidenses, pero los estadounidenses la están usando contra sí mismos y pidiendo cada vez más.
El apóstol Pedro escribió: “Les prometen libertad, y ellos mismos son esclavos de corrupción; porque todo lo que vence al hombre, a eso está esclavizado” (2 Pedro 2:19; Revised Standard Version; traducción nuestra). Las drogas están destruyendo la fuerza de voluntad de Estados Unidos y conduciendo a un tiempo en el que los enemigos esclavizarán a esta nación. Sólo el arrepentimiento puede desmantelar la cultura de escapismo de Estados Unidos y volver a la gente al camino de vida de Dios.
Aprenda más: lea “La guerra de las drogas de China—contra EE UU”.
