Canadá ahora ayudará a matar a drogadictos

El gobierno de Canadá legalizará el suicidio médicamente asistido para drogadictos y personas con trastornos mentales, según un informe del Toronto Star del 18 de octubre. A partir de marzo de 2024, la ley canadiense de asistencia médica para morir ( maid , por sus siglas en inglés) incluirá el suicidio como opción de tratamiento para las personas “cuya única condición médica subyacente sea un trastorno mental”, según el informe.

La ley maid entró en vigor en 2016. En ese momento, las personas sólo eran elegibles si tenían “condiciones médicas graves e irremediables”, como una enfermedad grave o discapacidad que cause sufrimiento físico o psicológico duradero. Desde entonces, la ley se ha ampliado para incluir una amplia gama de situaciones.

Eugenesia: a algunos consumidores de drogas y defensores de la reducción de daños les molesta que los drogadictos puedan acogerse a la ley maid, tachándola de eugenesia. Dicen que Canadá carece de medidas esenciales de salud pública, como un mejor acceso a los lugares de prevención de sobredosis, un suministro regulado de medicamentos y ayudas para la vivienda y el empleo.

Simplemente creo que la ley maid, cuando ha entrado en el ámbito de la salud mental y el consumo de sustancias, está realmente enraizada en la eugenesia. Y hay gente que de verdad está luchando en torno al consumo de sustancias, y en realidad la gente no recibe el tipo de apoyo y ayuda que necesita.

—Zoe Dodd, defensora de la reducción de daños con sede en Toronto

La Trompeta dijo: la expansión de la eutanasia en Canadá es una tendencia oscura. ¿Qué piensa Dios del suicidio asistido por médicos? En un artículo de la Trompeta de 2013 titulado “La verdad sobre el suicidio”, escribimos:

¿Cómo ve Dios el suicidio? Para Dios, éste no es un acto de valentía, ni de coraje ni es algo romántico.

El suicidio no es una auto-liberación. ¡El suicidio es asesinato!

La Biblia prohíbe este acto de maldad, pero hoy día pocos viven de acuerdo a la Biblia. Nuestro Dios amoroso y viviente considera el suicidio como un pecado atroz, una violación del Sexto Mandamiento, que no sólo conlleva al final trágico de una vida, sino que también expande un sufrimiento indescriptible a los que se quedan.

Más información: lea “Asesinato médico”.