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Biden declara la guerra a los estadounidenses

JIM WATSON/AFP VÍA GETTY IMAGES

Biden declara la guerra a los estadounidenses

Amenazando al ciudadano común con la fuerza letal

Joe Biden y quienes le apoyan están al ataque. Su objetivo de ataque no son los contrabandistas de drogas, los traficantes de personas, los miembros de bandas o los anarquistas; tampoco los espías, combatientes o regímenes extranjeros. Y lo que impulsa el ataque no es el empleo, el gasto o la salud pública. Tiene que ver con el uso de la fuerza letal. Y el objetivo son los estadounidenses del común.

El 11 de septiembre, los estadounidenses recuerdan los horribles atentados de 2001. En ese momento, hace 21 años, yo estaba dando una clase durante el primer año académico del Herbert W. Armstrong College aquí en Edmond, Oklahoma. Un miembro del personal nos interrumpió para decirnos que un avión acababa de chocar con el World Trade Center de Nueva York. Minutos después, volvió a interrumpir: Otro avión acababa de chocar.

Con el resto del mundo, vimos cómo se desarrollaba el terror. Las Torres Gemelas, ardiendo. Nuestros compatriotas, ahogados por el humo y enfrentando un infierno, cayendo en picada desde esas ventanas. Otro avión impactando el Pentágono. Otro avión estrellándose en Pennsylvania. La Torre Sur cayendo. La Torre Norte cayendo. Sentimos una conmoción tras otra. El mundo estaba cambiando ante nuestros ojos. Fue un asesinato masivo de 2.977 personas planeado y perpetrado por gente saturada de odio y maldad.

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Biden compara ahora a quienes se oponen a su régimen ilegítimo con esos terroristas. En el 21º aniversario del 11S, dijo que los enemigos de “nuestra democracia” intentaron enterrar nuestros derechos y libertades “en el fuego ardiente, el humo y la ceniza”. Luego igualó a los estadounidenses que han protestado por las escandalosas irregularidades en las elecciones presidenciales de 2020 con esos terroristas islamistas. En una entrevista posterior, la vicepresidenta Kamala Harris puso a los yihadistas del 11S y a los estadounidenses de a pie que se manifiestan contra el robo de las elecciones de 2020 en el grupo de “enemigos extranjeros y nacionales”.

Esa retórica incendiaria, respaldada por los portavoces de la Casa Blanca y amplificada por los medios de comunicación, es intencionadamente provocativa. En última instancia, la administración radical de Biden está tratando de desencadenar una guerra civil que necesitará el poder del Estado para ser sofocada.

Usted tiene que saber por qué.

Discurso vicioso

Apenas 10 días antes de que Biden comparara a los republicanos del movimiento maga [siglas en inglés para “Hacer a EE UU grande otra vez”] con terroristas islamistas, pronunció uno de los discursos presidenciales más despiadados de la historia de Estados Unidos. Este divisivo discurso televisado en horario de máxima audiencia no fue el de un político buscando ganar más votos en las elecciones de mitad de período. Fue una declaración de guerra de un usurpador no elegido contra Donald Trump y los más de 75 millones de ciudadanos que lo apoyan.

El equipo de Biden preparó el acto para realizarlo de noche y dispuso reflectores que iluminaron de color rojo sangre el Independence Hall de Filadelfia. Colocaron a dos marines uniformados detrás de Biden para intensificar su retórica de que “Donald Trump y los republicanos de maga representan un extremismo que amenaza los fundamentos de nuestra república”.

“Los republicanos de maga no respetan la Constitución”, afirmó Biden. “No creen en el Estado de derecho. No reconocen la voluntad del pueblo. Se niegan a aceptar los resultados de unas elecciones libres. Y están trabajando ahora mismo, mientras hablo, en un Estado tras otro para dar el poder de decidir las elecciones en EE UU a partidarios y amigotes, dando poder a los que niegan las elecciones para socavar la propia democracia. Las fuerzas de maga están decididas a llevar a este país hacia atrás, hacia un EE UU donde no haya derecho a elegir, ni derecho a la privacidad, ni derecho a la anticoncepción, ni derecho a casarse con quien uno ama. Promueven líderes autoritarios y avivan las llamas de la violencia política que son una amenaza para nuestros derechos personales, para la búsqueda de la justicia, para el Estado de derecho, para el alma misma de este país”.

Este es el mismo hombre que enmarcó su campaña como una “batalla por el alma de la nación”, y que luego se unió a Barack Obama y al Partido Demócrata para robar las elecciones presidenciales. Este hombre ha presionado para prohibir las armas de fuego a los estadounidenses respetuosos de la ley. En 2020, parafraseó a Thomas Jefferson diciendo: “El árbol de la libertad se riega con la sangre de los patriotas”. Luego dijo: “El hecho es que, si va a enfrentarse al gobierno, necesitará un F-15 con misiles Hellfire. No hay manera de que un AK-47 cuide de usted si le preocupa que el gobierno llame a su puerta”. En 2021, dijo: “Si cree que necesita tener armas para enfrentarse al gobierno, necesitará aviones F-15 y quizás algunas armas nucleares”. El 30 de agosto, dijo: “Y para esos valientes estadounidenses de derecha que dicen que [la Segunda Enmienda] es para mantener a los estadounidenses independientes y seguros, si quieren luchar contra el país, necesitarán un F-15, necesitará algo más que una pistola”.

Este es el mismo hombre que Obama ha utilizado para oponerse y desfinanciar a la policía local, dirigida por alguaciles que son elegidos, nombrados o que rinden cuentas de alguna manera a sus comunidades; para empoderar y armar a los agentes federales, que no lo son; y para limitar, prohibir y confiscar las armas de fuego de los ciudadanos respetuosos de la ley. Y este régimen aún no ha terminado. Los que están detrás de Biden están enviando un mensaje a los que se oponen a ellos: ncesitarán algo más que un arma, y les quitaremos hasta las armas si podemos.

Apuntando a los conservadores

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo a los periodistas antes del discurso de Biden en Filadelfia: “No es un discurso político” y “él va a hablar de unir a la gente de este país que cree en la igualdad y la democracia”. Sin embargo, Biden condenó a Donald Trump tres veces y condenó al movimiento maga 13 veces. No hubo nada reconciliador en su discurso. Su propósito era presentar a los republicanos como fascistas y enviar una señal a los medios liberales para que los trataran así.

Esa retórica representa un giro peligroso para EE UU. Los republicanos de maga defienden el gobierno limitado, la libre empresa, la libre expresión y el control local. Sin embargo, Biden dice que estas personas “representan un extremismo que amenaza los fundamentos mismos de nuestra república” simplemente porque quieren auditar las elecciones de 2020. La consigna de Benito Mussolini era: “Todo dentro del Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado”. Así que, si hay verdaderos fascistas en EE UU en estos días, están entre los izquierdistas radicales que persiguen a cualquiera que se oponga a su agenda de Gran Gobierno.

Refiriéndose a los republicanos de maga, Jean-Pierre dijo: “Si no estás con lo que la mayoría de los estadounidenses están, entonces, ya sabes, eso es extremo”. El régimen de Biden está construyendo un Estado de partido único que condena y persigue a los que difieren de la línea del partido. Eso ha sucedido reiteradamente en la historia, especialmente en países donde un partido socialista como el Partido Demócrata toma el poder.

El columnista del Washington Post Eugene Robinson describió el discurso de Biden como un “discurso de guerra urgente”. Es evidente que el equipo de Obama y sus aliados de los medios de comunicación corporativos creen que están en guerra con aquellos que creen en principios como el Estado de derecho, la separación de poderes, la igualdad de protección, las libertades civiles y las elecciones libres y justas. Este régimen está luchando para transferir los derechos del pueblo al gobierno hasta amasar el poder suficiente para comenzar a redistribuir la riqueza por la fuerza, restringir la circulación, imponer medidas sanitarias, aumentar la vigilancia y transformar aún más lo que una vez fue la nación más libre de la Tierra. Una estrategia clave de batalla es demonizar a quienes dicen que esos gobiernos poderosos son peligrosos. Sin embargo, la historia nos muestra que esa demonización suele conducir a la guerra.

El hecho de que el equipo de Biden haya colocado marines uniformados detrás de él (violando una directiva del Departamento de Defensa) sugiere que la guerra civil es una posibilidad. Mientras tanto, su régimen ha continuado con la autorización de Obama para que las agencias federales almacenen armas y municiones en preparación para dicha guerra. Pero sería una buena publicidad para la izquierda radical si los conservadores del gobierno pequeño dispararan el primer tiro. Los que apoyaron la toma de posesión de Biden incitaron a la violencia en la protesta del Capitolio el 6 de enero de 2021. De la misma manera, el régimen de Biden está ahora tratando de hostilizar a los estadounidenses tradicionalistas para crear un conflicto mayor.

Guerra civil

El Buró Federal de Investigaciones allanó la residencia del presidente Trump en Mar-a-Lago tres semanas antes del incendiario discurso de Biden. Una vez que Biden les dio luz verde para atacar a los conservadores, aceleraron sus esfuerzos de persecución.

Primero, el fbi incautó un teléfono celular perteneciente al director general de MyPillow, Mike Lindell, el 14 de septiembre, como parte de una investigación federal sobre una supuesta violación de las máquinas de votación de Dominion en Colorado. Luego, el Departamento de Justicia emitió unas 40 citaciones relacionadas con las acciones realizadas por Donald Trump y sus aliados durante las protestas electorales del 6 de enero de 2021. Así que el gobierno ahora está amenazando a los estadounidenses con la fuerza letal.

Y es posible que la persecución de los conservadores no se limite a las redadas policiales. Durante la presidencia de Obama, el Servicio Interno de Impuestos enfocó sus auditorías en grupos que tuvieran “tea party” o “patriota” en sus nombres. El año pasado, el fiscal general Merrick Garland emitió una orden en la que ordenaba al fbi que investigara las “amenazas de violencia” contra los administradores y profesores de las escuelas por parte de padres que protestaban por cuestiones raciales y de género en los planes de estudio escolares. Así que puede estar seguro de que todos los Lois Lerners de las agencias policiacas de Biden tomaron nota cuando hizo que los republicanos de maga fueran un blanco fácil.

En “Qué pasará después que Trump recupere el poder” (la Trompeta, julio de 2021), mi padre, el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, explicó que el presidente Trump fue el legítimo ganador de las elecciones de 2020. La administración Obama-Biden robó la elección usando votos fraudulentos por correo, pero la Biblia profetiza el regreso de Trump al poder. Pero este regreso no será fácil. El régimen actual tiene un poder tremendo, por lo que Trump “tendrá que luchar por ello”, escribió mi padre. “No tiene que ser una acción militar, pero ciertamente podría serlo. El presidente Trump también podría hacer que algunos Estados decidieran separarse de la Unión”.

Tal movimiento daría a los izquierdistas la guerra que han estado agitando, pero la profecía bíblica indica que cualquier conflicto de este tipo será ganado por Trump. Sin embargo, la victoria será temporal.

Mi padre explicó, además, basado en 2 Reyes 14:26-28, que el presidente Trump es un tipo del rey Jeroboam ii: “Porque [el Eterno] miró la muy amarga aflicción de Israel; que no había siervo ni libre, ni quien diese ayuda a Israel; y [el Eterno] no había determinado raer el nombre de Israel de debajo del cielo; por tanto, los salvó por mano de Jeroboam hijo de Joás. Los demás hechos de Jeroboam, y todo lo que hizo, y su valentía, y todas las guerras que hizo, y cómo restituyó al dominio de Israel a Damasco y Hamat, que habían pertenecido a Judá, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?”.

Dios usó a Donald Trump para salvar a EE UU de la administración radical de Obama-Biden que buscaba transformarlo en una dictadura socialista hace seis años. Pero la administración Obama-Biden resurgió. Así que Trump tendrá que luchar y guerrear para recuperar el cargo que le fue robado en las elecciones de 2020. 2 Reyes 14 indica que Trump tendrá algún éxito inicial en esta lucha. Sin embargo, la única manera de que el pueblo estadounidense haga que ese éxito sea permanente, es arrepentirse de los pecados que han permitido que tal corrupción eche raíces en el gobierno de EE UU.

ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA EN PROFECÍA

La gente del mundo occidental estaría sorprendida y boquiabierta, ¡si lo supieran! Los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australasia y África del Sur pondrían en marcha gigantescos programas de protección, ¡si lo supieran! ¡Ellos podrían saberlo! ¡Pero, no lo saben! ¿Por qué?