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¿Bendiciones o maldiciones?

Kassandra Verbout/la trompeta/Getty Images

¿Bendiciones o maldiciones?

Consideremos una profecía de Deuteronomio 28, dirigida a los descendientes modernos del antiguo Israel, de los cuales Estados Unidos es el principal. Esta promesa se hace a la nación que obedece a Dios: “Te abrirá [el Eterno] su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado ” (versículo 12). También hay esta advertencia a la nación que desobedece a Dios: “El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo. Él te prestará a ti, y tú no le prestarás a él …” (versículos 43-44).

La deuda de 35 billones de dólares de EE UU es una señal clara: esta nación no está recibiendo la bendición de la obediencia sino la maldición por la desobediencia. La deuda demuestra que EE UU está pecando. ¿Puede reconocerlo usted?

Ésta es sólo una señal de alarma entre muchas otras. La inmigración galopante es una maldición. La división racial es una maldición. Las familias al revés y divididas son una maldición. También lo son las ciudades sembradas de indigentes drogados. Las enfermedades físicas y mentales. Los desastres medioambientales. Plagas agrícolas. Líderes cobardes, tontos y corruptos. Infiltración extranjera, intromisión y sabotaje. Impotencia y derrota militar. Son maldiciones.

Muchas personas oran para que Dios bendiga a EE UU. Pero antes de que Él pueda responder a esas oraciones, EE UU necesita cumplir las condiciones para recibir esas bendiciones. Deuteronomio 28 comienza: “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de [el Eterno] tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también [el Eterno] tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán…” (versículos 1-2).

En cambio, la Biblia profetiza un futuro maldito, política, económica, moral y militarmente, para una nación que se ha apartado del Dios que le dio sus abundantes bendiciones para empezar. (Para un estudio bíblico exhaustivo de estas profecías —y para ver la suprema e inspiradora razón por la que Dios las está llevando a cabo— solicite un ejemplar gratuito del libro de Herbert W. Armstrong Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía).

ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA EN PROFECÍA

La gente del mundo occidental estaría sorprendida y boquiabierta, ¡si lo supieran! Los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australasia y África del Sur pondrían en marcha gigantescos programas de protección, ¡si lo supieran! ¡Ellos podrían saberlo! ¡Pero, no lo saben! ¿Por qué?