(MICHAEL KAPPELER/PICTURE ALLIANCE VíA GETTY IMAGES)
Alemania aboga por una solución de dos Estados
“El sufrimiento de los israelíes debe terminar. El sufrimiento de los palestinos debe terminar. Una paz duradera sólo puede lograrse mediante una solución de dos Estados”, tuiteó la Oficina de Asuntos Exteriores de Alemania el 19 de diciembre. Esto ocurrió inmediatamente después de que el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, se reuniera con la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock. Muchos miembros del gobierno alemán creen que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, obstaculiza dicha solución; ellos critican cada vez más su guerra contra los terroristas de Hamás.
Das Leid der Israelis muss enden. Das Leid der Palästinenser*innen muss enden. Ein Frieden, der trägt, kann nur über eine Zwei-Staaten-Lösung führen. @ABaerbock empfing heute in Berlin @yairlapid. pic.twitter.com/Zh76Cc8mxl
— Auswärtiges Amt (@AuswaertigesAmt) December 19, 2023
Antes de partir para un viaje a Oriente Medio a principios de noviembre, Baerbock dijo a la agencia de noticias alemana dpa: “Sólo el retorno a la promesa de vivir lado a lado —en dos Estados— puede darles a los israelíes y a los palestinos paz, seguridad y dignidad”.
Junto con el Secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, Baerbock escribió en el periódico británico Sunday Times el 16 de diciembre: “Israel no ganará esta guerra si sus operaciones destruyen la perspectiva de una coexistencia pacífica con los palestinos”.
Ambos pidieron un cese al fuego y escribieron: “Han muerto demasiados civiles. El gobierno israelí debería hacer más para distinguir suficientemente entre terroristas y civiles, asegurándose de que su campaña tenga como objetivo a los líderes y operativos de Hamás”.
Estas declaraciones revelan mucho sobre las verdaderas intenciones de Alemania respecto al Estado judío. Hablar como si Israel fuera el obstáculo para la coexistencia pacífica con los palestinos es terriblemente falso.
Por qué el estancamiento
En realidad, Israel ha aceptado varias versiones de una solución de dos Estados a lo largo de muchas décadas. Ha participado en negociaciones y ha hecho numerosas concesiones a lo largo de ese tiempo, pero los palestinos han rechazado esas ofertas y han recurrido repetidamente a la violencia.
Uno de los puntos de discordia más intratables entre ambas partes ha sido el estatus de una ciudad. El redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, escribe en Jerusalén en profecía:
Hoy los israelíes y los palestinos están trabados en un conflicto sangriento sobre quién controlará Jerusalén. Durante años han tratado de resolver sus múltiples diferencias mediante negociaciones y concesiones. Pero sus conversaciones siempre fracasan por Jerusalén.
Se trata de un problema imposible sin una resolución que sea aceptable para todas las partes. Como dijo un analista: “Una paz entre árabes y judíos que no resuelva la cuestión de Jerusalén, no será paz. De hecho, una paz que debilite a los judíos devolviendo Cisjordania, Gaza y los Altos del Golán al control árabe pero que deje Jerusalén como una disputa sin resolver hará que la guerra sea más probable, no menos. (…) La suposición de los diplomáticos de que todo puede resolverse mediante la negociación subestima las emociones implicadas. Jerusalén no es negociable” (Analista de Asuntos Islámicos, 1 de junio de 1993). Eso significa que no hay solución pacífica.
El conflicto no consiste en dar a la gente espacio para vivir. Siempre ha sido de naturaleza religiosa y siempre se ha centrado en Jerusalén. Señala el Sr. Flurry:
En marzo de 2001, después de meses de enfrentamientos entre árabes y judíos, [el líder palestino Yasser] Arafat fue citado diciendo: “Nuestro pueblo continuará la intifada de Aqsa hasta que levantemos la bandera palestina en toda mezquita e iglesia y en los muros de Jerusalén”.
La situación ha cambiado poco desde que murió Arafat. Su sucesor, Mahmud Abbas, sencillamente no puede mantener un papel de liderazgo a menos que él acomode el espíritu de la aplastante mayoría de palestinos que rechazan la existencia de Israel.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, declaró el 7 de octubre que los terroristas que masacran israelíes “dirigen una campaña heroica destinada a defender la mezquita de al-Aqsa, los lugares santos y a los prisioneros [palestinos]”. En otras palabras, quieren controlar Jerusalén, donde se encuentra la mezquita de al-Aqsa.
Musulmanes y judíos no son los únicos que luchan por el estatus de Jerusalén.
El Vaticano y el interés de Alemania
Décadas antes de 1947, cuando la Resolución 181 de la Asamblea General de las Naciones Unidas pedía que Jerusalén se rigiera por “un régimen internacional especial”, la Iglesia católica sugirió hacer de Jerusalén una ciudad internacional. Después de 1948, el papa Pío xii y sus sucesores mantuvieron esa misma postura. En 2012, el Vaticano volvió a pedir “un estatuto especial garantizado internacionalmente” para Jerusalén.
Después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén en 2017, el papa Francisco dijo: “No puedo guardar silencio sobre mi profunda preocupación por la situación que se ha desarrollado en los últimos días y, al mismo tiempo, deseo hacer un llamado sincero para que todos se comprometan a respetar el statu quo de la ciudad, de conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas”.
Muchos judíos y musulmanes en el conflicto de Oriente Medio creen que pueden confiar en el Vaticano y en Alemania como negociador imparcial. Pero la verdad es que tanto el Vaticano como Alemania tienen sus propios intereses en Jerusalén.
El difunto periodista israelí Joel Bainerman escribió:
El objetivo final del Vaticano es arrebatar el control de la Ciudad Vieja de Jerusalén de las garras del Estado de Israel. Para ello, tienen un acuerdo secreto con Israel que obliga a éste a respetar el reclamo “extraterritorial” de su presencia física en la ciudad. En resumen, hemos aceptado los derechos del Vaticano a tener pequeñas embajadas soberanas en toda nuestra capital eterna de Jerusalén. Ese mismo Vaticano se ha comprometido, en público y en un acuerdo escrito, a garantizar a los palestinos la soberanía en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Así pues, al implicarse en Oriente Medio, Europa no es un tercero neutral. Y para algunos, la solución de dos Estados no consiste en concluir por fin un conflicto que ha durado décadas. En su lugar, se trata de implicarse ellos mismos. Como explica el Sr. Flurry: “La Iglesia católica, al igual que los árabes, también tiene un interés apasionado en esta ciudad. El Vaticano y Alemania son el corazón del Sacro Imperio Romano. Ya han conquistado Jerusalén varias veces”.
La llaga de Judá
La Biblia tiene muchas profecías específicas para el tiempo del fin que giran en torno a Jerusalén, y advierte de la traición de una nación a Judá, o a lo que hoy llamamos Israel.
Una profecía crucial en Oseas 5:13 dice: “Y verá Efraín su enfermedad, y Judá su llaga; irá entonces Efraín a Asiria, y enviará al rey Jareb; mas él no os podrá sanar, ni os curará la llaga”. El Sr. Flurry lo explicó en un artículo publicado en el número más reciente de la Trompeta, “The Jewish State’s Deadly Wound” [La herida mortal del Estado judío; disponible en inglés]:
En la profecía bíblica, Efraín se refiere a la Gran Bretaña moderna; Judá es el Estado judío moderno de Israel.
¿Cuál es la “herida” de Judá? El Gesenius’ Hebrew-Chaldee Lexicon dice que la palabra raíz se refiere a “la presión para unir, el vendaje de una herida; por lo tanto, se usa figurativamente como un remedio aplicado a las heridas del Estado”. Observe eso: de la forma en que se usa esta palabra, el remedio no cura la herida: es la herida.
Este sentido se refuerza en Abdías 7, que utiliza casi la misma palabra hebrea: “Todos tus aliados te han engañado; hasta los confines te hicieron llegar; los que estaban en paz contigo prevalecieron contra ti; los que comían tu pan pusieron lazo [llaga] debajo de ti; no hay en ello entendimiento”. Este “lazo” o “llaga” procede de la misma palabra raíz hebrea que en Oseas. El Gesenius’ Lexicon define la palabra aquí como “falsedad; por lo tanto, fraude, trato insidioso; (…) una red o trampa”. ¡Aquí esta llaga está directamente relacionada con ser engañado por un pacto de paz!
¡Israel ha trabajado desesperadamente para poner fin a su conflicto con los árabes mediante negociaciones y acuerdos con gente que ni siquiera reconoce su derecho a existir! Ahora, personas de todo el mundo corean eslóganes islamistas radicales como “del río al mar”, ¡pidiendo explícitamente la aniquilación de Israel! ¡Está claro que sus esfuerzos por la paz han sido desastrosos!
Oseas 5:13 profetiza que Judá vera su llaga. Durante años, el pueblo judío ha visto los efectos de esta llaga, pero cuando se cumpla esta profecía reconocerá la causa. Pero ¿qué harán al respecto?
El hebreo indica que tanto Efraín (Gran Bretaña) como Judá “fueron (…) al asirio, y enviaron al rey Jareb”. En la profecía bíblica, “el asirio” se refiere a los alemanes (compruébelo en nuestro folleto “Alemania y el Sacro Imperio Romano”). “El rey Jareb” significa literalmente un monarca guerrero.
Sí, Dios profetiza que cuando Israel reconozca su llaga mortal, ¡buscará la ayuda de Alemania! La relación que se desarrolla hoy entre Israel y Alemania está cumpliendo la profecía de Oseas. Pero los alemanes ciertamente no podrán curar esta herida. De hecho, la profecía advierte que harán todo lo contrario.
La Biblia revela que la Europa católica no ha perdido el interés por controlar Jerusalén; sólo está esperando el momento oportuno. Pensar lo contrario sería ignorar la historia de los conflictos religiosos, la naturaleza humana y las profecías bíblicas.
Un viejo dicho citado a menudo en Alemania dice “Cuando dos se pelean, un tercero se alegra”. Algunos en Alemania y en el Vaticano saben que mientras Jerusalén siga en manos de Israel, ellos serán incapaces de controlarla. Pero las llamas del conflicto pueden abrir una puerta, y eso es lo que la Biblia revela que ocurrirá.
Los llamados europeos por una “solución de dos Estados” no benefician a Israel, y la voluntad de los judíos de confiar en Alemania y en la Europa católica seguramente acabará de forma trágica. Lea sobre esto en el artículo más reciente del Sr. Flurry, y también en su artículo de portada del número de enero de 2024 de la Trompeta, “Mientras vigila a Gaza, vigile a Alemania”.
