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Abolir el dinero en efectivo y establecer un ‘control absoluto’
Una encuesta realizada en 2021 por el Banco de Pagos Internacionales reveló que el 86% de los bancos centrales están investigando una posible moneda digital de banco central ( cbdc, por sus siglas en inglés), el 60% está experimentando con esta tecnología y el 14% ya ha puesto en marcha proyectos piloto. Estas tecnologías prometen un mundo más seguro y eficiente y le ofrecen oportunidades a los aproximadamente 2.000 millones de personas de todo el mundo que actualmente no pueden acceder a servicios financieros. Sin embargo, al hacerlo, proporcionan a los bancos centrales un “control absoluto”.
Las monedas digitales harían posible que los gobiernos pudieran rastrear cada centavo que circula por el sistema financiero, desde las empresas hasta las carteras digitales individuales.
El 19 de octubre de 2020, el Fondo Monetario Internacional organizó un debate para explorar el papel que desempeñarán las monedas digitales de los bancos centrales para facilitar los pagos transfronterizos. En el debate “Pagos transfronterizos: una visión del futuro”, el director general del Banco de Pagos Internacionales, Agustín Carstens, explicó una diferencia clave entre las cbdc y el efectivo.
Observe esta declaración alarmante de Carstens: “No sabemos quién está usando un billete de 100 dólares hoy, ni tampoco quién está usando un billete de 1.000 pesos. La diferencia clave con la cbdc es que el banco central tendrá un control absoluto sobre las normas y reglamentos que determinarán el uso de esa expresión de la responsabilidad del banco central, y también tendremos la tecnología para hacerla cumplir”. Esta afirmación procede de un hombre que desempeña un papel clave en la orientación del desarrollo de las políticas monetarias mundiales.
Carstens también dio un ejemplo de lo que significaría ese control. Si una economía avanzada emite una cbdc y alguien en otro país quiere utilizarla, ese individuo tendría que obtener el consentimiento del banco central de su nación. “Por lo tanto, el grado de control será mucho mayor ahora”, señaló Carstens, calificando esto como una “buena noticia”. De esta forma, se podrían facilitar mejor los pagos a nivel internacional y luchar contra la corrupción, reduciendo al mismo tiempo los costes y aumentando la inclusión.
El ex ministro alemán de Economía, Karl-Theodor zu Guttenberg, exploró el alto nivel de corrupción en los pagos transfronterizos en su tesis “Agents, Bills and Correspondents Through the Ages” [Agentes, facturas y corresponsales a través de los tiempos]. Señaló:
Tras los horribles ataques al World Trade Center el 11 de septiembre de 2001, las autoridades políticas, el mundo académico y los profesionales del sector financiero se vieron abruptamente expuestos a los canales turbios que financian el terrorismo. La banca corresponsal ganó atención como una probable herramienta para el lavado de dinero a gran escala y la financiación del crimen organizado y el terrorismo internacional. En los años siguientes, cada vez más países fueron acusados de no ofrecer una supervisión y unas normas reguladoras suficientes para hacer frente a estos riesgos, y de facilitar vías a los clientes de los bancos corresponsales para, por ejemplo, evadir los regímenes de sanciones.
La falta de supervisión en el envío de pagos al extranjero es realmente preocupante. Son muchos los casos de supuestas ayudas humanitarias que terminan en manos de presuntos terroristas. La tesis de Guttenberg es de noviembre de 2018. Pero su solución es la misma que la de Carstens. Él también exige más supervisión y la introducción de una moneda digital que ayude a rastrear cada transacción. En otras palabras, la solución que defiende es el control absoluto, no sólo a nivel nacional, sino también internacional.
Comentando sobre algunos de los objetivos del Fondo Monetario Internacional, Clint Siegner, director de Money Metals Exchange, escribió el 12 de julio para FXStreet:
Carstens ve la cbdc (...) como una herramienta para eliminar la privacidad y para que los banqueros centrales obliguen a los ciudadanos a utilizar la moneda exactamente cuando, donde y como se les diga.
Docenas de bancos centrales en todo el mundo están trabajando en la creación de las cbdc, incluyendo la Reserva Federal. El esfuerzo representa una importante escalada en la guerra contra el efectivo.
Una cosa es disuadir a la gente para que no utilice el dinero en efectivo.
Otra cosa muy distinta es introducir dinero digital, que da a los burócratas el poder de vigilar y controlar el gasto de todos los que lo adoptan. (...)
Los funcionarios podrían limitar el gasto hasta ciertos límites geográficos, e imponer así una restricción a los viajes. Podrían elegir ganadores y perdedores, favoreciendo a algunos comerciantes o industrias o aplastando a otros.
¿Le parece demasiado descabellado pensar en un control absoluto? Estamos viviendo en una era de “cultura de cancelación” y de autoritarismo covid-19. “También podemos esperar muchas garantías de personas como Carstens”, advirtió Siegner. “Prometerán ser justos y proteger la libertad de las personas. Dirán que el objetivo es hacer que la política del banco central funcione mejor para todos. También insistirán en que intentan proteger a la sociedad de los delincuentes, los defraudadores fiscales, los que lavan dinero y los terroristas.”
Recientemente, la Unión Europea hizo promesas similares. “El lavado de dinero supone una amenaza clara y actual para los ciudadanos, las instituciones democráticas y el sistema financiero”, dijo la comisaria de servicios financieros de la UE, Mairead McGuinness, en una conferencia de prensa el 20 de julio en la que se presentó una nueva Autoridad contra el lavado de dinero. “El paquete de hoy intensifica de forma significativa nuestros esfuerzos para impedir que el dinero sucio circule por el sistema financiero”.
No cabe duda de que este impulso para una mayor vigilancia abolirá las libertades que este mundo ha disfrutado durante las últimas décadas.
Los medios de comunicación actuales escriben cada vez más artículos que coinciden con profecías que fueron escritas hace miles de años en la Biblia. De hecho, la Biblia revela que el control absoluto se extenderá a todo el mundo desde Europa. Revela específicamente que este control determinará si alguien puede hacer negocios o no.
Apocalipsis 13:17 advierte: “Y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre”. Refiriéndose a esta escritura, el difunto teólogo y autor Herbert W. Armstrong escribió en 1952 (énfasis añadido):
Todo el mundo quiere ser capaz de “comprar o vender”. En este uso bíblico, la expresión “comprar o vender” indica más literalmente poder comprar; no que las tiendas o aquellos a los que uno podría comprar las necesidades de la vida se negaran a aceptar el dinero, sino que el que rechazara la “marca” no podría comprar, no podría ganarse la vida, ganar un salario o emplearse.
Recordemos lo que advirtió Siegner al considerar los planes de los dirigentes actuales: “Otra cosa muy distinta es introducir dinero digital, que da a los burócratas el poder de vigilar y controlar el gasto de todos los que lo adoptan. (...) Los funcionarios podrían limitar el gasto a ciertos límites geográficos, e imponer así una restricción a los viajes. Podrían elegir ganadores y perdedores, favoreciendo a algunos comerciantes o industrias o aplastando a otros.”
Una economía avanzada sería capaz de imponer normas no sólo a su propia población sino también a las empresas de todo el mundo. Podría decidir que ciertos países o empresas no tengan acceso a su moneda si no siguen sus normas. Cuanto más poderosa sea su moneda, más perjudicial sería esa decisión. Imagine el poder que tendría la UE sobre un Estado miembro que se negara a seguir sus directivas. Ese Estado miembro podría ser sancionado severamente hoy, pero esos avances significarían que podría ser excluido del sistema financiero sin esperanza de recibir ayuda.
Debemos considerar estas posibilidades a la luz de la Palabra revelada de Dios. La Biblia dice que esta “marca de la bestia” será impuesta al mundo; a todo el mundo se le dará la opción de aceptarla o ser excluido del comercio mundial.
En su folleto gratuito ¿Quién o qué es la bestia profética? el Sr. Armstrong explicó que la marca de la bestia es una semana laboral de seis días, con culto obligatorio en domingo. Esto está revelado en la Palabra de Dios y comprobado por la historia. (Por favor, solicite ¿Quién o qué es la bestia profética? para obtener pruebas).
Unida con el Estado, la Iglesia católica siempre ha hecho valer esa marca cuando ha tenido el poder de hacerlo. Recientemente la Iglesia y el Estado han estado separados, por lo tanto ha carecido de ese poder. Pero la Biblia revela que esto cambiará pronto, y los acontecimientos mundiales están demostrando que la Palabra de Dios es cierta.
En la Trompeta, proclamamos lo que la Biblia revela en relación con lo que ocurre en nuestro mundo. Hay quienes creen en las advertencias de la Biblia hoy; otros admiten la exactitud de la Biblia sólo después de que los acontecimientos han sucedido. El libro del Apocalipsis revela que la gran mayoría de este mundo sufrirá terribles consecuencias por rechazar las advertencias de Dios.
Las profecías de la Biblia no están escritas para incitar miedo. Por el contrario, están escritas para revelar el poder omnipotente, la bondad y la misericordia de Dios. Esto, a su vez, conducirá a la gente al arrepentimiento.
El mundo actual está experimentando una rápida transformación. En los últimos años hemos visto cómo el mundo ha cambiado de forma inimaginable. Pero esto es sólo el comienzo de esta transformación. Solicite un ejemplar gratuito del folleto del Sr. Armstrong ¿Quién o qué es la bestia profética? para comprender hacia dónde se dirigen los acontecimientos actuales. ▪